Las delegaciones de la Generalitat en el exterior, uno de los frentes de mayor polémica de la acción del Govern durante el procés, se han convertido también en uno de los puntos que ha provocado el interés de los grupos en la comparecencia del nuevo conseller de Acció Exterior, Jaume Duch, en el Parlament. El conseller ha garantizado que el Govern se propone consolidar y ampliar las delegaciones, tal como se comprometieron con ERC en el acuerdo de investidura, pero ha especificado que previamente será necesario analizar el trabajo llevado a cabo hasta ahora y "trabajar para definir mejor su rol". Con esta redefinición el Govern pretende "establecer con claridad cuáles tienen que ser sus objetivos para que resulten útiles a la ciudadanía, al margen de ideologías y evitando ocupar terrenos que no les correspondan".

Duch ha celebrado que el gobierno de Pere Aragonès ya había puesto en marcha un programa para mejorar la gobernanza de las delegaciones, ha asegurado que tienen claro cuáles tienen que ser los ejes de este nueva etapa de funcionamiento y ha puntualizado que las delegaciones en el exterior tienen que tener un papel de coordinación de las diferentes agencias y organismos de la Generalitat en el exterior. De hecho, ha subrayado que todas las conselleries tienen que recurrir a ellas para sus gestiones, dado que no son delegaciones exclusivamente de su conselleria sino de todo el Govern. "Las delegaciones tienen sentido si son útiles, si el coste beneficio es positivo, si es negativo se tendrían que reestudiar y ahora estamos en este proceso", ha insistido en la réplica.

Legalidad

La intervención de Duch no ha sido ajena al protagonismo asumido por el departamento de exteriores a lo largo del procés. El conseller ha dejado claro que el Govern de Salvador Illa tiene el objetivo de potenciar la presencia institucional de Catalunya en el exterior con voluntad de desarrollar al máximo sus competencias, però desde la estricto cumplimiento de la legalidad. "Estamos convencidos de que actuar desde máxima lealtad institucional es la mejor manera de que los objetivos que nos proponemos puedan llegar a buen puerto. Eso sí una lealtad que esperamos recíproca, con pleno respecto del resto de instituciones a nuestras competencias y nuestro autogobierno," ha remachado.

Con respecto a la oficialidad del catalán en las instituciones europeas ha asegurado que será una prioridad para el Govern y que así lo trasladó ya al ministro José Manuel Albares, con quien, según ha dicho, pudo constatar que el Gobierno trabaja con este objetivo de manera comprometida y seria. Con todo, ha destacado la dificultad que representa conseguir la oficialidad, por lo cual ha añadido que mientras no se apruebe, intentarán sacar el máximo provecho a las herramientas ya al alcance para el uso del catalán.

Represión

Desde Junts, Francesc Dalmases, ha interpelado a Duch sobre la imposibilidad de que Carles Puigdemont y Lluís Puig puedan estar en el Parlament a raíz de la no aplicación de la ley de amnistía; y ha advertido que las delegaciones en el exterior son mucho más que simples oficinas y tienen una misión política. Dalmases ha reprochado al conseller que, en su trabajo anterior como responsable de comunicación y portavoz del Parlamento Europeo, cerró la puerta en Europa a representantes del Govern de Catalunya y que no fue ni una sola vez a la delegación de la Generalitat en Bruselas. "Su hoja de servicios hasta ahora no nos ayuda a pensar que juegue con la camiseta que toca, necesitamos saber si jugará con la camiseta de Catalunya o seguirá jugando con la roja", ha remachado el diputado, que ha asegurado que les preocupa muchísimo que la acción exterior esté subordinada al partido socialista y al Gobierno, a quien ha responsabilizado de los obstáculos que sistemáticamente impiden el voto de los catalanes expatriados.

También el republicano Ruben Wagensberg ha expresado decepción por el rol que desplegó Duch en su anterior responsabilidad, cuando el Parlamento Europeo no permitió la entrada de los líderes exiliados a la Eurocámara; y ha preguntado a Duch si denunciarà en su acción como conseller que la represión continúa en Catalunya y que todavía hay diputados que siguen en el exilio.

En el turno de réplica, el conseller ha recordado que Salvador Illa ya reclamó en su intervención en el debate de investidura la aplicación de la amnistía a los líderes independentistas y ha replicado a las reticencias sobre su papel en la Eurocámara asegurando que desde su responsabilidad como responsable de comunicación trabajó en favor del catalán. "Estoy orgullosísimo de haber sido la persona que dio toda la visibilidad al catalán como lengua de comunicación en el Parlamento Europeo. Si hoy se usa con absoluta normalidad como si fuera una lengua oficial en toda la comunicación con los ciudadanos catalanes es porque hubo un director de comunicación que, incluso dejando de lado cuáles eran las reglas y los límites, puso lo que se tenía que poner para conseguir que eso fuera posible y ahora se vea con normalidad", ha asegurado, además de advertir que la defensa del catalán no tiene que ser un tema ideológico, sino puramente lingüístico.

Desde el PP, Cristian Escribano ha aconsejado al conseller que empiece a cerrar embajadas, "que no sirven para nada ni proporcionan beneficios", y se ha referido a la supuesta trama rusa del procés para aconsejarle que "no se equivoque de amigos". También Vox le ha instado a cerrar las delegaciones. Comuns y CUP han discrepado con el conseller sobre la representación de la Generalitat en Tel Aviv.

Influencia de Catalunya

Prèviamente, en la intervención inicial, Duch ha señalado seis ejes en que desplegara el trabajo de su conselleria. El primero es mejorar la presencia e influencia de Catalunya en las instituciones de la UE, estar presentes en los espacios de toma de decisiones que corresponde a la Generalitat, como el Comité de Regiones, o asumir la representación del Estado en el Consejo de la Unión Europea. En este punto ha adelantado que la Generalitat asumirá la representación de las CCAA en pesca, educación y cultura, que le corresponde este año, después de que hasta ahora el Gobierno había rechazado este papel.

El resto de ejes de trabajo se refieren a la participación en organismos multilaterales, como la UNESCO; la defensa de los derechos humanos -ha anunciado un aumento a los presupuestos del próximo año de los fondos dedicados a la cooperación con la población civil palestina-; el acompañamiento a la proyección económica de Catalunya; impulso de una política de cooperación al desarrollo sólida, feminista y alineada con los compromisos internacionales; reforzar la dimensión europea en el mundo local y consolidación de la relación con las comunidades catalanas en el exterior.