Un estudiante de enfermería y vecino del Alt Empordà ha negado haber sido el autor de las coacciones a una mujer, que con una decena de personas fue a dar la bienvenida al rey Felipe VI, en la Estación de Francia, el año 2020, donde había unas 500 personas que protestaban contra el monarca. En el juicio, celebrado este lunes en el juzgado de lo Penal 27 de Barcelona, el joven, defendido por Norma Pedemonte, ha asegurado que fue a la manifestación contra el rey, en pla de Palau, pero que no increpó a nadie y cuando se marchaba con su grupo de amigos, un agente de los Mossos les dijo: "Os caerá una buena denuncia, hijos de puta". Su abogada ha pedido su absolución, y ha denunciado que inicialmente este procedimiento se inició por daños y después se cambió a coacciones.
Por el contrario, la fiscal responsable del Servicio de Delitos de Odio, Marta Gloria López Català, ha pedido que se le condene a 2 años y 6 meses de prisión por el delito de coacciones, con las agravantes de abuso de superioridad y de discriminación por ideología, porque hasta cuatro agentes de los Mossos han identificado al joven que estaba entre el grupo de 50 personas y han asegurado que increpó a las mujeres españolas y a una de ellas le pintó una cruz en la bandera española que llevaba en la espalda.
Ninguna reclamación
Los hechos pasaron el 9 de octubre de 2020, en pla de Palau, donde se concentraron unas 500 personas, la mayoría independentistas, para mostrar su rechazo al rey Felipe VI. La Asociación Concordia Real Española convocó una manifestación de apoyo al monarca, y una vecina ha explicado en el juicio que llevaba una bandera española atada a la espalda y se juntó con otras mujeres, que iban a la Estación de Francia, donde encontraron a una mayoría de manifestantes de signo contrario. "Gritábamos viva el rey, viva el rey, hasta que se nos acercó un grupo, tuve miedo y decidí marcharme", ha explicado la mujer mayor, que en el juicio no ha recordado los insultos que le decían. "Al girarme noté frío, y como un olor de gasóleo", ha relatado, y ha añadido que un grupo de Mossos de paisano les sacó de la zona.
En el juicio, han declarado hasta ocho agentes de los Mossos de Esquadra, que iban de paisano y cuatro de ellos han identificado al acusado: han asegurado que increpó a la mujer y le hizo la pintada, y también una supuesta pintada en un vehículo de la Guardia Urbana, hecho por el cual no se le reclama nada. Los agentes han asegurado que lo identificaron por su ropa y cuando estaba solo, al acabar la protesta, y le cogieron un espray de color negro. No obstante, en el atestado, de la identificación del grupo de jóvenes, posterior, no hay ningún espray, según la abogada del joven. Aparte, los agentes han declarado que invitaron a marcharse de la zona a la decena de manifestantes "para garantizar su seguridad".
La Asociación Concordia Real Española no quiso denunciar los hechos, según ha explicado un agente de los Mossos, y en el juicio no había ningún testigo más. La mujer no pide ninguna indemnización.
Y entre el público en el juicio, había Juan Carlos Segura, exdiputado de VOX y actual concejal por la formación ultra en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet. La defensa del joven había pedido su declaración como testigo para certificar que impulsaron la concentración de choque con los independentistas, y al final ha renunciado.