La empresa NSO, encargada del software Pegasus, ha asegurado que este sistema se vende a los países para luchar contra el terrorismo y los crímenes, argumentos que ha defendido el Gobierno para justificar el uso del software. El diputado de Bildu, Jon Iñarritu, acusa al Gobierno de "no haber utilizado Pegasus en el caso CatalanGate por ninguno de estos dos supuestos por los cuales se habría contratado". El diario El Mundo sacó a la luz este domingo un reportaje en la sede de la compañía, donde entrevistaba a un alto cargo de la empresa, que ha asegurado que a consecuencia del mal uso del software por parte de algunos gobiernos han renunciado a venderlo a 90 países, en este sentido, también ha afirmado que se ha desconectado el programa a 7 países que habían "violado el contrato y su confianza después de hacer un mal uso". Ante esta afirmación, Iñarritu a través de un tuit en sus redes sociales, considera que "no sé si es uno de los 7 Estados que fue desconectado por mal uso, pero tendría que serlo". El diputado vasco ataca directamente en el gobierno del Estado y los acusa "de haber espiado a decenas de oponentes políticos bajo argumentos absurdos".
Las soluciones de Robles
El caso CatalanGate sigue trayendo cola. Este sábado la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció que ha decidido cortar de cuajo la posibilidad de que se esté espiando a más altos cargos del ministerio de Defensa y ha optado por una drástica decisión: sustituir 4.000 móviles del personal. Según publica El Español, se ha enviado una circular interna por correo electrónica, en la que el Centro de Atención al Usuario del CESTIC (Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) avisaba de que se empezaría a sustituir los teléfonos. La circular, en la cual se ha advertido que tienen que proceder a la renovación y comprobación de la contabilidad de los dispositivos, ha llegado a todos los órganos del CIS (Sistema de Información y Telecomunicaciones, por sus siglas en inglés). Esta es una propuesta inédita en las Fuerzas Armadas españolas.
Es la primera vez que se hace un gesto como este, seis años después de que saliera a la luz la existencia del software. El motivo es el temor a nuevos episodios de espionaje con el objetivo de utilizar terminales a más protegidas ante las amenazas externas, que todavía no se han resuelto de donde provenían. Con todo, las miradas han apuntado, por ejemplo, hacia Marruecos. A pesar de ser la primera vez que se toma una decisión como esta, ya a finales de mayo se envió a los miembros del Centro una primera circular en la cual se hablaba de la seguridad de los móviles, en ella se pedía a aquellos que utilizan dispositivos electrónicos externos que les proporcionaran en el Ministerio para realizar comprobaciones sobre sus sistemas contra las amenazas externas.