El exvicepresidente de la Mesa del Parlament Josep Costa está indignado con los partidos políticos y no comparte la estrategia que se está siguiendo por el caso del diputado y miembro de la Mesa Pau Juvillà. "Nunca hubiera imaginado que el Parlament renunciaría explícitamente a su soberanía en un dictamen votado por el pleno y publicado en el diario oficial", ha indicado en un mensaje en su cuenta de Twitter que con pocas horas ya se ha compartido casi 400 veces. A continuación, Costa ha citado un fragmento de la canción No és això, companys, de Lluís Llach.

ERC, JxCat, la CUP-NCG y en Comú Podem aprobaron este miércoles el dictamen que defiende que no se podría ejecutar la retirada del escaño de Pau Juvillà, pero que marca que el extremo de la desobediencia "pasa por preservar a los funcionarios". El PSC-Units, Vox, Cs y PPC acusaron el independentismo de "teatralizar" y "gesticular" con este informe, que calificaron de "chapuza" jurídica. También reclamaron que se haga efectivo el acuerdo de la JEC y se le retire el acta a Juvillà. Por otra parte, el grupo de extrema derecha amenazó con acciones penales. La diputada anticapitalista Eulàlia Reguant apostó para garantizar la soberanía del Parlament, pero también "superar el marco establecido" para "avanzar hacia un referéndum".

La Comisión del Estatut dels Diputats del Parlament se reunió con dos horas de retraso con respecto a lo que estaba previsto. Y es que los grupos independentistas estaban ultimando el dictamen que querían someter a votación. La propuesta pactada por ERC, Junts y la CUP mantiene que no se podría ejecutar la retirada de su escaño porque de momento no hay sentencia firme del Supremo ni se ha resuelto la petición de cautelares. De todos modos, los tres grupos coinciden en que el límite de la desobediencia a la hora de defender esta postura "pasa por preservar a los funcionarios de cualquier tipo de responsabilidad penal y contable por la que puedan ser perseguidos". El texto también recuerda que el Parlament ya defendió que la JEC no es competente para tomar un acuerdo "que altera la composición de la cámara" y añaden que se trata "de una vulneración flagrante" del derecho a participación política y a la presunción de inocencia.

El ofrecimiento de la CUP

Ante todo este lío, la CUP se ofreció a ERC y Junts para presidir el Parlament y proteger el escaño de Pau Juvillà asumiendo las consecuencias jurídicas que se pudieran derivar durante las negociaciones para responder el dictamen de la Junta Electoral Central que retira el acta de diputado al cupaire. La propuesta se explica en una circular interna que se ha hecho llegar a la militancia de la CUP, dónde se dan los detalles de las negociaciones hasta llegar al acuerdo de ayer miércoles. Fuentes de los anticapitalistas han explicado a la ACN que tanto ERC como Junts per Catalunya rechazaron la propuesta, que incluía asumir "responsabilidades" en la mesa para "garantizar" la soberanía de la cámara.