Pedro Sánchez ha empezado su ronda de reuniones con los presidentes autonómicos recibiendo en la Moncloa al lehendakari vasco. Euskadi fue el primer territorio que aprobó su estatuto de autonomía (lo hizo en 1979) y es (junto a Navarra) el único que cuenta con un concierto económico. Y la financiación es una cuestión que Imanol Pradales no ha podido rehuir en su rueda de prensa posterior al encuentro con el presidente español. Desde el Gobierno, enmarcan las reuniones bilaterales en la voluntad de “reforzar y fortalecer” la colaboración con los gobiernos autonómicos, “potenciar el diálogo” e “impulsar el entendimiento institucional”, pero a nadie se le escapa que la financiación autonómica es uno de los grandes asuntos que sobrevuela el Palacio de la Moncloa.
Después de un encuentro cordial que se ha alargado poco más de una hora y cuarto, Imanol Pradales ha celebrado el compromiso de Pedro Sánchez de culminar una carpeta de transferencia de competencias al País Vasco antes de finales de año y, preguntado por los periodistas sobre la financiación singular acordada entre el PSC y ERC, ha expresado su “respeto” hacia “lo que Catalunya acuerde con el Estado”. “No me voy a meter en casa ajena porque no me gusta que nadie se meta en la casa de los vascos”, ha añadido. En este sentido, ha exigido “respeto” hacia el concierto vasco y ha lamentado que “se ataque injustamente” al modelo que rige en Euskadi y en Navarra y se hable de él con un “desconocimiento enorme sobre lo que significa”. Durante la reunión, el lendakari y el presidente español han hablado de la “relación bilateral justa y efectiva” que proporciona en “términos de financiación” el concierto económico vasco.
“Euskadi va a jugar a favor de la estabilidad en el Estado”
Preguntado por la estabilidad de la legislatura española, Imanol Pradales ha dejado claro que tanto Euskadi como el PNV jugarán “a favor de la estabilidad en el Estado” y ha verbalizado la “impresión” de que Pedro Sánchez “va a trabajar para que la legislatura mantenga su estabilidad” y tiene “ganas de continuar con una legislatura larga”. “Independientemente de si cuenta de presupuestos”, ha añadido. “Nosotros siempre hemos intentado favorecer que se mantenga la estabilidad política en el conjunto del Estado para seguir avanzando en cuestiones importantes que afectan a la mejora del autogobierno”, ha esgrimido. Y ha reconocido que el gobierno vasco está “especialmente” interesado en que “se despeje” la senda de déficit y el techo de gasto para elaborar los próximos presupuestos vascos. Justo ayer, Carles Puigdemont avisó a la Moncloa que Junts volvería a votar en contra de la senda de déficit la próxima semana si no hay cambios respecto a la que ya tumbaron en julio. Sobre esta cuestión, el lehendakari ha señalado que la relación entre el Gobierno y Junts “tiene sus propios canales”.
Desde la Moncloa, el encargado de pronunciarse sobre la reunión entre Pradales y Sánchez ha sido el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática. Ángel Víctor Torres ha agradecido la intervención “responsable” del lehendakari “apostando por la estabilidad y no por lo contrario” y ha hecho un nuevo “llamamiento” explícito al PP para que no vote en contra de la senda de déficit.
El compromiso de cerrar un primer bloque de transferencias antes de finales de 2024
En clave de política vasca, Imanol Pradales ha trasladado a Pedro Sánchez un “calendario realista y realizable” sobre el conjunto de transferencias pendientes para cerrar el Estatuto de Gernika y ha subrayado que ambos líderes han convergido en querer “imprimir una marcha más” al calendario de trabajo que tienen los dos gobiernos. En concreto, ha anunciado que los ejecutivos vasco y español reunirán la comisión bilateral a finales de octubre y se han comprometido a “cerrar un primer bloque de transferencias” antes de que finalice el año 2024. Según ha señalado, esta carpeta incluye la gestión y ordenación del litoral, salvamento marítimo, meteorología, autorizaciones de trabajo de personas extranjeras, cinematografía, pesca recreativa y seguridad privada. Es un compromiso que adquirieron el PNV y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez con el objetivo de acabar con “45 años de incumplimientos” de las transferencias incluidas en el Estatuto de Gernika.
Posteriormente, cuando también se haya culminado la segunda etapa (que tiene que ver con el ámbito sociolaboral, la gestión del régimen económico de la Seguridad Social o las infraestructuras estratégicas como puertos y aeropuertos) habrá que abrir un “nuevo pacto estatutario” que incluya, entre otras cuestiones, el “reconocimiento nacional” de Euskadi, la bilateralidad como “elemento de relación” entre la Moncloa y la lehendakaritza y un proyecto para “actualizar, mejorar y ampliar” el autogobierno vasco.