Varios grupos han protagonizado la noche del viernes disturbios en la plaza Sant Jaume de Barcelona cuando ha finalizado una manifestación de personas afectadas por las medidas de confinamiento contra la Covid. Entre los que protagonizaban los incidentes había sectores ultras, muy violentos, que han aprovechado para realizar también pintadas contra la democracia y de carácter antisemita. Los disturbios han acabado con 12 detenidos por atentado contra la autoridad, dos de ellos menores. Se han contabilizado 27 heridos, 20 de los cuales son agentes de los Mossos.
La manifestación ha transcurrido con normalidad, pero al final grupos de individuos muy irritados y jóvenes encapuchados han lanzado vallas contra los Mossos d'Esquadra. El candidato del partido ultra Vox en las elecciones catalanas, Ignacio Garriga, ha salido abiertamente a justificar a los que protagonizaban los disturbios.
Los Mossos han cargado para disolver a los violentos, y los que protestaban se han dispersado por las calles de los alrededores. La policía catalana, sin embargo, en algunos momentos ha sido sobrepasada por la virulencia de los ataques, y el direcctor general de los Mossos, Pere Ferrer, ha reconocido en RAC1 que en las razzias participaban "grupos pequeños muy violentos de la extrema derecha", con individuos "muy equipados" para la ocasión.
Mossos d'Esquadra en el centro de Barcelona / Sergi Alcàzar
Contenedores quemando en Barcelona / Guillem Ramos
El acto inicial ha empezado hacia las cinco de la tarde y según la Guardia Urbana ha reunido a unas 1.500 personas de signo muy diverso: personas con negocios afectados por las restricciones, otros de ideología alternativa, ultras preparados para actuar y también negacionistas de la Covid. Era una mezcla extraña.
Durante toda la hora que ha durado la protesta inicial han lanzado petardos, botes de humo y otros objetos, pero hacia las 7 menos cuarto los radicales han empezado a tirar objetos contundentes y vallas de seguridad a las furgonetas de los Mossos que custodiaban la concentración.
Cuando la policía ha dispersado a los violentos, ha arrinconado a algunos en torno a la calle Jaume I. Muchos, sin embargo, han huido corriendo hacia Via Laietana, y los Mossos han empezado a perseguirlos con las furgonetas.
A partir de aquí los incidentes han seguido en varios puntos del centro de Barcelona, con pequeños grupos radicales que se iban enfrentando a la policía, y que no se querían disolver.
A causa de los fuegos que había en la zona de la plaza Urquinaona, algunas luces de Navidad han caído, y los Mossos han pedido que no se acercara nadie. También han resultado afectadas algunas tiendas.
Movilización ultra
La convocatoria del acto inicial ha salido en las redes, con el lema antipolítico exclusivamente en castellano "mientras los políticos se ríen de nosotros, todo el pueblo al borde de la máxima pobreza," y expresiones típicamente ultras como hablar de clase obrera y al mismo tiempo renegar de derecha e izquierda. No estaba firmada por ningún colectivo o grupo. Ningún partido político tampoco daba apoyo a esta protesta.
Entre los que han promovido la protesta se han detectado también algunos grupos de Telegram ultras y la cuenta de Twitter Catalunya tierra hispana (sic).