Iñaki Urdangarin, condenado por el Tribunal Supremo a cinco años y diez meses por el caso Nóos, ha sido clasificado en segundo grado penitenciario, según han confirmado fuentes de Instituciones Penitenciarias. Las fuentes han precisado que la propuesta para clasificar a Urdangarin se realizó el pasado día 9 y la Junta de Tratamiento de la cárcel abulense de Brieva —donde está preso desde el 18 de junio— lo acordó el día 17.
Esta medida, que ha avanzado hoy el diario digital El Confidencial, se establece a los dos meses de ingresar en prisión y la obtienen la mayoría de los presos. Cuando el cuñado del rey Felipe VI cumpla un cuarto de la condena podrá disfrutar del primer permiso penitenciario, que sería en Navidad del 2019.
¿A casa por Navidad?
Con todo, según el citado medio, el yerno de Juan Carlos estudia una vía que le podría permitir salir en Navidad de este año. Se trata de pedir un Programa Individualizado de Tratamiento (PIT) que le permitiría disfrutar de un primer permiso mucho antes de lo previsto.
En concreto, según fuentes jurídicas consultadas por el citado medio, Urdangarin estudia solicitar esta fórmula lo antes posible con el objetivo de intentar obtener los primeros permisos antes de cumplir una cuarta parte de su condena, aunque en principio, incluso con el PIT concedido a partir del articulo 100.2 del Reglamento penitenciario, sería raro que consiguiera un permiso antes de 10 o 12 meses de ingresso en la cárcel, ya que para Navidad el cuñado del rey apenas llevará medio año en prisión.
En este sentido, su papel como família política del Rey puede jugar en su contra, puesto que cualquier concesión a Urdangarin podria ser considerada un trato de favor debido a su filiación familiar.
Un trámite habitual
El segundo grado, al que habitualmente se accede al poco de estar ingresado en prisión, supone el acceso al régimen ordinario del sistema penitenciario a diferencia del primer grado, que supone un régimen cerrado reservado para presos considerados peligrosos o inadaptados. También suelen estar en segundo grado los presos preventivos.
En cuanto al tercer grado, este supone el acceso a un régimen abierto en que se posibilita una situación de semilibertad, a menudo con el preso internado solo por las noches.