La fiscalía de Terrassa investiga al exconcejal de Cultura Amadeu Aguado (PSC) por, presuntamente, haber adjudicado contratos irregulares. Los hechos se remontan a cuando asumía responsabilidades como concejal de Cultura bajo el mandato de tres alcaldes socialistas diferentes: Pere Navarro, Jordi Ballart en su etapa al frente del PSC, y Alfredo Vega, quien asumió la alcaldía cuando Ballart rompió el carné.
Tal como informa la ACN, el caso ha salido a la luz a raíz de que un trabajador de una empresa del sector cultural envió una carta a Ballart, ahora alcalde con Tot x Terrassa, donde denunciaba las posibles irregularidades. Según este empleado, Aguado habría concedido contrataciones directas en la empresa Gestió i Assessorament d'Actes Culturals S.L. entre los años 2007 y 2019, firma donde trabaja su sobrino.
Por su parte, Aguado, ahora a la oposición, ha defendido que nunca ha hecho ninguna contratación a dedo y se ofrece para colaborar en todo aquello que sea necesario para demostrarlo. "Yo no he otorgado ningún contrato en dedo ni ninguna subvención a nadie", ha expuesto.
Una mano negra
Según fuentes municipales, al recibir el escrito, Ballart lo puso en conocimiento del coordinador general y de los servicios jurídicos del Ayuntamiento para que activaran los mecanismos oportunos. A partir de aquí, el documento siguió su trámite, y, entre otros, se informó de la situación al mismo Aguado. Paralelamente, se trasladó el escrito a la fiscalía de Terrassa, que abrió diligencias, a la espera de solicitar la documentación necesaria al consistorio para determinar la responsabilidad del político, si hay.
Además, Aguado opina que detrás de este caso hay una mano negra porque, recientemente, el PSC ha pedido a Ballart que destituya a la actual concejala de Cultura, la actriz Rosa Boladeras, ya que considera que adjudicó sin concurso público la organización del festival de poesía Elixir de Terrassa a la Asociación Elixir Poético, una entidad que se creó para organizar este certamen.
En este contexto, los socialistas impulsaron un expediente sancionador a Boladeras por posible vulneración del código ético local. El texto prosperó en el pleno del mes de abril con la voluntad, según el ejecutivo municipal, que se demuestre que no hubo malas praxis por parte de la concejala, a quien Ballart ha trasladado todo su apoyo.