Jon Iñarritu, diputado por EH Bildu en el Congreso de los Diputados, ha vuelto a cargar contra el rey emérito Juan Carlos I y se ha preguntado: "¿Por qué sigue teniendo el título de rey?". Esta vez el detonante ha sido la noticia que ha avanzado El País, en la cual relataba cómo el rey emérito había sido notificado que la Fiscalía la estaba investigando antes de hacer dos regularizaciones fiscales. Es decir, que aquellas actuaciones de buena fe y exonerantes, pasan a ser probadas como interesadas.

En sus redes sociales, Iñarritu ha asegurado que no hay "humo del volcán de La Palma puede tapar eso". Para el diputado vasco es evidente que el emérito solo regularizó su situación "porque supo que lo investigaban", una motivación que rompe con la base de la regularización fiscal, la cual busca redención por parte de los que han podido cometer un delito.

Iñarritu ha señalado a la corona española por simular que ha roto sus relaciones con Juan Carlos I porque se hicieron públicas sus actividades ilícitas, no para que estas últimas les parecieran mal. Está aquí donde se ha preguntado que sigue haciendo Juan Carlos con el título de rey.

 

Cae una defensa

La historia de redención y arrepentimiento que rodea la regularización fiscal del rey emérito Juan Carlos I se encuentra en la cuerda floja. Según adelanta El País, la Fiscalía notificó al rey emérito que lo estaba investigando antes de que, "sin requerimiento previo", saldara algunas de sus deudas con las arcas públicas. En este caso el orden de los factores altera el producto y mucho. El Código Penal solo exonera de los delitos fiscales a aquellos que saldan sus deudas con Hacienda antes de saber que están en el punto de mira de una investigación. Es decir, que arrepentirse cuando ya sabes que te investigan no se contempla como un acto de redención, sino como una táctica desesperada.

La nueva información sobre el orden en que el rey regularizó su situación fiscal, antes o después de tener conocimiento sobre la investigación, puede invalidar el efecto que se busca con este movimiento fiscal: la exoneración de un posible delito fiscal. El artículo 305.4 del Código Penal señala que la regularización normaliza la acción penal siempre que "se haya procedido al completo reconocimiento y pago de la deuda tributaria antes de que por la Administración Tributaria se le haya notificado el inicio de actuaciones de comprobación o investigación"; o antes de que la Fiscalía "presente una querella o denuncia" o "ejecute actuaciones que le permitan tener [al presunto defraudador] conocimiento formal de la iniciación de diligencias".

Cuando el investigado sabe que está bajo la lupa de Hacienda, es decir, tiene "conocimiento formal" de que se han abierto diligencias contra él ya no puede regularizar su situación fiscal. En el caso de que lo haga, sin embargo, no tendrá efecto exonerador.

 

Imagen principal: Jon Iñarritu, diputado por EH Bildu en el Congreso de los Diputados, durante una intervención en el hemiciclo / europa press