La llegada de la Semana Santa ha paralizado gran parte de la actividad política y parece que, durante unos días, todo está más o menos en calma. Este fin de semana el alboroto habitual de la política se ha apaciguado, pero eso no quiere decir que todo sea de color rosa, y a la vuelta, cuando queden menos de dos meses para las elecciones municipales y autonómicas, el ruido de unos y otros no hará nada más que aumentar. Se vivirán momentos especialmente convulsos en el espacio de la izquierda española, después de que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunciara el pasado domingo su candidatura a las elecciones generales de diciembre, sin antes haber llegado a ningún acuerdo con la formación mayoritaria en este espacio político, Podemos. Los de la formación morada no asistieron al anuncio de Díaz y le lanzaron algunas críticas por no haber cedido a hacer unas primarias abiertas.

Todos los reproches, sin embargo, han quedado en el aire a causa de los días festivos, y los dirigentes políticos descansan antes de recuperar la actividad parlamentaria. En este contexto, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha compartido una imagen que describe a la perfección este momento de la calma antes de la tormenta. Se trata de una instantánea de un momento de tranquilidad en un patio o porche de casa al lado de su pareja, el exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que lleva una camiseta con los colores del partido que fundó y toca una canción con la guitarra. Montero, con gafas de sol y una postura que denota serenidad, le mira sonriente. La ministra ha compartido la imagen acompañada de la frase "Pa’ llenar de porvenir los bolsillos del mandil", fragmento de la canción La luna me sabe a poco del grupo de rock Marea, hecho que indica que es posible que esta fuera la pieza que interpretaba su compañero. Así, la pareja reafirma su estima mutua, inevitablemente ligada a la formación política que ha definido sus vidas profesionales y personal y que se enfrentará a momentos decisivos en las próximas semanas.

¿Cuál es la situación entre Yolanda Díaz y Podemos?

Yolanda Díaz culminó, el pasado domingo 2 de abril un "proceso de escucha" que había iniciado en julio del 2022 con la plataforma Sumar, y que tenía como objetivo conocer las demandas de la ciudadanía y la sociedad civil con el fin de decidir si presentarse a las elecciones generales. "Daré un paso adelante: quiero ser la primera presidenta de España", anunció desde el polideportivo Antonio Magariños la ministra de Trabajo. Un anuncio que hizo acompañada de representantes de otras pequeñas formaciones de izquierdas del Estado, algunos expodemitas. Así, íñigo Errejón (Más País), Mónica García, Rita Maestre (Más Madrid) Ada Colau, Jéssica Albiach (En Comú Podem), Joan Ribó (Compromís), Alberto Garzón (Izquierda Unida), entre otros.

Los dirigentes de Podemos, como Ione Belarra o la misma Irene Montero, fueron las grandes ausencias del acto, ya que no se alcanzó el acuerdo de coalición con primarias abiertas, requisito que planteaban para asistir a Magariños. Aunque el mismo domingo desde el partido morado mantuvieron un perfil bajo, al día siguiente llegaron algunas críticas. Uno de los portavoces del partido, Pablo Fernández, acusó a Díaz de "no ser una izquierda verdaderamente transformadora", una posición que también defendió el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que reprochó a la ministra de Trabajo haberse erigido en representante de una izquierda "amable" que gusta al bipartidismo y a las élites de España. Iglesias, por su parte, rechazó que hubiera grandes diferencias ideológicas y lo atribuyó a una estrategia política de Díaz, errónea, según su opinión. "Si Yolanda no habla de la OTAN y de Ucrania no es porque|para que esté a favor del envío de armas, sino porque sabe que la prensa no la podrá criticar", señaló al exvicepresidente español. Finalmente, Montero advirtió a Díaz del peligro que supone que "escuche" las mismas voces que hace cuatro años prometieron a Íñigo Errejón que tendría "un muy buen resultado electoral" sin Podemos.

Con todo, desde de Unidas Podemos mantienen la mano tendida a Díaz para poder llegar a un acuerdo e insisten en que la prioridad es poder revalidar el gobierno de coalición con el PSOE y parar a un posible ejecutivo de PP y Vox.