Horas después de haber defendido que el Hard Rock no supondría una "línea roja" para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat, el candidato de Comuns Sumar en las elecciones europeas, Jaume Asens, ha vuelto a recular y ha dicho que no renuncian a frenar el Hard Rock, y ha instado al PSC a que "acepte" que el macroproyecto de ocio en Salou y Vila-seca "no tiene cabida en la Catalunya de hoy". Las palabras de Asens durante la mañana de este miércoles en una entrevista en SER Catalunya, en la que apuntó que el Hard Rock ya no sería una línea roja para investir a Illa como president de la Generalitat, causaron estupor en el mundo político, cuando la férrea negativa de los Comuns fue la causa de que no se pudieran aprobar los presupuestos y lo que empujó a Pere Aragonès a adelantar las elecciones. Asens toma como ejemplo de que se puede cambiar de opinión, según las circunstancias y los intereses electorales, la posición de los socialistas hacia una amnistía que no querían y que acabó aceptando.
Una nueva vuelta de tuerca
La nueva vuelta de tuerca la dio Asens a través de un tuit en la red X (antes Twitter), en la que dice que "hoy he defendido que la mejor metodología para encarar unas negociaciones es ir con actitud flexible, pero sin renuncias. El PSC aceptó una amnistía que no quería. Ahora hace falta que acepte que el Hard Rock no tiene cabida en la Catalunya de hoy. Dejemos a los negociadores trabajar". El candidato de los Comuns a las europeas propone hacer equilibrios de ingeniería política cuando pretende que su partido "flexibilice" sus posturas hacia el macroproyecto, pero sin "renunciar" a impedir que salga adelante.
La vía de subir impuestos
Una manera de conseguirlo sería recurriendo a otra ingeniería, esta vez económica o más bien fiscal, para desincentivar el interés de los inversores y que el proyecto caiga por sí solo. Subir los impuestos en los casinos es esta vía de salida que los Comuns se plantean, y estudian exigir que se recupere la fiscalidad del 55% en los casinos, y que no sea del 10% como está previsto en el macroproyecto de las tierras de Tarragona. Así se ha manifestado David Cid en la entrevista de este jueves, que ha apuntado "Recuperar la fiscalidad del juego" como el camino a seguir por los comunes para frenar a los socialistas. "Si hacemos esto, el Hard Rock no se puede hacer".
El territorio, de espaldas
La aritmética que dejaron los resultados de las elecciones del 12-M los sitúa en una posición clave que puede desbloquear una mayoría parlamentaria, aunque la formación de Jéssica Albiach sacó seis escaños y perdió dos escaños con respecto al 2021, situándose como la sexta fuerza política del Parlament, detrás de PSC (42), Junts (35), ERC (20), PP (15) y Vox (11). Pero lo más significativo es que, a pesar de haber hecho del Hard Rock una línea roja infranqueable, su estandarte durante los últimos meses, y durante la campaña, la coalición Comuns Sumar sufrió un fuerte porrazo en Tarragona, donde esta férrea defensa del no al macroproyecto no tuvo recompensa. Todo lo contrario, los Comuns perdieron el escaño que tenían por Tarragona, donde consiguieron 12.106 votos (3,83%), lo que ha provocado también una reflexión de si la postura hacia el macroproyecto de ocio no responde a la verdadera voluntad del territorio.
Albiach dijo por activa y por pasiva que no daría apoyo a un govern que quisiera sacar adelante el proyecto del Hard Rock, pero ahora, con la posibilidad de tener un papel al mando de la Generalitat, los comunes tratan de contemporizar sus condiciones en las negociaciones con los socialistas y tratar de compatibilizar ambos intereses. El portavoz de los Comuns, David Cid, ha defendido que "solo hay una mayoría factible para que no haya repetición" (electoral), que es un acuerdo tripartito con PSC y ERC y que lo explorarán hasta el final. En cuanto a las negociaciones de la Mesa, ha dicho que Comuns Sumar "quiere estar" y ha abierto la puerta a que los republicanos presidan el Parlament para facilitar el entendimiento.