Jaume Giró (Badalona, 1964) es diputado de Junts y ha sido conseller de Economia i Hisenda en el gobierno de coalición entre ERC y su partido (2021-22). Periodista de formación, empresario, y alto directivo durante tres décadas en grandes empresas y entidades financieras, Giró expone en esta entrevista en ElNacional.cat su visión sobre el momento en que se encuentra Catalunya y defiende un concierto económico como el que rige en Euskadi como sistema de financiación más justo para que el país gestione sus recursos y pueda sostener el bienestar social.
La cuestión de la financiación se ha vuelto a poner sobre la mesa a raíz de las negociaciones, de momento sin resultado, para la investidura del próximo president de la Generalitat. Señor Giró: ¿dónde estamos? ¿Cuál es la situación del país?
Catalunya vive hoy en una encrucijada decisiva para afrontar unos retos que son inesquivables. Podríamos decir, sin exagerar, que estamos en una situación de emergencia. ¿Por qué? Porque llevamos muchos años con menos recursos de los que necesitamos y tenemos una serie de retos ineludibles que afrontar ya: en el mundo de la educación, en el mundo de la sanidad, en el mundo de la burocracia, de nuestra propia lengua, también del ecosistema de universidades, investigación y ciencia. En todos estos frentes necesitamos más dinero, necesitamos nuestro dinero para poder salir adelante.
Los últimos datos disponibles sobre la evolución del déficit fiscal, es decir, la diferencia entre lo que aporta Catalunya a partir de la recaudación de impuestos al Estado y lo que después recibe en forma de inversiones del Estado, se eleva a casi 22.000 millones de euros. ¿Esta situación es soportable durante mucho más tiempo? El crecimiento del déficit fiscal es continuado desde hace 40 años...
La situación que yo resumía antes es debida a esta infrafinanciación, que es injusta, desleal por parte del Estado, deliberada y que nos impide avanzar como necesitamos. 22.000 millones es la mitad de todo el presupuesto de la Generalitat. ¡22.000 millones es el 9,6% del PIB catalán! Y 22.000 millones es poco menos de lo que Alemania, la gran locomotora de Europa, aporta a la Unión Europea: 23.000 millones cada año. ¡Alemania, el país más rico de Europa! Y pensad que Francia aporta 13.000 millones a la Unión Europea. Pues bien, Catalunya, 22.000 millones de déficit fiscal, de acuerdo con los últimos datos. En los últimos 40 años ha sido entre el 8% y el 10% del PIB cada año, de manera sistemática, endémica y desleal.
22.000 millones de déficit fiscal entre Catalunya y España es poco menos de lo que Alemania aporta a la Unión Europea
En su etapa como conseller de Economia i Hisenda, usted empezó a proponer una fórmula de financiación para Catalunya que supondría salir del actual régimen común para evolucionar hacia un sistema similar o igual al concierto económico vasco o el convenio navarro. ¿Cree que esta sería la mejor solución?
A ver: es la única solución. A veces no entiendo este miedo catalán a no llamar a las cosas por su nombre. Catalunya merece y necesita el concierto económico. Y es la única vía para solucionar definitivamente este drenaje continuo de recursos que Catalunya ya no puede soportar más. Mire: todas las injusticias que sufren los pueblos se sufren hasta que un día se acaban. Este día tiene que llegar ya, porque Catalunya no puede más. Muy a menudo oímos que en Catalunya ya somos 8 millones. Es verdad. Lo que no se dice es que ahora somos más pobres. En 2002 éramos 6.400.000 personas en Catalunya y, ahora, 8 millones, un poco más. Es verdad. Por lo tanto, hemos crecido un 25% en 20 años. Somos un 25% más de gente, pero somos un 16% más pobres. El PIB per cápita hace 20 años era el 22% superior a la media europea. ¡El 22% superior! Hoy es el 2,1%. Esta es una situación que no puede continuar. Es evidente que este empobrecimiento repentino e injusto de Catalunya no puede ser a cambio que otros territorios se enriquezcan, como está pasando, o que puedan suprimir impuestos o que puedan rebajar impuestos y que Catalunya no lo pueda hacer. Porque, entonces, el agravio es total y absoluto, en contra de todos los catalanes.
Catalunya merece y necesita el concierto económico porque ya no puede más. En 20 años, hemos crecido un 25% en población, pero somos un 16% más pobres
A veces se ha propuesto, por ejemplo con el pacto fiscal que propuso el president Artur Mas, o con la financiación singular que se ha propuesto desde el actual gobierno en funciones de la Generalitat de Pere Aragonès, una especie de concierto con mecanismos de 'solidaridad' con el Estado. ¿Su propuesta también sería esta o exactamente igual que el concierto vasco, con una cuota por los servicios que presta el Estado en la comunidad?
No creo que los vascos y los navarros... entre quienes tengo amigos y familiares, y por lo tanto es una tierra que quiero mucho... no creo que el País Vasco sea un territorio insolidario, egoísta, privilegiado. Yo quiero lo mismo que Euskadi para Catalunya, para todos los catalanes. Y estoy convencido de que cuando tengamos este concierto económico, no habrá ningún partido en el Parlament de Catalunya, ninguno, ni el PSOE ni el Partido Popular, que quieran volver a la situación actual. Porque ya dura demasiados años y ha llegado a un punto que hace que nos empobrezcamos, que nuestros hijos y nietos tengan menos oportunidades de las que merecen y, por lo tanto, esto se tiene que acabar. ¿Qué es el concierto económico? El concierto económico es poder recaudar y gestionar todos los impuestos y pagar una cuota al Estado por los servicios que presta. Punto. Nadie puede decir que Catalunya es insolidaria. Si hay un territorio solidario, ha sido Catalunya, que lleva más de 40 años con este déficit fiscal. No podemos continuar con esta situación que, además, no nos permite hacer la política que Catalunya necesita.
¿Por qué PP y PSOE, los grandes partidos estatales, dan pleno apoyo y sostienen el concierto vasco y el convenio navarro, que incluso están blindados constitucionalmente, y no lo aceptan para Catalunya?
Es una pregunta que tiene una parte que se puede explicar y otra que no del todo, en el sentido siguiente. En el origen, todo el mundo sabe que, históricamente, los conciertos se basan en la tercera guerra carlista, y que se llegó a un pacto para [aplicar] este sistema y que después, con el franquismo, lo mantuvieron únicamente las provincias que eran leales al régimen franquista...
Es decir, Álava y Navarra...
Solo Navarra y Álava, efectivamente. Son argumentos históricos que, como puede usted comprender, se toman circunstancialmente porque conviene. También podemos decir que nosotros, antes de la derrota de 1714, teníamos todos los derechos y Catalunya era un estado-nación entendido como se entendía en el siglo XVIII, que no es como lo entendemos en el siglo XXI, y que gestionaba sus propios recursos. Por lo tanto, todo el mundo puede encontrar los argumentos históricos que más le convienen. La realidad de las realidades es que Catalunya no puede soportar más una situación de injusticia como la que estamos sufriendo. La media europea de financiación en sanidad es el 8 y en Catalunya el 4. Y en educación, en Catalunya hacemos el 2 y medio, cuando la media es el 4 y medio en Europa. Para que Catalunya esté al nivel europeo, tendríamos que invertir 14.000 millones de euros más. Solo en educación y sanidad. Cualquier persona que utilice habitualmente la sanidad pública catalana sabe que necesitamos más recursos, que este incremento de la población y de los servicios no ha ido acompañado de la inversión necesaria. Solo con estos dos pilares del estado del bienestar necesitamos 14.000 millones más. Además, tenemos que proteger el estado del bienestar en su globalidad: prestaciones sociales, igualdad de oportunidades, el sistema de investigación, ciencia y universidades, que es lo que te hará ser un país con talento. Y un país con talento es el que te lleva a ser un país competitivo. Pues todo eso no lo podemos acabar con una financiación singular, que no sabemos exactamente qué quiere decir.
El otro día aparecieron unos datos de la autoridad fiscal, la Airef, según los cuales cada ciudadano de la Comunidad de Madrid recibe, con el sistema de financiación vigente, 183 euros por encima de la media. Y, en cambio, un catalán recibe 43 euros, por debajo de la media. Cuando se habla de que en los últimos años Madrid se ha espabilado económicamente y que Barcelona ha quedado rezagada, no podemos pensar que la financiación premia a Madrid y castiga a Catalunya, que tienen el árbitro a favor?
La Airef, que es la autoridad fiscal independiente, como todo el mundo sabe, no es precisamente sospechosa de tener demasiada sensibilidad con Catalunya ni con el soberanismo. Por lo tanto, que la Airef diga que el sistema actual de financiación beneficia a Madrid es para tenerlo muy presente. Al mismo tiempo, la máxima portavoz de la Airef también dijo que Catalunya no puede tener el concierto porque nosotros somos demasiado grandes, que el País Vasco sí que lo puede tener y nosotros no. Oiga, mire: se trata de un tema de justicia y, por lo tanto, Catalunya merece y no solo merece, sino que necesita el concierto económico para hacer frente a las necesidades que tenemos. Con respecto a Madrid, no solo le ayuda el sistema de financiación actual, sino que, además, Madrid es una hipercapital de un estado muy centralizado, que es España. Y tiene un efecto aspiradora que no va en contra de Catalunya, no, va en contra de todas las comunidades del estado español, no solo de Catalunya. Como más de una vez tuve que discutir en el Parlament, bastante hacemos en Catalunya. Hace 20 años, estábamos al 19% del PIB del conjunto de España, y hoy seguimos estando al 19%, sin ser capital de Estado. ¡Sin ser capital de Estado! No hay ningún estado en Europa donde la segunda ciudad esté en el 19% del PIB del Estado. Ni una sola. Ni en Gran Bretaña, ni en Francia ni en Italia: están mucho más lejos. Catalunya está haciendo un gran esfuerzo pero es gracias al sacrificio de los ciudadanos de Catalunya, con toda la cantidad de trabajo que pequeños y medianos empresarios están haciendo para mantenerlo. Pero ha llegado un punto que, con el incremento de la población, una población que cada año, afortunadamente, tiene una esperanza de vida mayor...
Madrid es una capital de un estado muy hipercentralizado y tiene un efecto aspiradora que no va solo contra Catalunya, sino contra todas las comunidades del estado español
... un incremento que, en buena parte, es debido a la fuerte inmigración recibida en los últimos 20 años...
Totalmente, pero cuidado. Cuidado porque no tendríamos que caer nunca en estos discursos demagógicos de la ultraderecha, tanto la catalana como la española. La inmigración ha sido muy necesaria, y es necesaria. Pensad que si la media de los catalanes por pareja es tener 1,1 hijos, el PIB de Catalunya no habría crecido estos últimos 25 años si no hubiera venido inmigración como ha venido a lo largo del último siglo, siempre, a Catalunya. Por lo tanto, la inmigración es una fuerza de trabajo, además de personas con cara y ojos que merecen todo el respeto y toda la dignidad. La inmigración ha ayudado, que nadie lo olvide, al crecimiento económico de Catalunya. Otra cosa es que necesitamos también los recursos para integrar a toda la inmigración que viene, la inmensa mayoría de la cual viene aquí a trabajar y a labrarse un futuro. Otra cosa es la delincuencia que se tiene que perseguir, y la multirreincidencia todavía más. Pero la inmigración no se puede criminalizar, porque también desde el punto de vista económico, y, por supuesto, desde el punto de vista humano, es un elemento fundamental en el crecimiento de Catalunya. Si Catalunya ha ido creciendo y mantiene la competencia con Madrid, a pesar de todo, es también gracias a la inmigración.
Recapitulando: ¿su propuesta de concierto económico para Catalunya se diferencia de la financiación singular que propone el actual Govern en que no hay una vía de contribución, de 'solidaridad' con el resto de autonomías?
Es que Catalunya es un territorio muy solidario. Es el más solidario de todos. Y llevamos 40 años siendo los más solidarios de todos. Si nosotros empezamos a decir... 52.000 millones, que es lo que se recaudó en Catalunya el año 21, pero le sacamos una cuota por los servicios que presta el Estado y una cuota también de solidaridad y una cuota de no sé qué, al final nos quedaremos igual. La financiación singular, lo que no puede ser, es una tomadura de pelo singular. Y vamos en camino porque solo para ponernos en educación y sanidad al nivel de la media europea, solo para eso, ya necesitamos 14.000 millones. Después, necesitamos recursos para gestionar la inmigración, para fortalecer la lengua y la identidad, y el sistema de universidades, investigación y ciencia, que está muy debilitado, para conseguir que los mejores talentos de Europa vengan a estudiar a Catalunya.
¿Los fondos europeos que ha recibido España no han servido para revertir la infradotación financiera en estos ámbitos?
El problema más importante de fondo es que España es un país que vive por encima de sus posibilidades. Si un país necesita de este drenaje de Catalunya, año tras año, de 20 o 22 mil millones de euros, y, además, las ayudas de Europa... España, cada año, desde el año 86, recibe ayudas de la Unión Europea. En este momento, está recibiendo 60 mil millones de euros del fondo de desarrollo regional, el FEDER, fondo de cohesión y fondo de transición justa: 60.000 millones en los últimos cuatro años, hasta el 2025. 60.000 millones en cinco años, 12.000 millones cada año y, además, 140.000 millones de los fondos del Covid-19, los Next Generation: 70.000 de inversión directa y 70.000 a crédito. Más 60.000, como decía, de fondo de cohesión. Junto con Polonia, España todavía es hoy el país que más fondos de cohesión recibe. Luego es evidente que si España necesita todo el drenaje de recursos del déficit fiscal catalán y los fondos europeos es porque vive por encima de sus posibilidades. Y le diré una cosa: yo no sé si Europa se lo puede permitir, pero Catalunya ya no se lo puede permitir. Lo que necesitamos, y la única solución definitiva al problema, es el concierto económico. Igual que existe en otras comunidades, exactamente igual puede existir en Catalunya.
Si España necesita el drenaje del déficit fiscal catalán y, además, las ayudas de Europa, es que es un país que vive por encima de sus posibilidades
No se entiende en ningún sitio que haya un déficit fiscal del 9,6% del PIB. Pensad que la provincia más rica del Canadá, Alberta, aporta un 3,9% en total al Canadá. Y California, el estado más rico de los Estados Unidos, aporta el 4% de su PIB al gobierno federal. Y, además, tanto Alberta como California tienen cada año a su disposición la publicación de las balanzas fiscales con el Estado. No sé qué quiere decir financiación singular, y probablemente no es la denominación más acertada. La señora Alícia Sánchez-Camacho [expresidenta del PP de Catalunya] ya proponía una financiación singular en el año 2013. Un año después, la señora Camacho le dijo al señor Villarejo que me persiguiera a mí también en la guerra sucia contra los independentistas. Si ella lo proponía... hombre, ya nos podemos imaginar que la financiación singular, un cambio demasiado sustancial, demasiado trascendental, no debe ser.
Sin embargo, ¿qué le permite tener esperanzas, o la perspectiva, que ahora nos encontramos en una situación política en la que se podría sacar adelante esta reforma radical del sistema de financiación?
Reforma no sé si radical, radical en el sentido de cambio, sí. Porque si lo que se pretende con la financiación singular es hacer un retoque cosmético, Catalunya ya no está para retoques cosméticos, ¿me entiende? Catalunya está en una situación de emergencia, y necesitamos un cambio sustancial. ¿Qué me hace pensar en ello? Me hacen pensar dos cosas. La primera, la necesidad inesquivable que tenemos de reformar la financiación y que sea una financiación justa, en forma de concierto. ¿Justa qué quiere decir? Justa quiere decir ajustada a las necesidades y derechos que tiene Catalunya. Y eso se llama concierto económico: recaudar todos los impuestos, gestionar todos los impuestos y pagar al Estado la parte de los servicios que presta aquí. Completamente. A los catalanes no nos gusta ir de gratis. Con los servicios que nos prestan colaboraremos, con lo que realmente toque. Y la segunda cosa que me hace pensar en ello es la fuerza que tienen ahora Junts y Esquerra, Esquerra y Junts, en el Congreso de Madrid. Evidentemente, no creo que ello sea posible porque el gobierno del PSOE o el gobierno del PP en el futuro nos quiera mucho. Sino por| la necesidad que ellos también tienen de esos 14 diputados.
Una vez la amnistía está ya publicada en el BOE, lo más prioritario y necesario para el bienestar y la prosperidad de Catalunya es el concierto económico
La ministra Margarita Robles ha dicho que la llave de la caja es la línea roja en toda la negociación con los independentistas...
Catalunya tiene que ir a por todas, tiene que olvidarse de declaraciones de la ministra Robles, etcétera. Y pedir una sola cosa en este momento. Una vez que la amnistía está ya publicada en el BOE, ya está en marcha, la única cosa, lo más prioritario y más necesario para el bienestar y la prosperidad de Catalunya es el concierto económico. Yo confío en ello. ¿Por qué confío? Porque son 14 diputados imprescindibles. Y porque el señor Pedro Sánchez los necesita para continuar en la Moncloa. Yo dudo mucho de que esté pensando en convocar elecciones. Todo puede pasar en la vida. Lo que pienso, y evidentemente la realidad me puede rectificar dentro de un tiempo, es que él quiere continuar en la Moncloa y aguantar todo lo que pueda hasta que la derecha y la ultraderecha se fragmenten tanto que el PSOE tenga la oportunidad de ser la lista más votada. Nosotros tenemos que aprovechar eso y lo tenemos que hacer de manera desacomplejada, porque Catalunya no es ningún territorio que busque ningún privilegio, busca justicia, no privilegios, justicia. Y al final, los pueblos acaban consiguiendo lo que buscan. Ahora que hablamos de Madrid, a menudo se ha dicho que Catalunya no quiso en su día el concierto económico...
... durante la Transición...
Eso no es verdad. Se ha dicho muchas veces, pero, como tantas cosas, se dice con algún interés. Aunque fuera verdad, que no lo es, si no lo quisimos y ahora lo quisiéramos, también tendríamos derecho. No, es que además es mentira. En septiembre del año 78, cuando se estaba negociando el Estatut de Sau, Esquerra y Convergència, Convergència y Esquerra, pidieron el concierto económico con estas palabras. ¿Qué pasó? Pues que el Partido Socialista, el PSUC, a menudo idealizado en Catalunya, UCD, Alianza Popular y Centristes votaron que no. Eso es historia. Convergència y Esquerra fueron juntos de la mano, votaron que sí: 4 votos contra 17 en contra. En noviembre, se volvió a repetir esta votación, porque Convergència y Esquerra querían el concierto. Y con el capítulo de finanzas del Estatut se volvió a poner a votación. Y volvió a salir que no porque los partidos que he citado votaron en contra: 17 contra 4. Ahora, nosotros tenemos una posición importantísima en Madrid. Siempre que hemos avanzado ha sido cuando tenemos posiciones importantes en Madrid, decisivas, porque si no, es muy difícil avanzar.
Desde la cesión del 15% del IRPF, que fue una gran revolución en las negociaciones de la financiación autonómica a partir de los años 90, hasta ahora, el resultado es que la Agència Tributària Catalana solo recauda el 9% de los 52.000 millones de euros en impuestos que se generan en Catalunya. Entonces, después de 40 años, se hace difícil pensar que sin una independencia política se pueda conseguir un sistema como el que usted propone. Un concierto económico que es una plena disposición de los recursos fiscales que genera el país...
Lo que nos tendríamos que preguntar es, primero: ¿cómo es posible que en el año 2024 Catalunya solo pueda recaudar el 9%?
No llega a 5.000 millones de euros...
Lo sé, 4.900 millones de euros. 4.900 millones de euros de 52.000, de acuerdo. Estos 4.900 son impuestos cedidos, 4.500 millones, e impuestos propios, 400. Lo digo, permítame que aproveche, porque cuando se dice que esto es un infierno fiscal porque Catalunya pone no sé cuántos impuestos propios... Todos los impuestos propios de Catalunya suman 400 millones. Y bastantes de ellos los suprimiría porque son del todo ineficaces, no sirven para nada, ¿de acuerdo? Pero Catalunya no es un infierno fiscal por los impuestos propios, lo es porque le falta financiación y tenemos que mantener unos impuestos que en Madrid pueden suprimir, y, por supuesto, otras comunidades. La primera condición del autogobierno de una nación es gestionar sus propios recursos y el principal instrumento para poder someter a aquella nación es quitarle estos recursos. Con eso le contesto la pregunta. Es evidente que hay una acción deliberada para detraer los recursos que genera Catalunya para, de esta manera, poder tener un control de las políticas que se hacen a Catalunya.
En caso de que Catalunya finalmente obtuviera el concierto económico, ¿cómo se pondría en marcha? ¿Sería inmediato o habría que esperar un tiempo? ¿Habría una transición?
Primero, tenemos que tener muy claro que es un tema de voluntad política. No es un tema de si puede ser o no puede ser: si hay voluntad política, se puede hacer. En la distribución de recursos, está la distribución horizontal entre comunidades, en la cual ya sabemos que nosotros somos los terceros en recaudar y los decimocuartos en recibir, pero también está la distribución vertical [la relación Estado-autonomías]. La administración del Estado, en los últimos diez años, ha incrementado su bolsa de dinero un 88%. ¡88% en diez años! Y el conjunto de las comunidades, el 40%. Es evidente que hay un desequilibrio vertical. Se puede hacer. Y una vez se llega al acuerdo político, eso se hace de manera gradual, progresiva. De la misma manera como se hizo con los Mossos d'Esquadra. Hay un plan de despliegue. Serían 3-4 años hasta que el concierto económico esté vigente plenamente. Es evidente que si la Agència Tributària de Catalunya hoy [solo] recauda y gestiona el 9% de los impuestos, tanto a nivel de personal como a nivel técnico, necesita un cambio que no se hace de la noche a la mañana.
Usted ha sido durante muchos años alto directivo empresarial y bancario. Le quiero pedir su opinión sobre la opa del BBVA al Banc Sabadell. ¿Qué impacto puede tener esta operación en el corazón del sistema financiero catalán?
El sistema financiero catalán ya tiene un alto grado de concentración bancaria. La integración entre CaixaBank y Bankia ya supuso que el 75% del negocio de créditos y el 75% de las oficinas prácticamente estuvieran ya en manos de cuatro entidades. El grado de concentración bancaria en Catalunya, hoy, es de 2.500 puntos en un índice del Banco Central Europeo. Pensad que la concentración bancaria moderada, tolerada, admitida en general por el BCE, se sitúa entre 1.800 y 2.000 puntos. Aquí estamos en 2.500. Si la absorción del Banc Sabadell fuera adelante, tendríamos una cuota del 80%, 80% de las oficinas, que cada vez son menos oficinas, desgraciadamente, y 80% de los créditos, en manos de tres entidades. Cuando hay menos oferta, hay menos competencia entre bancos. Por lo tanto, el cliente es el que sale perjudicado. No sería bueno ni para el sistema ni tampoco, sobre todo, para el cliente, para el usuario. Y, especialmente, para los 650.000 autónomos y pequeños empresarios catalanes. El pequeño empresario normalmente tiene el crédito con dos o tres entidades. Si dos de ellas se fusionan, y al cabo de un tiempo dos más se vuelven a fusionar, los costes serán superiores...
Es decir, hay una tendencia hacia el monopolio...
Exactamente. Esta tendencia es la que tenemos que evitar. He oído también que el BBVA dice que el BCE está a favor de las fusiones. Como siempre, peor que una mentira es una media verdad.
El juicio al BBVA por los contratos de espionaje al comisario Villarejo complicará mucho más la opa al Banc Sabadell
En resumen, Catalunya perderá soberanía bancaria si se culmina esta operación...
Digamos que perderemos todavía más. El Banc Sabadell tiene un centro operativo muy importante en Sant Cugat, y eso, con una fusión con un banco como el BBVA, es muy probable que se pierda, por no decir del todo seguro que se perdiera. Perdemos, por lo tanto, oferta bancaria y perdemos autonomía financiera. Y el sistema financiero catalán ya ha sufrido lo suficiente. Solo hace 15 años, había 20 entidades con sede en Catalunya. Hoy, hay dos. Y el BBVA yo creo que ahora se tiene que preocupar especialmente también de todo el tema judicial que tiene por delante. La Audiencia Nacional ha pedido abrir juicio contra el anterior presidente del BBVA, que es el que nombró al actual, y contra 12 directivos del BBVA por haber contratado al comisario Villarejo, cuando estaba en activo, para espiar de manera ilícita a mucha gente. ¿Esto por qué lo digo? Porque complicará mucho más la opa para el BBVA. Los inversores institucionales preguntarán por eso. Eso complica la opa; y, reputacionalmente, no ayuda en una interacción con el Sabadell, cuando el Banc Sabadell es un banco con una reputación impecable y tanto el presidente, el señor Oliu, como el consejero delegado, el señor González-Bueno, han hecho una tarea muy buena en los últimos siete u ocho años para mejorar la posición en bolsa y el mercado financiero. Respetando la libertad de lanzar la opa que tiene todo el mundo, creo que no hay ningún elemento que sea favorable para que esta operación salga adelante.