Después de meses en el foco de la atención mediática por la ley del solo sí es sí, que fue aprobada por una amplia mayoría en el Congreso de los Diputados, pero tuvo "efectos secundarios" indeseados, Irene Montero ha cedido a la prisión y ha aceptado que el Gobierno reforme esta normativa. Desde que se aprobó, más de 270 agresores sexuales se han visto beneficiados con reducciones de penas o incluso, saliendo en libertad. Los miembros socialistas del gobierno han ido pidiendo constantemente que la ministra de Podemos aceptara algunas enmiendas para que esta ley fuera más sólida y no hubiera cualquier otra interpretación posible por parte de los jueces. A estas peticiones se le han sumado otros partidos que han dado apoyo al gobierno durante la legislatura y que aprobaron la ley al Congreso, como el Más País de Íñigo Errejón, mientras que desde la derecha y extrema derecha se ha aprovechado la ocasión para pedir la destitución de Montero y atacar al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Meses después de convivir con estas críticas, será el mismo ministerio de Igualdad dirigido por Irene Montero quien llevará la iniciativa, según ha publicado La Vanguardia.
La ley del solo sí es sí es, junto con la ley Trans y la reforma de ley del aborto, otro buque insignia del ministerio en esta legislatura. Por eso, desde el primer momento en que se empezaron a reducir penas, Montero la ha defendido a diestro y siniestro, asegurando que la culpa que hasta 278 agresores sexuales se beneficiaran no era de la ley en sí, sino de la interpretación que hacían los jueces de su texto. Hace unas semanas, la ministra accedió a introducir una enmienda, pero esta no sirvió para detener la sangría de penas rebajadas. Desde el PSOE no han dejado de presionar a Montero, con comentarios defendiendo que la ley es necesaria, pero también había que reformarla para que fuera más efectiva. Esto es lo que ha terminado de convencer a Igualdad, que se encontraba en una situación insostenible: si Montero no tomaba la iniciativa, lo harían los socialistas.
Críticas a la ley del solo sí es sí desde partidos de izquierdas
Esta decisión contrasta con todas las declaraciones que ha hecho hasta ahora la ministra y otros cargos de su departamento, que no querían ni oír hablar de reformas. Ahora, parece que el PSOE los habría convencido de que es peor seguir aguantando a las críticas por unas rebajas que no cesan, que rectificar y enmendar la ley. Con todo, este mismo viernes, Montero ignoraba a las críticas de políticas de izquierdas como Manuela Carmena y la candidata de Más Madrid al ayuntamiento de la capital, Rita Maestre, asegurando que su ley estrella es sólida. "Lógicamente, compartimos la preocupación que tiene la sociedad por|para estos fallos judiciales que no se corresponden con el decreto de la Fiscalía, ni con el espíritu y la voluntad del legislador", se limitaba a decir a la ministra.
La tensión en el Gobierno por esta ley, que se había convertido en un lastre para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, llegó a su punto máximo unas semanas atrás, cuando la secretaría de Estado de Igualdad y contra la Violencia de género, Ángela Rodríguez, hizo un comentario desafortunado en un pódcast, bromeando con los efectos indeseados de la ley. Si ya era habitual que miembros de la oposición pidieran la destitución de Montero, en aquel momento incluso ves del PSOE pidieron repercusiones políticas. Rodríguez, mano derecha de la ministra, acabó pidiendo disculpas, pero asegurando que sus palabras se habían malinterpretado, dolida por el hecho de que la población hubiera podido entender su comentario irónico como una banalización de la violencia de género.