Entre la larga lista de espiados por el programa Pegasus se encuentra el diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu. El representante de Bildu en el Congreso colaboró con la investigación de Citizen Lab sin saber hasta que se destapó el escándalo el alcance de la red de espionaje. Iñarritu considera que desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez no está reaccionando con la celeridad y la contundencia que un escándalo de esta magnitud requiere. Reacción aparte, el diputado ha señalado que la responsabilidad, en última instancia, recae sobre el Gobierno. "O eso se hacía bajo el mandato del Gobierno o, igualmente grave, una parte de los servicios secretos iba por libre, que todavía es peor," ha planteado Iñarritu y ha añadido: "La incógnita está allí y es el Gobierno quien lo tiene que aclarar". Que este espionaje masivo se supiera o no desde el Ejecutivo no excusa, a los ojos del diputado. "El Gobierno es responsable por acción u omisión", ha sentenciado en una entrevista a Aquí Cuní.
Mientras no duda de la responsabilidad del Gobierno, tampoco lo hace del hecho que todo se ha producido sin autorización judicial. "Estoy convencido de que no ha podido haber una autorización judicial para espiar teléfonos de cargos públicos, en este caso, diputados o abogados en ejercicio", ha expuesto. También se ha mostrado reticente a creer que ha habido autorización judicial para espiar a una cantidad tan grande de representantes políticos. Donde no tiene dudas es que el programa Pegasus infectó estos teléfonos a voluntad del Estado español. "No creo que Guinea-Bisáu o Nueva Zelanda tienen interés en saber asuntos políticos míos", ha apuntado el diputado.
Iñarritu reconoce que la relación con el Gobierno ha quedado estropeada por el CatalanGate. "Las confianzas políticas están rotas. Tú no te puedes fiar de alguien que presuntamente te está espiando mientras estás acordando con él", ha afirmado. Todo vierte la formación de la cual es miembro a una situación complicada en el Congreso. Ante la pregunta sobre como|cómo afecta a este caso de espionaje a la actuación de Bildu en la cámara. "Nosotros no iremos en contra de medidas que benefician a la sociedad vasca y al resto del Estado. Ahora bien, tendremos que hablar con el Gobierno de todo este escándalo y ver cómo encajamos eso", ha explicado Iñarritu. "No queremos que este gobierno se vaya a pique, le pedimos que actúe y no mire a otro lado"
Colaboración con Citizen Lab
Iñarritu ha explicado cómo llegó a colaborar con la investigación de Citizen Lab. "Hace un año recibí una llamada por si quería comprobar mi teléfono y al cabo de una semana tuve los resultados, como si fuera la covid, resulta que era positivo", ha detallado. Desde aquel momento, los investigadores preguntaron al diputado de Bildu si quería colaborar con la investigación, una oferta que aceptó. Participó en entrevistas y firmó un documento de confidencialidad. "Mientras se hacía la investigación solicitaban que no se hiciera público nada, no me dijeron quiénes más de mis compañeros habían dado positivo. Me enteré la semana pasada", ha afirmado.
El teléfono de Iñarritu fue infectado durante unos días del año 2020. Según recuerda el diputado, aquella semana no tenía ningún acto destacado: "La verdad, fue una semana tediosa y aburrida en el Congreso". Desde que supo que su teléfono había sido espaciado, fue a comprar uno nuevo el mismo día, según ha detallado.