Independentistas, comunes y socialistas se han puesto de acuerdo para arrinconar Vox en el Parlament. Este jueves los grupos parlamentarios de ERC, Junts per Catalunya, la CUP, En Comú Podem y PSC han firmado un decálogo con la intención de aislar a los 11 diputados de extrema derecha en la próxima legislatura.
Bajo el título "Por un Parlament comprometido con la democracia, los derechos y la diversidad", se enmarcan los acuerdos que tendrán que cumplir los 115 diputados que suman las cinco formaciones firmantes. Ahora hace una semana, estos partidos empezaron a trabajar para conjuntamente impedir la presencia de la extrema derecha a la Mesa del Parlament, evitar que prosperen sus iniciativas y combatir activamente los discursos de odio de Vox, entre otras acciones. Los acuerdos no cuentan con el apoyo de Ciudadanos ni del PP.
El cordón frustrado del Congreso
En diciembre de 2019, cuando se constituyó el Congreso de los Diputados después de las elecciones generales, el cordón sanitario en Vox acabó fracasando. El PSOE, que había estado en conversaciones con Podemos y los independentistas para aislar a los 52 diputados de extrema derecha tal como se ha hecho a Catalunya, acabó prefiriendo asegurarse una vicepresidencia en la Mesa, aunque eso supusiera dejar una vía abierta para que entrara Vox.
Los socialistas podrían haber repartido sus votos de manera tal que quedaran blindados todos los asientos de la Mesa. Hacerlo implicaba renunciar a la vicepresidencia y conformarse con una secretaría.
En cambio, sí que hubo cuórum para apartar el grupo de Santiago Abascal de la presidencia de las comisiones parlamentarias. Actualmente, Vox no encabeza ninguno a pesar de ser la tercera fuerza en el Congreso.
La entrada de la extrema derecha en el Parlamento de Catalunya
En Catalunya, Vox será la cuarta fuerza en el nuevo Parlament que se constituirá este viernes. Por primera vez, la formación de extrema derecha entra en la institución y lo hace con fuerza: 11 diputados. A pesar de los acuerdos de los independentistas, los comunes y los socialistas para construir un cordón sanitario, la extrema derecha no pretende rendirse.
Su objetivo es utilizar la cámara catalana como tribuna para hacerse oír y que su voz llegue "a todos los rincones de Catalunya". De hecho, este es el modus operandi que Vox está siguiendo en el Congreso de los Diputados, donde aprovecha cada ventana de oportunidad para inyectar su mensaje racista, xenófobo y machista.