Parece ser cuestión de tiempo que los restos de José Antonio Primo de Rivera sea exhumado del Valle de los Caídos, lo que no estaba tan claro es cuál sería el nuevo espacio donde se enterraría su cuerpo. Según informa La Razón, el próximo destino de los restos del fundador de la Falange se ha convertido en un foco de disputa familiar. Los descendientes de Primo de Rivera no se ponen de acuerdo, hecho que podría llegar a retrasar la misma exhumación.
Una rama de la familia, la que nace del hermano Fernando Primo de Rivera se decanta por que los restos sean inhumados en el cementerio de San Isidro (Madrid). En cambio, los descendientes de otra hermana del fundador de la Falange, Maria del Carmen Primo de Rivera, se decanta por que el cuerpo continúe en el Valle de los Caídos, pero no en el lugar destacado que ocupa actualmente, sino en un huesario, para ser reconocido como víctima de la Guerra Civil, tal como contempla la ley de memoria democrática.
La parte de la familia, que defiende trasladar el cuerpo hasta el cementerio de Sant Isidre, remarca que así el fundador de la Falange tendría sepultura al lado de Pilar Primo de Rivera, hermana y figura clave del régimen franquista. Sin embargo, la otra parte de la familia apuesta por seguir en el Valle al lado de miles de víctimas del franquismo. Según La Razón, esta última opción se debe basar en la desconfianza que finalmente el Valle de los Caídos acabe realmente por desacralizarse. El diario también apunta que no se esperan novedades sobre el futuro de la exhumación antes de Semana Santa, es decir, la familia todavía tiene sobre la mesa varias opciones a discutir.
Aprobación de la licencia de exhumación
El pasado lunes el proceso para exhumar el cuerpo de Primo de Rivera dio un gran paso: se ha concedido la licencia urbanística para retirar la "losa sepulcral" de la tumba. Una licencia que ha tardado mucho en ser aprobada e, incluso, se ha acusado al consistorio de poner palos en las ruedas en el proceso de exhumación del exlíder falangista. Sin embargo, parece que esta emprende su recta final.
El visto bueno de la familia y del Gobierno conducen en buen puerto esta exhumación que ha despertado la indignación de una minoría. La Falange está contra la familia de José Antonio Primo de Rivera y de la exhumación. "José Antonio no es patrimonio de su familia, por descontado. Ellos tendrán la capacidad legal de decir el que se hace con su cuerpo o no, como hemos visto con la familia Franco", defensa Manuel Andrino, cabe nacional de la organización del partido fascista. Por su parte, la familia ha remarcado su demanda por "respeto" a sus decisiones en un momento que quieren vivir "en la intimidad".