Independencia sí, independencia no. Este ha sido el tema que ha centrado el debate electoral de candidatos catalanes en TVE Catalunya de este lunes por la noche. Un debate que no ha empezado con buen pie, ya que la mayoría de líderes han renunciado a asistir. La primera en anunciar que no iría ha sido la número uno del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. Esta decisión ha arrastrado la renuncia de Inés Arrimadas, líder de Cs, la de Mertixell Batet, cabeza de lista del PSC, y de Gabriel Rufián, número dos de ERC.
El debate se ha acabado celebrando con Laura Borràs (JxCat) y Jaume Asens (En Comú Podem), como únicos cabezas de lista, mientras que el resto de partidos han apuntado más abajo de las candidaturas y han enviado el número uno del PP por Tarragona, Jordi Roca, el número dos de Cs por Barcelona, Toni Roldán, la tres del PSC por Barcelona, Mercè Perea, y el seis de ERC por Barcelona, Gerard Gómez del Moral.
En la primera parte, sobre el modelo territorial, ya se ha visto como el debate se dividía en dos bloques: JxCat y ERC por un lado, defendiendo la independencia y el derecho a decidir, y PSC, PP y Cs, cerrando del todo las puertas a la celebración de un posible referéndum en Catalunya y cargando duramente contra el actual gobierno de la Generalitat. Asens ha quedado en medio de este bombardeo mutuo y ha defendido posiciones más próximas al primer bloc que al segundo: solidaridad con los presos, respeto al derecho a decidir y críticas a la mala gestión del conflicto catalán por parte de los gobiernos popular y socialista.
Autogobierno fake vs. Estado represivo
Borràs ha reiterado la necesidad de celebrar un referéndum y ha descrito la situación actual como un "autogobierno fake". Por eso, ha pedido "menos paternalismo y más democracia" por parte del Gobierno hacia Catalunya. En la misma línea, Gómez del Moral ha recordado el 80% de catalanes a favor del derecho a decidir y ha reivindicado ERC como un partido que "siempre ha sido independentista y lo sigue siendo".
Juntos han cargado contra el unionismo a quien han acusado de vivir de "la confrontación, el odio y la crispación" y, según Gómez del Moral, fuerzan a escoger entre "renuncia o represión". Perea del PSC ha querido defender que hay espacio para los pactos y que este es el único contexto sobre el que se podría votar porque "si no se respeta la ley, eso puede ser una jungla".
Roldán de Cs ha aprovechado esta pequeña apertura del PSC para acusarles de querer "destruir España" y "dar las llaves de la Justicia a Torra y las de la caja a la CUP". Ha descrito el proyecto independentista como un proyecto que defiende que "los ricos se separen de los pobres", argumento que ha lanzado contra Asens por querer permitir un referéndum -"no sé qué tiene eso de 'progre'", ha lanzado.
De ETA a TV3
Cs y PP han compartido acusaciones de "supremacistas" y "totalitaristas" contra los partidos independentistas. Especialmente, el candidato del PP, que ha centrado en eso su discurso, manteniéndose aislado de réplicas, contrarréplicas y cualquier tipo de improvisación. Ha hecho referencias constantes al terrorismo, acusando a ERC de ir a las elecciones europeas "con ETA" (en referencia a Bildu) y ser la coalición "más radical" de Europa.
"Catalunya es nuestra", ha defendido Roca, asegurando que "iremos donde queramos y diremos lo que queramos". En este sentido, ha alertado de que "no cometeremos más errores" y ha marcado como objetivo prioritario "desmontar el aparato propagandístico del nacionalismo".