El Ministerio del Interior, máximo responsable ahora de la seguridad en Catalunya, y también del dispositivo del 1 de octubre, culpa a los Mossos d'Esquadra de las cargas y lesiones que hubo en los colegios electorales. Las justifica por la "inacción" de los Mossos d'Esquadra, según el informe que ha presentado la Secretaría de Estado de Seguridad al juez de instrucción 7 de Barcelona, a la cual ha tenido acceso El Nacional.
Según la Secretaría de Estado de Seguridad, "las Fuerzas de Seguridad se encontraron con concentraciones organizadas y preparadas de entre pocos centenares y 1.500 personas que, en muchos de los casos mediante una resistencia pasiva y en otros ejerciendo la fuerza, de forma generalizada, trataban de impedir el acceso de los agentes policiales a los locales". El informe describe que la policía tuvo que apartar uno a uno a los que se colocaban como parapeto para impedir su acceso a los locales" y que en ningún caso hubo "una reacción espontánea", sino que hubo "acciones organizadas, premeditadas, con repartos de roles, protagonizados por personas que habían estado previamente seleccionadas, activadas para aquel día concreto y que habían ido con el objetivo de impedir el acceso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y no sólo para votar en el referéndum ilegal".
El informe define cómo se organizó la ciudadanía, según la policía, para impedir que los antidisturbios accedieran a los colegios electorales:
La policía asegura que "en ningún caso la actuación policial tuvo como objetivo los votantes" y que "la fuerza pública fue recibida con acciones de violencia directa, bien a su llegada o bien cuando intentaban abandonar el local". Según el informe eso es lo que "obligó a utilizar los medios de los antidisturbios" y se podía haber evitado si los Mossos d'Esquadra hubieran cerrado los colegios electorales y requisado el material tal como había ordenado el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.
El informe denuncia la simpatía con la que los manifestantes trataron a los Mossos y la hostilidad con la que se dirigieron a la policía española. Habla de "complicidad y agradecimiento ante la inacción" de los Mossos. De hecho asegura que muchas de las concentraciones en colegios electorales fueron posibles gracias a la "inoperancia del dispositivo ordenado por la prefectura de los Mossos d'Esquadra".
El Ministerio del Interior acusa además a los Mossos de intentar obstruir la actuación de la policía española en la escuela Mediterrània, el Departament d'Ensenyament y el Instituto Pau Claris.
La amenaza de los CDR
El CNP habla de "resistencia pasiva organizada" y de una intervención "laboriosa" que en algunos casos derivó "en una mayor virulencia de las personas parapetadas, especialmente una vez la fuerza actuante se preparaba para abandonar el lugar".
El informe criminaliza directamente a los "Comités de Defensa del Referéndum" que después derivaron en los "Comités de Defensa de la República" y que encabezaron las protestas del paro de país del 8 de noviembre.
El jefe superior de la Policía detalla en el informe que las actuaciones prioritarias estaban previstas entre las 7.30h y las 10h de la mañana. Que aunque hasta las 15h se hicieron intervenciones en diferentes locales de Barcelona, por la tarde se decidió concentrar esfuerzos en la protección de los edificios del Estado, en parte, también porque el número de personas concentradas en los colegios había incrementado considerablemente y "se fue haciendo más difícil la selección de espacio dónde intervenir sin la presencia de un número significativo de personas" que era la consigna que siguieron por la mañana.
El informe incluye el organigrama del dispositivo con la doble vía de coordinación con los mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las líneas de coordinación por parte del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad.