El juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, que investiga los pagos del Barça a quien fue número dos de los árbitros, José María Enríquez Negreira, ha imputado por un presunto delito de blanqueo de capitales a la pareja del colegiado, Ana Rujas. Esta decisión se produce después de que la Guardia Civil encontrara tres millones de euros en las cuentas de la compañera sentimental de Enríquez Negreira, una cifra de la cual hoy por hoy se desconoce el origen, y que, aparentemente, “no estaría justificada por su trabajo y su patrimonio”.

El juez Joaquín Aguirre ha otorgado a Rufas la categoría de investigada por un presunto delito de blanqueo de capitales, y será llamada a declarar para explicar de dónde provienen los ingresos que la pareja de Negreira tuvo entre 1992 y el 2013 de tres millones de euros. El hallazgo de los 3 millones acumulados por la pareja del exdirigente arbitral cobra relevancia porque las fechas de los pagos del conjunto culé coinciden, en gran parte, con el periodo de tiempo en el cual la mujer acumuló esta fortuna. También porque hasta ahora no se le había encontrado grandes cantidades de dinero a Enríquez Negreira o su entorno.

El informe acusatorio de la Guardia Civil contra el Barça

En un informe publicado justo hace unas semanas, la Guardia Civil concluía que el Barça no pagó a José María Enríquez Negreira por asesoramiento de árbitros, y que no quedaba acreditado que los 7,5 millones de euros pagados entre el 2001 y en el 2018 por el FC Barcelona al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y a su hijo Javier Enríquez Romero “tuvieran como finalidad la realización de unos supuestos asesoramientos en materia arbitral”.

Los investigadores consideraban “anómalo” e “incongruente” que el Barça pagara a Negreira “para garantizar que las decisiones de estos estamentos fueran neutrales”, y que teniendo en cuenta que la competición tendría que ser neutral, no estaría justificada una transacción económica con origen en un club. El Instituto Armado también veía irregularidades en que una parte de los ingresos recibidos, “se extraían mediante cheques al portador”, que no permitían conocer a quién iban destinados, y que no constaba ningún “contrato suscrito” entre el FC Barcelona y el exvicepresidente del CTA o su hijo, ni con ninguna de sus sociedades.

Los agentes aseguran que tampoco consta que se hiciera uso de estos informes arbitrales. Así lo reconoció el exetrenador azulgrana Ernesto Valverde, que declaró que “tenía conocimiento” de la existencia de los informes, pero que “no recordaba que se le ofrecieran o los pusieran a su disposición”.