Han pasado cuarenta años desde el intento de golpe de estado del 23-F de 1981. Y todavía seguimos con un único relato, el oficial. El resto está todo clasificado, fuera de la luz pública. Frente a este candado, el independentismo ha reclamado hoy la desclasificación de todos los documentos relacionados con aquella insurrección. La proposición no de ley, presentada por ERC, Junts, la CUP, el PDeCAT, EH Bildu y el BNG, saldrá adelante. Con una pequeña enmienda, más técnica que política, del PSOE y Unidas Podemos, que los impulsores han aceptado. La derecha, en bloque como en Colón, votará en contra.

Concretamente, el texto original de las formaciones independentistas instaba el Gobierno a "realizar los cambios legislativos necesarios para desclasificar y dar a conocer con exactitud los hechos vinculados al golpe de Estado del 23-F". Una vez incorporada la enmienda del PSOE y Podemos, el texto dispositivo queda así: "Promover los cambios necesarios a la Ley de Secretos Oficiales para desclasificar y dar a conocer con exactitud los hechos vinculados al golpe de Estado del 23-F, de acuerdo a los criterios establecidos en la nueva legislación".

Así, cuando sea votada este miércoles, la proposición no de ley saldrá adelante con una mayoría muy amplia, que va del PSOE y Unidas Podemos hasta ERC, Junts, la CUP, el PDeCAT, el PNV, Eh Bildu, el BNG, Más País o Compromis.

La encargada de defender la iniciativa ha sido la diputada de ERC Carolina Telechea, que ha lanzado muchos interrogantes: "¿Por qué se mantiene secreto? ¿Qué se esconde que sea tan importante? ¿A quién protegen? Que cada uno saque sus eméritas conclusiones". La parlamentaria republicana ha desmontado lo que ha considerado "una mentira de estado", que el 23-F "fue cosa de cuatro militares ultraconservadores, solos, sin la complicidad de ninguna estructura." Ha rebatido que eso no se lo cree nadie y ha desafiado al resto del hemiciclo: "Si creen que digo un disparate, desclasifiquen y comprobemoslo".

El resto de formaciones independentistas han dado apoyo a la iniciativa durante el debate. A pesar de creer que no es suficiente, y que "el lastre del franquismo" todavía impregna las estructuras y cimientos del Estado español, la cupera Mireia Vehí ha valorado que su aprobación es una "buena noticia". Genís Boadella, del PDeCAT, ha cuestionado que "una democracia que se llama plena no se atreva a desclasificar esta documentación" y ha defendido que "hay que desclasificarlo y hay que desclasificarlo ya".

Durante el debate, el PSOE ha cuestionado el relato que hace el independentismo de la Transición y el 23-F, pero se ha mostrado partidario de aprobar la proposición no de ley si es incorporada su enmienda, es decir, reformando previamente la ley de secretos oficiales. Eso sí, no deja de ser una proposición no de ley, una declaración de intenciones sin efectos tangibles si no se impulsan. Habrá que ver cómo avanza la reforma de la ley de secretos oficiales impulsada por el PNV, actualmente en trámite en el Congreso.