Una nube de cámaras, fotógrafos y periodistas esperaban en la sede de uno de los símbolos del establishment catalán, Foment del Treball, para captar la fotografía política de la jornada. El primer saludo oficial entre los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès desde que este último fue investido el mes pasado. Los dos han coincidido en el acto que la entidad ha organizado en honor del editor y empresario Javier Godó, comte de Godó. "Ojalá este sea el inicio de la solución", ha rogado al presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre en el discurso inaugural. La clausura ha ido a cargo de los interpelados. Aragonès ha reclamado "propuestas" al gobierno de España y Sánchez le ha emplazado a "buscar uno nuevo nosotros":

Aragones y sanchez libro / Montse Giralt
Pere Aragonès con el presidente de Foment, Sánchez Llibre. / M. Giralt

Tres días después de la conversación sosegada entre presidentes que sirvió para poner las bases de la reanudación de relaciones entre los gobiernos de Catalunya y España, el contacto de este lunes ha sido más una formalidad. "No han hablado más de cinco minutos", aseguran los que han presenciado el momento del encuentro. Ha sido en privado, no en el photocall, acompañados de los vips invitados al acto. Siguiendo el protocolo Covid, se han saludado con un golpecito de puños. Un gesto que han repetido después en público, para que lo pudieran captar las cámaras.

Antes de que acabe el mes de junio, Aragonès viajará a la Moncloa para reunirse oficialmente con el presidente español. Hoy ambos han tenido la oportunidad de intercambiarse mensajes durante sus intervenciones a la celebración de Foment.

"Superar el inmovilismo"

El primero en hablar ha sido Aragonès, que ha aprovechado la ocasión para defender la necesidad de "superar el inmovilismo y el bloqueo y avanzar de nuevo", impulsando una "etapa de normalización política". En este sentido, ha criticado que "no es normal que haya presos y exiliados y que Catalunya no pueda decidir su futuro". Desde su punto de vista será imprescindible "escuchar y respetar todas las propuestas", a pesar de "diferir en los análisis" y "partir de posiciones alejadas". Aragonès ha guiñado el ojo a Sánchez, reconociendo que "se han dado pasos adelante", porque "nunca antes se había afrontado la voluntad de resolver el conflicto". "Es hora de reanudar el camino del diálogo, será extraordinariamente difícil, pero es una obligación".

 

"Uno nuevo nosotros"

Inmediatamente después ha tomado la palabra Pedro Sánchez que ha recuperado dos conceptos estrella: "concordia" y "reencuentro", que era el título del documento que presentó a Quim Torra hace más de un año como a propuesta de solución al conflicto. En su discurso, ha vuelto a subrayar que "Catalunya es imprescindible" para el futuro de España y ha llamado a "dejar atrás la dialéctica estéril de unos y los otros". "Busquemos juntos uno nuevo nosotros", ha señalado el líder socialista, que ha pedido abandonar el espíritu de "revancha" y priorizar "el pragmatismo, la honestidad y el sentido común".

El presidente español ha utilizado una palabra recurrente de Pere Aragonès, "valentía". Valentía para "dejar atrás un escenario de crisis y de conflicto, de enfrentamiento que tantos años después sólo han llevado dolor, pobreza y estancamiento". "No serán las posturas maximalistas", ha advertido, las que permitan encontrar la solución, que sólo se alcanzará, ha dicho, "con argumentos, razones, y motivos". "No podemos fallar", ha concluido.

 

El encargo del empresariado

El anfitrión, el presidente de Foment, ha sacado pecho del éxito de convocatoria, que ha reunido la plana mayor de la política catalana y la sociedad civil. Los presidentes Aragonès y Sánchez, pero también la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, el jefe de la oposición, Salvador Illa, los secretarios generales de los sindicatos CC.OO y la UGT y una nutrida representación del empresariado catalán, además de los exdirectores vivos de La Vanguardia, el diari de Godó.

"Es un mensaje muy potente de normalidad política y tranquilidad", ha celebrado Sánchez Llibre en referencia a la presencia de los dos presidentes. Acto seguido les ha puesto deberes. "Los empresarios necesitamos estabilidad política, seguridad jurídica y estabilidad económica. Es muy necesario que devuelva la normalidad política entre los gobiernos". En primera fila, los dos dirigentes recogían el encargo, que ha acabado con un emplazamiento al diálogo. "No se cansen, porque Catalunya y España lo necesitan".

 

La era del deshielo

Aunque en determinados momentos se ha tensado hasta el límite, el hilo entre Pere Aragonès y Pedro Sánchez nunca se ha roto. Ahora que el dirigente de ERC ostenta la presidencia de la Generalitat, los dos han puesto rumbo a la reanudación de contacto entre el Gobierno y la Moncloa. Una nueva era de deshielo.

El empuje lo dieron el viernes con una llamada de cuarenta minutos que las dos partes definieron como "fluida y productiva" donde coincidieron en compartir esfuerzos en la lucha contra la pandemia y las crisis que se derivan. Al mismo tiempo, se conjuraron en "avanzar hacia la superación de los retos comunes mediante el diálogo".

El siguiente paso será una reunión presencial entre Aragonès y Sánchez que tendrá lugar en el Palau de la Moncloa este mes de junio. La cita será el pistoletazo de salida a la resurrección de la mesa de diálogo, congelada desde hace quince meses.

En la imagen principal, Aragonès i Sánchez. / M. Giralt