El sindicato Intersindical-CSC ha registrado este viernes un preaviso en el Departament de Treball para convocar huelga general la primera semana de febrero, justo cuando se iniciará el juicio del 1-O.
Con todo, según un comunicado del mismo sindicato, la huelga se convoca por los siete años de la aprobación de la reforma laboral del PP que el gobierno de Pedro Sánchez ahora se niega a derogar. La huelga tendrá lugar en todos los centros laborales del país, públicos y privados, y está prevista para los días 5, 6 y 7 de febrero, aunque el sindicato concretará próximamente en qué jornada será cuando se haga la protesta.
Los objetivos de la huelga son reclamar la derogación completa de la reforma laboral del 2012, un salario mínimo catalán de 1.200 euros mensuales, la recuperación de las leyes sociales aprobadas por el Parlament y paradas por el Tribunal Constitucional, la plena igualdad de género en los centros de trabajo, y el avance hacia un modelo de función pública de calidad y con condiciones laborales dignas, entre otros.
La Intersindical-CSC se reafirma, por lo tanto, en los motivos por los cuales convocó huelga de dos horas el 21 de diciembre pasado y ahora llama a secundar una de todo el día.
La CUP apoya la huelga
Ante la presentación del preaviso, la CUP ha dado apoyo a la convocatoria y se ha comprometido a trabajar para que tenga el máximo seguimiento tanto a los puestos de trabajo, como a los barrios y pueblos. "Sobran razones por una huelga general", ha afirmado el portavoz de la CUP Carles Riera.
La formación ha aplaudido "la valentía y la audacia" de la I-CSC al convocar la huelga y ha hecho un llamamiento "al resto de actores sindicales, políticos y sociales" a sumarse. Piden que sea "una auténtica jornada de lucha que pare todo el país", y que pueda dar respuesta "a la actual situación para devolver la palabra al pueblo, para recuperar derechos, y para que se paren las respuestas represivas a los problemas políticos y sociales".