Los equipos negociadores del PSOE y ERC se han reunido durante dos horas y media en el Congreso de los Diputados este jueves. El objetivo que ha marcado el encuentro es intentar acercar las posiciones para facilitar la investidura de Pedro Sánchez, que no saldrá gratis.
Desde las cinco de la tarde y hasta las 7 y media seis personas han dialogado en torno a una mesa. Para la banda socialista, Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Salvador Illa. Por la banda republicana, Gabriel Rufián, Marta Vilalta y Josep Maria Jové. Es el primer encuentro, pero a buen seguro que no será el último. Va a ir para largo. Los trece escaños de Esquerra son imprescindibles para poner en marcha la legislatura.
En los últimos días y horas, ha habido un acercamiento de posiciones por parte del PSOE. Este mismo jueves la vicepresidenta en funciones Carmen Calvo subrayaba los muchos "puntos en común" que tenía con ERC, un "partido histórico", y confiaba en entenderse para conseguir la investidura y una "salida viable" a la crisis catalana. Pocas horas más tarde, Ábalos admitía sin ambages que es un "conflicto político", alejándose de la idea tan repetida de la "crisis de convivencia". Lejos han quedado las proclamas por un gobierno que no dependa de los independentistas.
Por parte de los republicanos, las condiciones son muy sencillas: "un compromiso y un calendario" de una futura mesa de negociación entre el Gobierno y la Generalitat, donde cada parte pueda plantear lo que considere más oportuno. Muy en la línea de la Declaración de Pedralbes. Los republicanos ni siquiera piden que esta mesa se reúna antes del debate de investidura; simplemente el compromiso serio de que esta se conformará para abordar el conflicto político catalán.