El president Carles Puigdemont ha vuelto a tras en el tiempo, hasta mediados de septiembre del 2021, para recuperar unas declaraciones suyas con qué ya preveía el CatalanGate. En un encuentro en Asamblea Nacional francesa en París, Puigdemont se reunió con un grupo de diputados y senadores franceses para denunciar "la estrategia de represión del estado español". Así lo relataba la noticia de ElNacional.cat que hoy ha tuiteado Puigdemont, ya que entonces ya detallaba que esta consistía en una serie de acciones muy sofisticadas, que comportaban lawfare, noticias falsas y también un espionaje político para perseguir y atacar la reputación de disidentes políticos. Este, decía al president, es un "espionaje político de alta envergadura del cual tenemos pruebas, y que será debidamente denunciado". Estas declaraciones, que tal como ha recordado él mismo tuvieron lugar una semana antes de ser detenido en L'Alguer, parecen una profecía que se ha acabado cumpliendo con el estallido del escándalo del CatalanGate y el espionaje llevado a cabo por Pegasus. "Lo dije al Parlamento francés hace meses, una semana antes de mi detención en el Alguer. Quizás mientras participaba en aquella reunión también era espiado", ha ironizado el president recuperando la noticia de ElNacional.cat de aquella jornada.
Entonces, Puigdemont explicaba, después de reunirse con senadores y diputados de los grupos de la Francia Insumisa, Libertades y Territorios y Ecologistas, que tenía la intención de denunciar esta situación en el Parlamento Europeo porque el espionaje político supone "un delito muy grave" y el hecho de ser víctima y tener pruebas lo obligaba en su condición de eurodiputado a ponerlo en conocimiento de "todas las autoridades". "Es inaceptable. Ningún Estado de la UE se puede permitir una actitud de este tipo. Eso es una cuestión que preocupa enormemente porque esta deriva afecta muy seriamente a la calidad de la democracia europea y nos afecta en todos", aseguraba.
"España no se puede cambiar"
Desde la publicación de The New Yorker, el president Pugidemont ha sido muy activo para denunciar el espionaje. Aunque su nombre no aparece en el listado de 65 personas afectadas por las escuchas por medio de Pegasus, sí que hay muchas personas de su entorno. Ayer tarde, por ejemplo, participó en un debate con el vicepresident Oriol Junqueras en la plataforma La Base, creada por el exvicepresidente Pablo Iglesias. En su intervención, quiso dejar claro que el CatalanGate ha puesto en evidencia las debilidades del estado español, pero también de un sistema político ―"incompetente o cómplice"― que se ha mostrado incapaz de abordar las reformas necesarias, "de abrir el capó de este vehículo y cambiarlo todo". Así, Puigdemont advirtió que la democracia española tiene una mala salud de hierro, por lo que no ve posibilidad alguna de que pueda cambiar.
Para ilustrar estas afirmaciones, ha puesto como ejemplo la situación de la monarquía española, "corrupta y propia de países subdesarrollados", pero a pesar de todo, con capacidad para mantener el apoyo social, según las encuestas. "No ha pasado nada", ha remachado Puigdemont, que considera que la inmensa mayoría de los españoles no ven con preocupación la corrupción en la Casa Real.