Un refugiado de origen iraquí, Salwan Momika, ha quemado este miércoles un ejemplar del Corán ante una mezquita de Estocolmo, en lo que ha sido el primer acto de este tipo autorizado por la policía sueca después de que los tribunales suecos han revocado recientemente una prohibición anterior apelando a razones de seguridad. Con la nueva interpretación han primado la libertad de expresión. Al acto han acudido unas 200 personas y ha contado con fuerte presencia policial. Ha transcurrido sin incidentes graves, aunque una persona ha sido retenida por la policía por llevar una piedra a la mano.

El autor de la quema del Corán, que ha coincidido con la jornada en la que los musulmanes celebran la fiesta del sacrificio, ha asegurado que su intención era criticar el Islam. Después de eso en tono provocador ha puesto tocino sobre el Corán -el cerdo es considerado un animal impuro en el Islam- y ha prendido fuego.

Protesta de Turquía

 

Turquía ha tildado de "despreciable" la nueva quema del Corán. "Es inaceptable permitir estas acciones antiislámicas con el pretexto de la libertad de expresión", ha indicado. Según algunos analistas, la quema con permiso judicial podría reafirmar el veto turco a la entrada de Suecia en la OTAN, ya por si complicado por el apoyo que el país nórdico da a los kurdos. Turquía mantiene el bloqueo a la ratificación del ingreso de Suecia a la OTAN, aprobado hace un año a la cumbre de Madrid.

El enero pasado se produjo una situación similar a Estocolmo, cuando el ultraderechista danés-sueco Rasmus Paludan quemó un ejemplar del Corán ante la embajada turca. Eso provocó una ola de protestas en el exterior, incluida Turquía. 

La policía sueca decidió denegar el permiso en febrero a dos peticiones de quema del Corán aludiendo a los riesgos que para la seguridad de Suecia podrían tener actos de este tipo, pero la Justicia ha rechazado este argumento en varias instancias los meses posteriores. "Los problemas de orden y seguridad a que remite la policía no tienen una vinculación suficientemente clara con las reuniones planeadas para rechazar el permiso", ha señalado en una sentencia a principios de mes un tribunal de apelación administrativo.

"Legal pero no idóneo"


El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha calificado el acto de hoy de "provocación" y ha admitido que era "legal pero no idóneo". "No pienso dar a los provocadores la atención que quieren. Pretenden provocar y ofender a los otros. Me centro en el hecho que Suecia entrará en la OTAN tan rápido como sea posible porque es importante para la seguridad sueca y de nuestra región", ha afirmado.

Suecia y Finlandia, que pusieron fin a su histórica no alineación militar a raíz de la intervención militar rusa en Ucrania, vieron admitidas las solicitudes de ingreso a la OTAN hace un año después de un acuerdo a última hora con Turquía para que levantara el veto. Pero mientras Finlandia ya fue aceptada como miembro de pleno derecho al principio de abril, Suecia sigue esperando vencer las reticencias turcas y húngaras.

Budapest ha criticado la actitud "hostil" de Suecia y ha apuntado que hay que resolver una "amplia cantidad de quejas", mientras que Ankara reprocha a este país nórdico que no extraditado kurdos vinculados a organizaciones que considera terroristas.