El caso Trias, el caso Nicolay, el informe Veritas, la Fiscalía, la familia Pujol, el caso Palau, Marcelino Martín Blas, Victoria Álvarez, la brigada de revisión de casos, Daniel de Alonso, Alicia Sánchez Camacho, Método 3, Jorge Fernández Díaz, La Camarga, Paco Marco, Millet y Montull, la Gestapillo, Javier López Lamadrid el Compi yogui, Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, el fiscal Sánchez Ulled, los Cierco, el excomisario Villarejo, Patricia López y Público, la policía política, Jaime Barrado, Andorra, la brigada político-social, la Schola Iuris, la UDEF, Javier de la Rosa, Manos Limpias, el Banco Madrid, la Banca Privada d'Andorra, el informe PISA contra Pablo Iglesias y Podemos... i podría seguir.
El caso es que todo eso y un poquito más ha aparecido esta noche en el documental que se ha pasado en el cine Aribau de BCN. Se llama Las cloacas de Interior y lo han visto 1.600 personas, entre las cuales Carme Forcadell, Artur Mas, Xavier Trias, Gabriel Rufián, Lluís Llach, Marta Pascal y la presidenta y los miembros de la comisión de investigación de la operación Catalunya del Parlament. Y Jaume Roures y Jordi Évole, que han presentado el acto. En el pase de prensa de la mañana estaba presente, entre otros, el corresponsal del New York Times, Raphael Minder, que aún no se recuperado del impacto de lo que ha visto. O sea, que quizás acabemos leyendo alguna cosa sobre el tema en aquel periódico...
Y si no lo ha visto más gente es por dos motivos: 1) El aforo no daba para más, y: 2) (y sobre todo) Ninguna cadena de TV española lo ha querido emitir y por eso se ha tenido que pasar en un cine.
Pero, quedémonos un momento en el segundo punto y reflexionemos. Alguna cosa extraña tiene que pasar cuando de las cloacas del Estado sale la mierda a chorro que no te la acabas, por culpa de un enfrentamiento entre dos bandos de los operarios, y grupos mediáticos toman partido por una de las partes. Y algo extraño tiene que pasar cuando un documental que no quiere ser emitido por ninguna TV de ámbito español, la próxima semana será visto en el Parlamento Europeo porque lo han pedido varios eurodiputados y, de momento, no se verá en el Parlamento español..
Resumir el documental es complicado porque la trama les muy complicada, a pesar del esfuerzo del guionista, Jaume Grau, para suavizar el mazacote de información. Pero se consigue que mientras lo ves pienses: "¿Cómo puede ser que esto suceda en un país que se llama democrático? Sí, porque se pone luz a las cloacas del Estado, se denuncia a la mafia policial montada para atacar y destruir a los adversarios políticos y la impunidad con la que trabaja, se demuestra la debilidad del estado de derecho y se explica como funciona la trama político-judicial que gobierna a la sombra en España. Como dice en la última frase del documental el comisario Jaime Barrado, un policia que no entiende cómo puede ser que los que tendrían que ser los buenos ayudan a los malos: "El sistema está tan corrompido que expulsa a los decentes".
Y como ejemplo de todo ello lo que explica Jaume Bartumeu, exjefe de Govern del Consell de Andorra: Un buen día un grupo de personas entró ilegalmente desde España i vaciaron todos (TODOS) los archivos de la Banca Privada d'Andorra, vulnerando todo tipo de legislación nacional e internacional.
Pero, ¿sabe lo peor? Que estas denuncias no servirán de nada. Ni las que hemos visto y oído este miércoles ni las que vimos y oímos el domingo de boca del excomisario Villarejo en el Salvados de Jordi Évole. Por cierto, Jordi Évole denunció presiones para no emitir la entrevista y la entrevista se ha emitido. Y ha quedado demostrado que: 1) Quien sufría por las consecuencias de desvelar grandes secretos, sufría innecesariamente, y que: 2) Quien sufría, no conoce la realidad española donde, pase lo que pase, nunca pasa nada.
Ah, por cierto, sobre aquel programa, un comentario. Efectivamente, aquello fue un gran ejercicio de periodismo y fue muy interesante ver cómo mentía Villarejo, pero la operación Catalunya existe en los medios gracias al trabajo de la periodista Patricia López. Primero en solitario y después con la ayuda de Carlos Enrique Bayo en Público. Patricia López, sin el apoyo inicial de nadie, empezó en octubre del 2014 con el caso del Pequeño Nicolás y continuó en enero del 2015 con José Manuel Villarejo. A Patricia López le han amenazado, le han denunciado, le han insultado y han intentado detenerla. Y cuando tú hablas por teléfono con ella siempre pasan cosas muy extrañas en la línia.
Por lo tanto, reconocimiento total y absoluto al periodismo de investigación hecho por una persona que se la ha jugado. Un reconocimiento que podemos expresar de una manera muy sencilla: usted, y usted, y usted, y un servidor, y nuestro vecino... tenemos que presionar para que este documental pueda ser visto en el máximo de plataformas.
Porque tenemos derecho a saber la verdad más próxima a la realidad, no una cierta verdad tuneada que interesa a según quién para proteger a según quién. Y entiendo que ciertos grupos políticos callen porque piensan que dar pábulo a estas denuncias daría (más) razones a los indepes y que ya está bien que el estado actue de esta manera porque "antes corrupta y podrida que rota". Ahora bien, el día que esta gente vea en la portada de un periódico un informe falso sobre ellos, entonces será demasiado tarde. Para ellos y para todos.