El que fue secretario general de Acción Exterior de la Generalitat de Cataluña, Aleix Villatoro, ha presentado un escrito en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona donde se investiga su participación en el referéndum del 1 de octubre de 2017 en el que alega falta de imparcialidad del primer instructor, Juan Antonio Ramírez Sunyer, basándose en los obituarios que miembros del Poder Judicial escribieron a su muerte.
En el escrito, que obra en el sumario de actuaciones al que ha tenido acceso Europa Press, la defensa de Villatoro impugna muchos aspectos del procedimiento, como el criterio de reparto de asuntos en los juzgados de la Ciudad Condal, y dedica un apartado a alegar que se ha vulnerado su derecho a un juez imparcial.
Argumenta en primer lugar que cuando el juez debía jubilarse, en mayo de 2017, se acordó prorrogar la edad de retirada hasta los 72 años y "ya constaba que el juez Ramírez Sunyer estaba enfermo", para después ofrecer extractos de escritos que en su memoria publicaron el vocal del Consejo General del Poder Judicial José María Macías y el presidente de la institución, Carlos Lesmes, a su muerte.
"Siempre se negó (a dejar el juzgado) obsesionado con culminar una investigación en la que tanto se juegan Cataluña y España. Su única preocupación cuando lo vi por última vez, ya en el hospital, fue que su sucesor estuviese en condiciones de seguir donde él tenía que abandonar. Nunca me perdonaré no haberlo obligado a dejar el juzgado", decía aquel artículo de Macías publicado en prensa que para Villatoro refleja la falta de imparcialidad del difunto instructor. Considera que "no es coherente que un juez sin interés alguno en el asunto tenga esa obsesión por realizar la instrucción y tampoco es coherente que si ha de haber independencia judicial, el vocal del CGPJ haga manifestaciones" como las que se recogen en ese artículo.
En cuanto al texto de Lesmes, se trata de una carta en la que agradeció sus servicios con "palabras muy afectuosas" y dirigiéndose al fallecido de forma "familiar" y "amistosa", en los términos que utiliza la defensa de Villatoro.
"Tú decidiste cambiar el rumbo de tu propia historia, y al hacerlo cambiaste el de la Historia misma de nuestro país", dice el extracto del escrito que el imputado aporta al juzgado.
"Decidiste desde el principio encarar unas cosas y otras con valentía y resolución, animado por unas profundas convicciones morales que te han convertido en lo que eres: un referente para todos nosotros (...) Gracias por todo, por ser como eres y por defender el Estado de Derecho y la Justicia sin vacilaciones ni miedos en tiempos tan convulsos", dice parte de aquella carta.
Para la defensa de Villatoro, estas palabras "no tendrían relevancia si las hubiera escrito un amigo, pero las ha escrito el presidente del Tribunal Supremo en calidad de tal con una afectuosidad y familiaridad impropia del presidente de ese órgano judicial".
Destaca además, como otro 'síntoma' de falta de independencia del fallecido instructor, que a título póstumo el Consejo General del Poder Judicial le concedió la Medalla de Sant Raimon de Penyafort, entre otros méritos, por "la labor desarrollada durante la última etapa de su vida en la que pese a la dura enfermedad y la exigencia que la complejidad de las causas que instruía le demandaban no dejó de trabajar hasta el último momento".
"La medalla póstuma contribuye a remarcar esa ideología del juez instructor que inició la causa, ya que se le ha concedido especialmente por su actuación en la causa referente a la preparación del referéndum", alega el imputado.