Tras aparecer repetidamente en las quinielas de consellers, Joan Ignasi Elena (Barcelona, 1968), aterrizó en el Govern de la Generalitat en mayo del 2021 de la mano de Pere Aragonès, que lo situó al frente del departamento de Interior. No ha sido una gestión precisamente plácida. Pocos meses después de asumir la conselleria, apartó al mayor Josep Lluís Trapero de la dirección del cuerpo. Pero los cambios en la cúpula no se quedaron aquí. Su apuesta por una dirección coral y por la feminización del cuerpo provocó un nuevo relevo en la cúpula policial nueve meses más tarde, y una intensa polémica política. A pesar de todo, Elena insiste en defender la necesidad de garantizar que el cuerpo policial sea reflejo de la paridad y la diversidad de la sociedad para la cual trabaja. En una entrevista en ElNacional.cat, el conseller se muestra convencido de que con los presupuestos se podrá agotar la legislatura, critica la marcha de Junts del Govern y subraya la solidez y la cohesión de ERC, además de apostar por rehacer la unidad independentista.

¿La aprobación de los presupuestos garantiza a ERC agotar la legislatura?
Yo creo que la legislatura se agotará. Sí. Y sobre todo lo que la votación de los presupuestos garantiza es poder dedicar muchos recursos a la gente del país que más lo necesita durante este año 2023, que no será fácil. Era muy necesario. Es una muy buena noticia.

No obstante, la negociación de los presupuestos ha visualizado muy claramente el hecho de que ERC solo tiene 33 diputados y necesita apoyo de otros grupos. El PSC le ha obligado a aceptar cuestiones como la B-40 que el mismo presidente, Pere Aragonès, ha admitido que no forman parte de su modelo de país...
Ya lo dijo el president. Aquí y en cualquier país del mundo, si no tienes una mayoría tienes que llegar a acuerdos y, por lo tanto, todo el mundo tiene que renunciar a algunas cosas. Normal. Ahora, el cuerpo del presupuesto sigue siendo el que era, el que estuvimos trabajando en el Govern durante mucho tiempo y después en el Govern en solitario de ERC, porque Junts decidió abandonarlo.

Siempre dijimos que no queríamos que Junts se marchara del Govern y lamentamos la decisión que tomaron de marcharse

¿ERC está más cómoda en el Govern en solitario?
Nosotros siempre dijimos que no queríamos que Junts se marchara del Govern y lamentamos la decisión que tomaron de marcharse. Por lo tanto, nosotros queríamos que siguiera. Nos pronunciamos todos muy claramente a favor de la continuidad de Junts, pero es una decisión que tomaron soberanamente y, por lo tanto, tenemos que respetar, aunque no compartimos.

¿Le preocupa el hecho de que el Govern ahora disponga solo de los diputados de ERC en el Parlament?
No. De hecho, el anterior gobierno también tenía la obligación de llegar a acuerdos con otros, porque ERC y Junts tampoco era un gobierno con mayoría. Por esta razón tuvimos que pactar el presupuesto anterior con los comuns, o esta fue la razón por la cual el conseller Jaume Giró empezó a abrir para el presupuesto de este año negociaciones con el PSC. Evidentemente, somos conscientes de la dificultad, pero somos capaces de aprobar un presupuesto y este es nuestro comportamiento, grandes consensos, amplias mayorías, porque es lo que el país necesita.

Somos conscientes de la dificultad de gobierno en solitario, pero somos capaces de aprobar un presupuesto y este es nuestro comportamiento, grandes consensos

Sin embargo, el president, Pere Aragonès, admitió que se habían hecho renuncias, que para sacarlo adelante han tenido que aceptar cuestiones que no forman parte de su modelo de país...
Nosotros no hemos hecho ninguna renuncia a nuestro modelo de país. El nuestro es un gobierno que básicamente se sustenta en dos ejes, una cuestión de liberación nacional, derecho a la autodeterminación y la amnistía, por un lado; y por el otro un modelo de un gobierno progresista de repartir los recursos al servicio de los más vulnerables y la creación de riqueza. Es un modelo alternativo en relación al PSC. Son dos modelos diferentes, que se contraponen, uno y otro. Sin embargo, en determinados momentos tienes que llegar a acuerdos, por cuestiones muy puntuales.

¿Teme que estas cesiones puedan comportar algún efecto electoral, en temas que afectan mucho al territorio como la B-40 o el Hard Rock?
También querría que analizáramos bien exactamente qué es lo que se dice en cada uno de los reglamentos que son objeto del acuerdo. Pero nosotros por encima de todo lo que hemos puesto son los intereses del país. ¿No es nuestro modelo? No lo es. Pero, llegar a un acuerdo en este sentido liberaba la posibilidad de aprobar un presupuesto que permite más de 3.000 millones de euros para más políticas de sanidad y educación entre tantísimas otras cosas? Pues, sí. La política también es eso. Hemos puesto por encima los intereses de país a los intereses de partido.

 

¿Por qué dice que hay que ver qué dice el acuerdo?
No. El acuerdo dice lo que dice y es muy explícito en todos los ámbitos.

Pero, al día siguiente mismo se empezó a aguar, subrayando el hecho de que no hay ningún compromiso económico en estos temas por parte del Govern...
Este es un acuerdo presupuestario que pusimos mucha energía en explicar qué nos estábamos jugando. Por eso tuvo tantos apoyos externos, no políticos, no parlamentarios.

Su nombre ha aparecido asociado a una candidatura de Barcelona de ERC. ¿Qué hay de esta posibilidad?
Yo soy conseller de Interior y seguiré siéndolo, naturalmente, siempre que el president así lo decida.

¿Pero se lo han planteado?
Yo estoy, como todos los dirigentes del partido, muy implicado en la campaña municipal. Hago mucha en todas partes. En muchos municipios del país. Y mucha con ganas que la victoria de Ernest Maragall se concrete con la alcaldía, y no como hace cuatro años que por un pacto extraño no fue así. El primer día que entré en este despacho dije estoy donde quiero estar. Y, por lo tanto, en la medida en que el president lo desee seguiré siendo conseller de Interior.

¿Pero, le han tanteado?
No. Además, me parece que no es el momento procesal.

Dividir a los represaliados en buenos y malos es un error extraordinario

La semana pasada hizo un tuit defendiendo a la secretaria general, Marta Rovira, a raíz de unas declaraciones del abogado Gonzalo Boye, considera que se la está tratando injustamente?
Hay tentaciones, a veces, de dividir a los represaliados, en buenos y malos. Es una tentación que siempre ha tenido el Estado, y a veces caen algunos de los que son de partidos represaliados. Me parece un error extraordinario, un error de cálculo, humano, político, de envergadura. Marta Rovira es una represaliada, que ha dado su vida, se ha tenido que marchar de su ciudad, de su entorno, del entorno de sus padres, sus amigos y su gente, por el 1-O, para defender el derecho de los ciudadanos a votar. Eso de intentar menospreciar una parte de los represaliados me parece muy lamentable. Todos son represaliados y tienen que tener la solidaridad. Marta Rovira la mía la tiene, que se traduce en solidaridades, estima, amistad infinita, admiración política por su liderazgo, su firmeza, fortaleza y su ejemplo.

 

También la semana pasada un artículo que publicó Sergi Sol en ElNacional.cat, en este caso hablando del partido, apuntaba que no se agradece suficiente el liderazgo de Oriol Junqueras y Marta Rovira. ¿Lo comparte? ¿Cree que no se les valora lo suficiente el trabajo que hacen en el partido?
El proyecto político de ERC, el bagaje de lo que ha sido sus años de liderazgo del partido con las penalidades personales derivadas de la represión es muy notable. Por lo tanto, es normal que la gente diga que se les tiene que agradecer. Yo tuve oportunidad de estar en el congreso de ERC. Es muy emocionante ver cómo este agradecimiento es así. Los proyectos políticos tan ambiciosos, tan difíciles, que ambicionan hacer una república, un referéndum, es muy importante que tengan liderazgos muy cohesionados, muy sólidos, porque los ataques son muy notables. ERC es un partido muy sólido, muy unido, muy cohesionado, con una dirección muy coral y al mismo tiempo con liderazgos muy potentes. Y de eso estamos orgullosos.

Pero leyendo el artículo de Sergi Sol parecía un reproche a un sector más institucional. ¿Esta cohesión existe también con lo que representa el partido más institucional? ¿Con el Govern de Pere Aragonès?
Mucho. Diría que más es imposible. Les conozco mucho, sé la relación que hay, de complicidad, de reconocimiento mutuo, humana. Es brutal. Y eso se percibe. Es muy grande. Son muy conscientes de la importancia del reto y al mismo tiempo del papel difícil que les ha tocado vivir estos últimos años. Eso les ha fortalecido mucho. Son una piña realmente muy envidiable. Es muy admirable la fraternidad interna entre ellos. Y, complicidad política, total. En el proyecto no hay fisuras, en el camino no hay fisuras.

En ERC hay objetivos compartidos, diagnosis del momento político compartido, proyecto compartido, complicidad personal, amistad y fraternidad. Eso es muy difícil de destruir

En cambio, a raíz de la negociación de los presupuestos con el PSC, se ha señalado que podía haber diferencias en relación al acuerdo...
Como la realidad va por un camino y los comentarios por otro, pues tienen el peso que tienen. Veo en ERC que hay objetivos compartidos, diagnosis del momento político compartido, proyecto compartido, complicidad personal, amistad y fraternidad. Y eso es muy difícil de destruir.

¿Cree que hay quien lo quiere destruir?
Hombre. Los adversarios políticos saben que la cohesión de ERC es un valor. Tampoco quiero ver fantasmas, pero es evidente que uno de los activos que tiene es que tiene unos liderazgos muy potentes, el president Aragonès, Oriol Junqueras, Marta Rovira... liderazgos muy potentes que están muy cohesionado. Eso es un valor. Entonces, normal que haya tentaciones de los adversarios políticos de decir hombre esta es una línea de flotación... pero, no. Tocarán hueso.

Yo no sé cuál es el proyecto de Junts para la emancipación nacional no lo sé ver

Habla de evitar la división entre los represaliados, pero es evidente que hay una división muy clara es entre los represaliados de ERC y los represaliados de Junts...
Yo no sé cuál es el proyecto de Junts para la emancipación nacional, no lo sé ver. Igual que tengo que respetar su posición ellos tienen que respetar la mía. Al mismo tiempo me sabe muy mal que hayan abandonado el Govern y que se hayan negado a negociar los presupuestos. Eso es una cosa. Otra es la unidad de los represaliados. Y la consideración de los represaliados y la solidaridad entre los represaliados, siempre. Y eso no lo romperé nunca. Eso es muy diferente. Puedo pensar que la posición política que defiende uno no es la adecuada, no la veo... pero eso en tanto que posición política de partido. Como represaliado somos hermanos. Puedo discrepar políticamente de las posiciones de unos u otros, pero en tanto que represaliados, ninguna fisura.

El caso de Laura Borràs, que ha empezado este viernes consideran que no forma parte de la carpeta de represión?
Claro que no tiene nada que ver con el 1-O. Es otra cosa. Ya nos hemos posicionado muchas veces, tanto en el partido como en el Govern.

El 52% sigue existiendo. Se tiene que rehacer la unidad de acción

Con la ruptura del Govern, la unidad independentista ha acabado de saltar por los aires después de que sumó el 52% en febrero del 2021...
El 52% sigue existiendo.

Sí, pero roto, sin unidad de acción...
Se tiene que rehacer.

 

¿Hay posibilidad de rehacerla?
Cuando hay un horizonte compartido tan relevante como querer votar es evidente que se tiene que reponer. Junts decidió marcharse del Govern, a nosotros no nos pareció bien. Habríamos querido que eso no pasara, sin embargo, en la medida que el país hay una mayoría que quiere votar y unos partidos que defendemos que se pueda votar, en este objetivo tenemos que ir juntos. Y lo haremos. Hay un proyecto que presenta el president el acuerdo de claridad...

Sobre el cual tampoco hay consenso...
Quizás en este momento la coyuntura es una, pero eso no quita que en la sociedad, que es a quien nosotros nos tenemos que dirigir, haya una mayoría que defienda unas posiciones que son las del referéndum y amnistía que existen y són mayoritarias, y eso lo tenemos que construir políticamente. Nosotros trabajamos en este sentido y emplazamos a todo el mundo a sumarse a este objetivo.

¿En el debate entre PSOE y Podemos sobre la ley del Sí es Sí, dónde se sitúa?
Lo ha expresado la consellera en varias ocasiones. Se tiene que avanzar en esta dirección. Para nosotros es una prioridad la lucha contra las violencias machistas, y poca cosa más a decir.

Con esta ley también en Catalunya se ha acabado rebajando condenas por agresiones sexuales. A finales de enero en Lleida salió a la calle un violador que acumulaba 19 agresiones sexuales...
Siempre tenemos que ver qué es lo que tiene de ley y qué es lo que tiene de sentencia. En todo caso, no quiero entrar en el fondo porque no quiero contribuir a la polémica. Hay un consenso muy general que el consentimiento es la piedra nuclear de esta ley y eso lo defiende el PSOE, Unidas Podemos y, por descontado, ERC. Sobre esta base se tiene que trabajar.

Igual que la política no puede interferir en las decisiones operativas del cuerpo, defiendo con igual vehemencia que no puede haber interferencias policiales en las decisiones políticas

Empezó su mandato como conseller con un enfrentamiento con la cúpula de los Mossos: destituyó al major Trapero y a la cúpula policial y le acusaron de hacer una purga. Nueve meses más tarde, en octubre del año pasado cesó también a su sustituto como comisario jefe Josep Maria Estela, se atribuyó a discrepancias sobre la apuesta del conseller por una dirección coral y a diferencias sobre el ritmo de feminización del cuerpo... ¿Cómo está ahora todo?
Fue un debate muy político. Siempre se han cambiado jefes, infinidad de veces. Parece que eso solo lo pueden hacer cuando gobiernan los que han gobernado toda la vida y que cuando lo hace otro partido que no es de los de toda la vida se cuestiona que pueda hacer que cambien las cosas. Tenía que haber una nueva etapa en el cuerpo y las decisiones estratégicas del cuerpo tienen una dimensión política que las tiene que decidir el político, porque para eso le votan los ciudadanos. De la misma manera que la política no puede interferir en las decisiones operativas del cuerpo, también defiendo con la misma vehemencia que no puede haber interferencias policiales en las decisiones políticas. Creo que el cuerpo necesita una feminización desde abajo, por eso la reserva de plazas, pero también en la cúpula directiva. Y también creo que la dirección del cuerpo tiene que ser colegiada. Porque el modelo de dirección y gobernanza de las organizaciones dice mucho, impregna mucho, el funcionamiento general. Y esta es una decisión que corresponde al responsable político, a la cual no renuncio, sino al contrario, la ejerzo.

Veo el cuerpo de Mossos muy motivado y muy unido. Se dan cuenta de que pasan cosas, que no está estancado

¿Cómo está ahora el cuerpo unos meses después de aquella polémica?
Creo que muy ilusionado y cohesionado. Estamos en un cambio brutal del cuerpo de Mossos d'Esquadra. Estamos pasando de 18 a 22.000 Mossos. Hay un crecimiento en el ámbito de las infraestructuras; una inversión muy potente en el ámbito de la investigación, la modernización del equipamiento, desde la nueva uniformidad de los agentes, nuevos vehículos que licitaremos para tráfico, las unidades de drones... Eso genera mucha ilusión. Al mismo tiempo hemos conseguido cosas como la jubilación anticipada, largamente reclamada por los agentes, que supone un rejuvenecimiento del cuerpo también muy importante. Por lo tanto hay camino, hay horizonte y el cuerpo es muy consciente. Ve que pasan cosas, que no está estancado. Ver que hay futuro, horizonte, contratación, que se hacen comisarías, se reforman otras... Eso da mucha motivación. Lo veo muy motivado y muy unido.

No obstante, con las destituciones se dio una imagen de los Mossos de mucha división. Y que seguía estando el mayor Trapero mucho presente, con un peso muy considerable, aunque entre bambalinas. ¿Eso se ha superado?
Realmente división, división, dentro del cuerpo no la percibí. Lo dije reiteradamente en todas las intervenciones en los medios de comunicación y en el Parlament. Otra cosa es que en el Parlament hubiera más interés en hablar de este tema. En el cuerpo, los cambios los tienen muy normalizados. Sí, hubo aquel momento, pero fue muy coyuntural y ha pasado.

El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, defiende su apuesta para garantizar la paridad en el cuerpo de Mossos d'Esquadra / Foto: Carlos Baglietto

No era solo en el Parlament donde se hablaba. Impactó en la prensa...
Es evidente que hubo mucho interés. Una vez dije la palabra ruido y me dijeron no hay ruido, hay interés. Y el cuerpo de los Mossos genera mucho interés. Se habló mucho. Pero ha pasado.

Por esta situación lo reprobaron en el Parlament. ¿Se sintió desautorizado?
No. Al final, a mí quien me nombra es el president de la Generalitat.

En la última promoción de Mossos y policías locales, entre los diez primeros siete eran mujeres y tres hombres

Desde la oposición, pero también algunas voces desde Mossos y Bombers, se ha criticado la propuesta de feminización del cuerpo, la tildan de maquillaje político. ¿Es maquillaje? ¿Un error? ¿Se trata de reacciones machistas?
No. Son legítimas. Todo el mundo tiene derecho a defender modelos antiguos, lo respeto. Un cuerpo que tiene un 20% de mujeres cuando la sociedad tiene un 50% de mujeres, es una anomalía que se tiene que corregir. O un cuerpo como el de Bombers que tiene un 2% de bomberas, es una anomalía que se tiene que corregir. Desde mi punto de vista, eso es pensar a lo grande, en futuro. Los cuerpos de seguridad se tienen que parecer a la sociedad a la que sirven, en la diversidad y en el género. Por eso la reserva de plazas y la apuesta por incorporar a más mujeres en las posiciones de mando. Todo cambio provoca reticencias. Ahora bien, también le tengo que decir, quien ha criticado la feminización dentro del cuerpo de Mossos es un sindicato. Legítimamente, pero uno. Y no es el mayoritario.

Ante esta reserva de plazas, hay quien argumenta que de un Mosso lo que interesa es que sea la persona más eficiente posible para hacer su trabajo...
Naturalmente. Y lo serán mucho. En la última promoción de Mossos y Policías Locales, había entre 1.200 y 1.300 aspirantes. Los que aprueban hace un curso de 9 meses. Si lo pasan ya entran como agentes del cuerpo. Había un poco más del 30% de mujeres que habían pasado las oposiciones y estaban en la Escuela y un poco más del 70% de hombres. Al acabar el curso, de los diez primeros, siete eran mujeres y tres, hombres. Ante esta crítica, respondo eso.

Ha habido una infiltración [de la policía española] en organizaciones y ha de haber una explicación, y esta explicación no la tenemos

Envió una carta al ministro Fernando Grande-Marlaska quejándose por la infiltración de policías en movimientos sociales de Catalunya. ¿Qué le ha contestado?
Como ha hecho en el Congreso, una respuesta muy evasiva, no entrando al caso concreto, con frases genéricas sobre principios generales del derecho, que podemos compartir pero no responden a este hecho concreto. Y este hecho concreto es grave. Hay una infiltración en organizaciones que tiene que tener una explicación, y esta explicación no la tenemos. Yo lo pido en tanto que soy conseller de Interior de este país y por lo tanto velo por derechos y libertades de los ciudadanos de Catalunya.

¿El cuerpo de Mossos tiene infiltrados entre movimientos de izquierda y antisistema, como la policía española?
Los Mossos solo actúan con orden judiciales. Y por descontado no tienen en organizaciones democráticas infiltraciones. No se tiene que infiltrar nadie en una organización democrática piense A, B o Z.

 

¿Aparte de esta polémica cómo están las relaciones con el ministro?
Las relaciones con el ministerio han fructificado en acuerdos positivos, como el de la jubilación, como consecuencia del acuerdo presupuestario de ERC, o el de incremento de los efectivos. Pero es evidente que tenemos modelos muy diferentes.

¿La judicatura vuelve a confiar en la policía catalana después del 1-O?
La judicatura son miles de jueces y no han dejado de confiar nunca. Investigaciones de delitos, de narcotráfico, de blanqueo... Los fiscales y los jueces han confiado siempre en el cuerpo de Mossos d'Esquadra. Después hay otras consideraciones que tienen una dimensión más política, pero lo que es la judicatura siempre han confiado y tenemos una buena relación. En ningún momento en los jueces y fiscales en el día a día de los temas que tienen entre manos ha habido ninguna desconfianza.

Los Mossos son víctimas también de este sistema que es injusto y que provoca que haya gente que no tenga vivienda

Elaboraron un protocolo de desahucios para evitar que los antidisturbios participen en los desahucios de familias vulnerables, que la PAH a criticar desde el primer día...
Quien desahucia no es el Mossos. Quien desahucia es una sociedad injusta, una sociedad que permite que haya gente que no tenga piso y no tenga vivienda digna, mientras hay miles de pisos vacíos en manos de grandes tenedores que hemos financiado nosotros a través de los 60.000 millones que el Estado dio en la época del PP a los bancos. Eso puede quedar muy grandilocuente pero esta es la cuestión. Aparte, de eso, nosotros lo que hemos arbitrado son protocolos, para que se contacte con los servicios sociales para intentar encontrar alternativas habitacionales y que el desahucio forzoso sea la última ratio y que, además, se haga de manera sustancialmente diferente ahora a cómo se hacía.

La semana pasada, sin embargo, hubo un desahucio en el barrio de Gràcia de un edificio con una familia vulnerable... 
Al final estamos hablando de leyes, pero también de responsabilidad. Hay leyes que se han aprobado en el Parlament, que dejan claro que no se puede desahuciar a nadie si no hay una alternativa habitacional siempre que sea de un gran tenedor. Pero el gobierno español la ha recurrido ante el TC. Acabamos centrando toda esta cuestiones en los Mossos d'Esquadra y al final son víctimas también de este sistema que es injusto y que provoca que haya gente que no tenga vivienda.

Pero la imagen de la ejecución del desahucio forzoso acaba siendo esta.
Tenemos que sacar el foco en eso, porque eso es el final de una cadena en que la injusticia está en otro lugar, es que esta sociedad tiene personas sin piso y miles de pisos vacíos en manos de gente que están forrados. Eso es una injusticia como una catedral.

Pero al final, los Mossos llevan a cabo la dirección política del Govern...
Un Govern que aprueba una ley que dice que no se puede desahuciar nadie sin alternativa habitacional y que esta ley se impugna davant del TC.