Gesto del Govern de Salvador Illa en relación al catalán. Y respuesta contundente de la nueva conselleria de Política Lingüística. El president de la Generalitat pidió un informe sobre la situación de la lengua con el fin de fijar las principales líneas de intervención de su gabinete en relación a esta materia y el nuevo departamento ha respondido con un texto que ha analizado este martes el Consell Executiu, y que ha suscitado un debate intenso, en qué se señalan las dificultades que sufre el catalán y el retroceso que ha experimentado los últimos 20 años. El informe reclama líneas de actuaciones en diferentes ámbitos con el fin de dar respuesta a la situación. Con todo, pasa de puntillas por uno de los principales ámbitos, como es la aplicación de la inmersión lingüística a la enseñanza. De hecho, la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, ha asegurado que el Gobierno espera la respuesta del Tribunal Constitucional sobre este tema.

El informe, que empieza abordando la importancia del catalán dado el número de hablantes y su potencia cultural, advierte que la lengua tiene que hacer frente a un número muy importante de retos. "No haber contado con un estado propicio durante buena parte de la historia contemporánea y haber sufrido un proceso de minorización le han generado dinámicas adversas", advierte el texto, que señala la pervivencia de bolsas importantes de personas que desconocen la lengua y personas que nunca la utilizan o el hecho de que para muchos adolescentes y jóvenes el contacto con el catalán se limite a la escuela. El texto subraya los retrocesos experimentados los últimos veinte años en la media de uso del catalán y subraya de manera específica el retroceso en el sistema educativo, en el que el catalán era la lengua habitual del 67,8% de los alumnos el 2006 y ha caído al 24,6% en el 2022, o en la atención sanitaria y el comercio.

 

Oficialidad incompleta

Atribuye esta situación a diferentes causas. En el ámbito jurídico y político, alerta de que a pesar de los avances conseguidos a partir de la aprobación del Estatuto de 1979 y del 2006, el reconocimiento del catalán "no está todavía lleno". "Por una parte porque la oficialidad del catalán es todavía incompleta, tal como muestran, sin ir más lejos los esfuerzos en curso por alcanzar la oficialidad en las instituciones europeas y su uso en instituciones centrales del Estado", apunta, pero también por las dificultades que hay en Catalunya a la hora de ejercer esta oficialidad.

Asimismo señala las dinámicas socioeconómicas del país, con fuertes corrientes inmigratorios las últimas dos décadas, que han transformado la realidad social catalana; así como los cambios tecnológicos y del mundo audiovisual. Todo ello, en un contexto en que el catalán comparte oficialidad con una lengua de la fuerza del castellano, que disfruta de una amplíssima oferta cultural y que es lengua inicial de cerca de la mitad de las personas llegadas a Catalunya en las últimas oleadas migratorias.

Intervención ambiciosa

Según el informe, "las condiciones descritas reclaman una intervención ambiciosa liderada por los poderes públicos que impliquen a toda la ciudadanía", con el objetivo de incrementar el conocimiento social del catalán, facilitar su uso, garantizar el uso normal en las instituciones, incentivar el compromiso con la lengua y garantizar los recursos humanos y materiales necesarios.

En concreto reclama "un esfuerzo muy importante" por facilitar que todas las personas puedan tener acceso al catalán, "garantizar que el sistema educativo dote efectivamente de competencia oral y escrita en catalán a la totalidad de los niños y adolescentes que escolariza" o relanzar los mecanismos de acogida, enseñanza y dinamización lingüística para personas adultas.

Por lo que respecta a la adminstración y atención al público, reclama establecer un calendario de capacitación del personal de los departamentos de Salud y Derechos Sociales, que garantice la atención activa en catalán a los usuarios, "garantizar la legislación por lo que respecta a los derechos lingüísticos, especialmente a la empresa y al comercio -rotulación, etiquetado, atención al público, oferta de servicios, etc- y dotar a los organismos encargados de velar por este cumplimiento del personal y los recursos necesarios para hacerlo".

El informe aborda igualmente la situación del occitano, aranesa en el Arán, mucho más afectada aún que el catalán por lo que respecta a los retos y dificultades a afrontar, dado que el número de hablantes se situaba en el 2018 en 5.087 personas, y la lengua de signos.