Es momento de sacar la calculadora. El lunes arranca en el Congreso de los Diputados el debate de investidura y al día siguiente habrá la primera votación. Para ser presidente en primera vuelta, Sánchez necesita 176 votos, la mayoría absoluta, una opción remota pero no imposible que pasa por el independentismo. Si no alcanza la cifra, tendrá suficiente con obtener más síes que noes en la segunda votación del jueves. Aquí tendría bastante con la abstención de los diputados independentistas. Ahora bien, si ERC, JxCat y Bildu optaran por un no, Sánchez no podrá ser investido.
Para empezar hay que tener en cuenta que por primera vez no serán 350 los diputados que voten, sino 346, a raíz de la suspensión de los cuatro presos independentistas, Junqueras, Sànchez, Rull y Turull. El paso al lado anunciado este viernes por la tarde por Pablo Iglesias desencalla las negociaciones con el PSOE, que por la mañana ha abierto la puerta de Moncloa a su compañera Irene Montero. Si las negociaciones llegan a buen puerto y consiguen cerrar un acuerdo, la suma de salida serían los 123 escaños del PSOE más los 42 de Unidas Podemos-En Comú Podem-En Marea y el de Compromís. Es decir, 166.
Por lo tanto, para ser investido a la primera de cambio, necesitaría recoger 10 votos favorables más. De momento sabe que puede contar con Miguel Ángel Revilla, el líder del Partido Regionalista de Cantabria, que dará su sí a cambio de más inversiones en su comunidad. ¿De dónde pueden venir los otros 9? El omnipresente PNV, siempre a punto para apuntalar la estabilidad en España, ya ha dejado claro que no bloquearán nada y descartan votar que no porque lo último que quieren es una repetición de elecciones. Dependerá de la voluntad negociadora de Pedro Sánchez, dicen, que sus 6 diputados le voten a favor.
173 a 173?
Suponiendo que Sánchez consiguiera convencer a todos los partidos enumerados anteriormente, el primer recuento sería que PSOE+Unidas Podemos+compromís+PRC+PNB aglutinarían 173 diputados, a tres de la mayoría absoluta.
Los dos diputados de Coalición Canaria han advertido que no están en condiciones ni siquiera para abstenerse. Ahora todavía menos: abominan de la posibilidad de que Podemos forme parte del gobierno. Descartada la triple derecha, PP-Cs-VOX, todas las miradas se centran en el independentismo. ERC, con 15 diputados, de los cuales solo podrán votar 14 por la suspensión de Junqueras; JxCat con 7, pero con 4 votos efectivos porque no pueden contar con Sànchez, Rull y Turull; y Bildu con 4. ERC y Bildu ya han dicho que votarán lo mismo.
Las tres formaciones están pendientes de si fructifica o no un acuerdo entre PSOE y Podemos para acabar de definir su posición final. Sin los 42 escaños morados, qué hicieran los independentistas no tenía ningún interés. Ahora, sin embargo, son decisivos. Si optan por el sí, Sánchez superaría de sobra la mayoría absoluta necesaria. Y si se abstienen podrá ser investido en segunda vuelta. Ahora bien, si votaran que no, posibilidad muy poco probable, podrían tumbar a Sánchez, porque los no de PP+Cs+VOX+NA+CC+ERC+JxCat+Bildu suman, también 173. Y según el reglamento, en caso de empate no prospera la investidura.