El alcalde de Tarragona, el socialista Josep Fèlix Ballesteros, ha afirmado este miércoles que no se dedicará a retirar símbolos reivindicativos a la calle, del tipo que sean. Es la respuesta a la demanda a los alcaldes, por carta, del delegado del gobierno español en Catalunya, Enric Millo, que reclamó que mantengan la "neutralidad" en los espacios públicos y no permitan su ocupación con símbolos que puedan estropear la convivencia, después de los hechos de Canet de Mar.
"Pienso retirar aquellos símbolos, sean del ámbito que sea, que estén tapando un semáforo, una señalización de tráfico o un servicio, pero no me pienso dedicar a retirar lacitos ni otras cosas," ha asegurado Ballesteros, que ha dicho que siempre ha respetado la libertad de expresión. "Lo mejor que se puede hacer es no generar problemas donde no hay", ha concluido.