La entrevista de Jordi Évole al President Puigdemont ha empezado con tres minutos y 37 segundos de imágenes de policías antidisturbios, ruido de helicópteros, gente manifestándose pacíficamente y el Palau de la Generalitat, encima de las cuales hemos oído voces de varias personas dando su opinión sobre el momento actual en Catalunya. La primera imagen de la conversación ha sido un primer plano de Carles Puigdemont que hemos seguido viendo cuando Jordi Évole le ha comentado: "Creo que nunca había hecho una entrevista con tanta tensión en el ambiente. Quien está de espalda en la puerta soy yo, o sea que si entra la Guardia Civil, avíseme". Y el presidente le ha respondido: "Pero creo que no lo vendrán a buscar a usted".
Y a partir de aquí un único y contundente "sí" a la primera pregunta: ¿Se hará el referéndum?, y la explicación de que la consulta se hará siguiendo lo que prevé la Ley Electoral General. Aquí Évole ha entrado al detalle sobre si en los colegios electorales habrá gente que garantice la legalidad de la consulta, sobre todo para los partidarios del "no", que no han hecho campaña, que no están movilizados y que no participarán. Respuesta: "si es cierto el que han dicho, que no había una mayoría independentista en Catalunya, claro que sí que estarán representados".
Entonces ha aparecido la metáfora del pastel. Évole le ha dicho al President si en la pastelería de su familia hacían los pasteles sin tener los ingredientes necesarios, como pasa ahora con el referéndum. Y él ha respondido que pasa como con los cruasanes, que todo el mundo pone su toque. Y que el ingrediente principal es el acuerdo y que este será un cruasán bueno parala función que hacen los cruasanes.
Entonces han entrado en el porcentaje mínimo de participación para que el resultado sea válido. Évole le ha reclamado repetidamente una cifra y el President ha repetido que la ley no dice nada de ello. Eso ha dado paso a la pregunta de: "¿Si no es puede hacer la consulta, habrá DUI?". Puigdemont ha dicho que no tiene nada decidido ni este tema está sobre la mesa, pero quizás antes de que se plantee, alguien del Gobierno acepta hacer un referéndum acordado. Évole le ha dicho que duda tanto de que pase eso como salga el No y ha recordado que el Gobierno español no ha aceptado la invitación para participar al programa.
Siguiente tema, Évole pasa declaraciones de hace tiempo de Jordi Sánchez y Oriol Junqueras para plantearle al President contradicciones sobre la cuestión de que los indepes buscaban la respuesta que ha tenido el Estado porque los favorece. Seguidamente, preguntas sobre si se ha planteado alguna vez rebajar la tensión existente (no), si ha habido llamadas de algún mandatario europeo (no), si el Estado todavía es interlocutor (el Estado sí, el Gobierno es una cosa diferente porque está instalado en el No).
- ¿Han hecho alguna cosa mal?
- Sí, diversas. La principal habernos creído que era posible entendernos con un gobierno español que no cumple.
- Diga otra que no acuse el otro...
- No, no, nos acusamos nosotros...
(Évole ríe mucho)
- Pero diga alguna que sirva para ustedes...
- Pactar con el PP. La vez del Majestic.
Seguidamente ha salido la aprobación de la Ley del Referéndum y las formas. Évole ha repasando varias leyes "menores" que necesitan 90 diputados del Parlament para ser aprobadas, mientras que esta lo fue por 72. Puigdemont le ha dicho que fue el único camino que encontraron. Évole ha expresado que había otro y que era haber sacado un resultado mayor a las últimas elecciones. Puigdemont ha planteado: "¿Con 90 diputados, la proclamación de la independencia habría sido legítima? Sí, pero estaríamos en el mismo debate que ahora". Han debatido sobre si aquella mayoría estaba lo bastante cualificada o no, cosa que ha servido en Évole para decirle al President, con un tono un poquito más subido que el que había hasta entonces, que si hubiera convocado elecciones anticipadas y hubiera sacado los 90 diputados, ahora no existiría este debate sobre legitimidades. Y aquí ha habido un corte de edición. Y se ha notado mucho. Seguramente de un fragmento poco importante, o por lo que sea, pero es que se ha notado muchísimo. Y eso es un error por parte del autor de la entrevista porque permite a sus críticos tener argumentos para ver fantasmas. Aunque el fragmento eliminado fuera prescindible, se tendría que haber dejado. Y el tema es más grave porque en el montaje hemos visto como en el contraplano aparecía un Puigdemont que no respondía la contudente afirmación (que no pregunta) de su interlocutor y que hacía un leve movimiento de cabeza que podría ser interpretado como le daba la razón.
Tema desobediencia: ¿Está desobedeciendo el President? Évole ha dicho que sí y Puigdemont que no, que él obedece el Parlament y a la ley catalana. Tema prohibiciones: Évole ha sacado imágenes del año 2014 cuando los Mossos retiraban las urnas de los referéndums que varias entidades organizaron con temas como la deuda o la soberanía energética y ha preguntado qué le parecían. Respuesta: los Mossos obedecen a los jueces. Repregunta: ¿Si el día 1-O los Mossos retiran urnas, le parecerá bien? Re-respuesta: Si el juez lo dice, sí. Pero si millones de personas están votando, sería poco sensato y no hay que caer en desproporciones. En todo caso la gente estaría votando según una ley del Parlament.
Cuando Évole ha sacado el tema de la convivencia lo ha hecho con unas declaraciones de Jordi Turull donde, según él, calificaba a los votantes del No de súbditos y le ha dicho al President: "cuando preparaba la entrevista pensaba que me diría que su portavoz no estuvo afortunado". Respuesta: "Si se interpretó como lo ha dicho usted es evidente que no ha hecho la formulación adecuada..." y cuándo iba a seguir el argumento, nuevo cortede edición. Y nuevamente se ha notado mucho. Y seguramente era necesario por el ritmo televisivo, pero una vez más me han dejado a medias y con la sensación de que se me perdía alguna cosa.
Seguidamente, Évole ha recuperado un vídeo de Carme Forcadell de mayo del 2013 y diciendo que este tipo de documentos se ven poco en Catalunya. Allí, la entonces presidenta del ANC decía que el Estado, el PP y Ciutadans "son nuestros adversarios. El resto somos el pueblo catalán y el resto somos los que conseguiremos la independencia". Puigdemont ha dicho que "si ha querido decir que unos son catalanes y los otros no, es un error e injusto para la trayectoria de Carme Forcadell" porque se han hecho muchos esfuerzos por hacer una sociedad plural e integradora. Y, de paso, ha defendido el trabajo que la actual Presidenta del Parlament está haciendo en la institución.
Tema del referéndum del Kurdistán, que se celebra este lunes. Puigdemont ha dicho que estaba a favor, Évole le ha recordado que en el 2014, en el Parlament, votó en contra del derecho de autodeterminación del Kurdistán y de un referéndum del Sahara. Y el President ha argumentado que no estaban convocados. Si tiene un momento, mírese que explican a la red sobre esta cuestión porque es una de las más polémicas ya que los favorables a Puigdemont hablan de trampa, porque la entonces Convergència votó en contra ya que no se reconocía el derecho de autodeterminación de los pueblos, y los contrarios a Puigdemont hablan de inmenso zasca.
- ¿Tiene miedo ser detenido los próximos días?
.... y para saber la respuesta hemos tenido que esperar que acabara un corte publicitario de seis minutos y veinte segundos y que ha finalizado con un separador donde decía "Jordi for President". ¿?
Pasado este tiempo ha llegado la respuesta:
- El Fiscal General ha planteado esta posibilidad. No me gustaría pero si tiene que pasar, haremos frente a cualquier situación. En todo caso no sería una buena idea.
Y la cosa ha acabado con Évole pidiendo un pronóstico del Girona-Barça. Como para desengrasar un poquito. Un clásico ya de las entrevistas.
Y si ahora me pregunta que qué sensación me ha quedado de la entrevista, le diré que no ha sido nada cómoda y eso me gusta, pero que no había que editarla como se ha editado. Y que sacar breves cortes de hace años de personas no presentes diciendo cosas en un contexto concreto es efectivo de cara al espectáculo porque pone el entrevistado en situaciones complicadas, pero poco útil de cara a oír los argumentos del propio entrevistado.