Una jueza de Barcelona ha abierto diligencias sobre el ataque sufrido por un atril que instaló el martes pasado 26 de marzo el Ayuntamiento de Barcelona delante de la Jefatura de Policía para denunciar las torturas durante la dictadura franquista en este edificio de Via Laietana.
En una acta, a la cual ha tenido acceso Efe, la titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona ordena a Jefatura que aporte las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en la fachada de la comisaría, situada en el número 43 de Via Laietana, para comprobar si grabó el momento en qué se causaron los desperfectos, que fueron visibles a primera hora de la mañana del 28 de marzo.
La jueza también pide a Jefatura que facilite el número profesional de los agentes que se encontraban de guardia a las puertas de la comisaría la noche en que la placa sufrió el desperfecto. En la acta, que se puede recurrir y que ha sido notificado a la Fiscalía, la jueza acepta la personación del Ayuntamiento de Barcelona.
En la placa instalada por el Ayuntamiento el 26 de marzo, que apareció quemada dos días después, se podía leer que el edificio de Prefectura es el "espacio más emblemático de la represión política de la ciudad" durante el franquismo. De hecho, varias entidades han impulsado una campaña de recogida de firmas para que el edificio de Jefatura en Via Laietana pase a manos de la Generalitat o del Ayuntamiento de Barcelona para convertirse en un centro dedicado a la memoria sobre la tortura durante el franquismo.
Antes de que la placa fuera dañada, el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) emitió un comunicado en que denunciaba "el abandono institucional" y los "ataques" al Cuerpo Nacional de Policía en Catalunya y exigía que se retirara la placa, al considerar que estigmatiza el cuerpo policial.
La placa fue rehecha el pasado 1 de abril por el consistorio de Ada Colau, que en Twitter denunció el ataque por parte de un "grupo fascista" y avisó de que el atril sería renovado "tantas veces como hiciera falta" porque sirve para que se hagan públicos los relatos de centenares de víctimas de "terribles torturas durante el franquismo".