El jefe de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya, Manuel Quintela, que hoy ha abierto la sesión al Tribunal Supremo, ha ido explicando las entradas que hizo a la policía española en los colegios electorales el 1-O.

Quintela ha detallado que "tuvieron problemas para entrar a la mayoría de colegios" y ha puesto de ejemplo, en Barcelona, la entrada en la escuela Ramon Llull. El comisario ha explicado que siete agentes del cuerpo resultaron heridos y que los costó mucho entrar, pero costó mucho más salir".

El relato del interrogado se desarrolla entre lanzamientos de piedras, vallas metálicas, golpes, patadas y empujones por la espalda a los agentes, "además de todo tipo de agresiones".

Ahora bien, ElNacional.cat, que llevó a cabo una parte de su cobertura informativa del referéndum desde el colegio Ramon Llull, gravó un vídeo donde se ve la salida de los agentes de la Policía Nacional, ya con el material requisado. Las imágenes registradas confirman que el relato del comisario sobre la salida no se adecua a la realidad.

En el vídeo se puede ver como la multitud de personas que se habían concentrado en el colegio para votar acompañan el grupo de agentes con las manos en el aire, mientras les hacen retroceder.

Ninguna patada, ninguna valla metálica, ninguna agresión física a los agentes del CPN.

El seguimiento de los ciudadanos a los agentes mientras les hacían retroceder del colegio es la justificación, según el comisario de la brigada de Información, que el 1-O se utilizaran las balas de goma en el colegio Ramon Llull. "Fueron perseguidos durante centenares de metros, rodeados y bloqueados", ha detallado Quintela en la octava semana de declaraciones del juicio al procés.