Masajes para el placer, sin prescripción médica, y dirigido solo a trabajadores de una entidad pública de todas las que engloba el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno. Esta es la premisa con la que se han gastado 40.000 euros de los impuestos para ofrecer un par de masajes a cada uno de los trabajadores del Instituto Cervantes, según avanza el diario The Objective. Este representa la organización española de la Moncloa, bajo el patrocinio y principal imagen de Felipe VI, y creada el 21 de marzo de 1991 con el gobierno de Felipe González para el aprendizaje y la cultura de la "lengua española", matizan que no es la castellana, por todo el mundo. El escándalo es notorio ya que este dinero se ha destinado como recompensa al silencio de los sindicatos que representan sus trabajadores y denunciaron los recortes que, como cualquier entidad o empresa, sufrieron durante la crisis económica del 2008.
40.000 euros justificados en diferentes partidas
Todo derivó en estos masajes posteriores divididos en diferentes partidas: la más flagrante, la del último 2021. Por una parte, 4.000 euros en masajes para los trabajadores de Alcalá de Henares y de la otra, una de 10.000 euros para los destinados a la sede central de la calle madrileña de Alcalá. La licitación era únicamente de 7.000 euros, por lo cual el pago final fue superior al previsto inicialmente. Si volvemos al relato cronológico, los dos primeros contratos fechan del 24 de marzo de 2015 por 7.000 y 3.000 euros, respectivamente, y para evitar que la evidencia fuera escandalosa, se justificaron como una 'Contratación de un servicio de rehabilitación para la prevención de patologías osteomusculares al personal de la sede'. Posteriormente, en el 2016 aparecen dos contratos aprobados el 12 de febrero: uno de 1.000 euros y otro de 4.000. En el 2017 no hay ninguno pero en el 2018 se compensa con una partida de 10.000 euros con Juan Manuel Bonet de director. En el 2019 solo aparece una factura 2.000 euros para todo el personal y en el 2020 solo hay dos contratos de 33 y 38 euros, como consecuencia del estallido de la pandemia que provocó el cierre de este tipo de centros terapéuticos.
Masajes "totalmente confidenciales"
El centro especialista siempre ha sido lo mismo: Kiné Centro de Fisioterapia y Oisteopatía, calle Serracines 2, de Alcalá de Henares. Los servicios los hacían a medida. Así pues, se ofrecen por consulta privada, donde se garantiza "un trato completamente personalizado y profesional, respetando en todo momento la intimidad y confidencialidad del paciente. A través de un riguroso método de anamnesis y exploración, obtendrá el tratamiento más adecuado y específico para su enfermedad, así como una recuperación el más bien posible". Esta es la misma definición destacada que subraya el centro a su web. Por otra parte, también ofrecen "atención a domicilio, cosa que supone una gran comodidad para el paciente, ya que le permite no tener que moverse de su lugar de residencia, y os ahorra un tiempo que hoy día es indispensable".
Desvían la atención hacia Andorra
Servicios como estos a trabajadores públicos españoles tan solo se han dado dentro del Ministerio de Defensa y para según qué militares con un justificante médico. De momento, silencio de la institución y de su propio director actual Luis García Montero. Precisamente, en plena polémica, Montero ha puesto el acento en su último viaje a Cuba o la inauguración de una nueva delegación en Andorra. La semana pasada, el embajador Àngel Ros y el director del Instituto en Tolosa, Juan Pedro de Basterrechea, inauguraron el centro junto con la ministra de Asuntos Exteriores, Maria Ubach; la de Educación, Ester Vilarrubla; el ministro de Salud, Joan Martínez Benazet; la Síndica General, Roser Suñé y el embajador de Francia en Andorra, Jean Claude Tribolet.