Desde La Moncloa ya avanzaban a primera hora de la mañana que sería una remodelación de gobierno "amplia" y que afectaría a la misma coordinación del ejecutivo. Y así ha acabado siendo, hasta el punto que el presidente español Pedro Sánchez ha acabado prescindiendo incluso de su jefe de gabinete, el gurú Iván Redondo, a menudo el chivo expiatorio para la oposición. El consultor político vasco lo ha acompañado desde 2017, desde que Sánchez recuperó la secretaría general del PSOE.
Así, Iván Redondo saldrá y su lugar lo ocupará Óscar López, hasta ahora consejero delegado de Paradores y también una persona muy próxima al presidente del Gobierno. De hecho, fue una de las personas del círculo más estrecho de Sánchez cuando recuperó la dirección del PSOE. Fuentes del Gobierno explican que la salida de Redondo ha sido pactada.
Se ha confirmado la remodelación "amplia" y profunda. Las bajas son importantes: salen Carmen Calvo (vicepresidenta primera), José Luis Ábalos, Juan Carlos Campo (Justicia, que ha gestionado la patata caliente de los indultos), Arancha González Laya (Exteriores), Pedro Duque (Ciencia) o José Manuel Rodríguez Uribes (Cultura y Deportes) e Isabel Celaá (Educación).
Entre los nombres que siguen, Fernando Grande-Marlaska en Interior, Margarita Robles en Defensa, Carolina Darias en Sanidad, María Jesús Montero en Hacienda, Reyes Maroto en Industria, Luis Planas en Agricultura y Miquel Iceta, que cambia Política Territorial por Cultura. También hay un importante ascenso, el de la vicepresidenta económica Nadia Calviño, que en un par de meses habrá pasado de ser la vicepresidenta tercera a la vicepresidenta primera. Teresa Ribera también sigue al frente de la vicepresidencia de Transición Ecológica. La mitad se queda, la mitad se va.
Entran nombres nuevos. Entre ellos, Félix Bolaños, hasta ahora uno de los cerebros en la sombra de La Moncloa como secretario general de la Presidencia. Ahora será el nuevo ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, justamente una cartera que asumía Calvo. La presidenta del Senado, Pilar Llop, será la nueva ministra de Justicia en sustitución de Campo. El actual embajador en París, José Manuel Albares, será el nuevo titular de Exteriores. La alcaldesa socialista de Gavà, Raquel Sánchez, será la nueva ministra de Transportes; la de Gandia, Diana Morant, la de Ciencia, y la de Puertollano (Castilla La Mancha), Isabel Rodríguez, la de Política Territorial y nueva portavoz del ejecutivo. La cartera de Educación la asumirá Pilar Alegria, hasta ahora delegada del Gobierno en Aragón.
Se ha hecho un sábado de julio, por sorpresa, pero se ha seguido el protocolo habitual. En primer lugar, Pedro Sánchez ha comunicado al rey Felipe VI la composición del nuevo ejecutivo, como establece la ley. Posteriormente, el mismo presidente español dará a conocer públicamente el nombre de los nuevos ministros. Tomarán posesión del cargo este lunes delante del monarca y el martes ya participarán de su primer Consejo de Ministros.
Hasta ahora, las crisis de gobierno habían sido mucho más acotadas. La primera fue por la salida de Salvador Illa para hacer de candidato del PSC en Catalunya, que se saldó con el cambio de Carolina Darias a Sanidad y la incorporación de Miquel Iceta a Política Territorial. La segunda y última tuvo lugar en abril, por la salida del vicepresidente Pablo Iglesias para hacer de candidato a Madrid. En aquel momento, Yolanda Díaz asumió la vicepresidencia que correspondía a Unidas Podemos y entró Ione Belarra como ministra de Derechos Sociales.