El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha sido intervenido quirúrgicamente este lunes del cáncer de colon que padece, y se encuentra "bien", según han confirmado fuentes del Gobierno de Aragón.
Las mismas fuentes han precisado que la operación ha ido "según lo que estaba previsto, sin ninguna complicación."
El presidente de Aragón hizo pública su enfermedad el pasado 15 de febrero, y hasta que ha sido intervenido en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza ha seguido tratamiento con quimioterapia.
A pesar de sufrir la enfermedad, Lambán no ha renunciado al cargo de presidente, y mantiene la actividad. "Quiero mantener mi compromiso con los aragoneses ante cualquier dificultad o circunstancia adversa, que es lo que prometí ante la Constitución y el Estatuto de autonomía en agosto de 2019", declaró cuándo hizo pública su situación. "El Gobierno de Aragón, con su presidente al frente, seguirá a pleno rendimiento combatiendo la pandemia y trabajando por la recuperación social y económica de la comunidad", añadió.
A su entender, todo eso no supone "heroicidad" ni "mérito especial" por su parte. "Hago lo mismo que muchos otros ciudadanos de diferentes profesiones, que afrontan esta misma enfermedad y continúan con su actividad ordinaria". "Lo hacen -añadió- por su familia, por su trabajo, porque consideran que es su obligación o por lealtad a su manera de ser. Yo lo hago también, justamente, por eso", aseguró.
En Europa, el cáncer de colon es el segundo más común, con aproximadamente 500.000 casos nuevos cada año y con tasas de incidencia más altas en hombres que en mujeres. Las causas del crecimiento en el número de casos pueden ser debidas a una vida más sedentaria, en los malos hábitos en la población, sobre todo con respecto a la dieta, con un aumento del consumo de la comida procesada y las grasas trans.
Por lo tanto, los expertos aseguran que, además del cribado, hacen falta una gran campaña y concienciación sobre la influencia de estos estilos de vida en la incidencia de la enfermedad, sobre todo entre las personas más jóvenes.
Un estudio reciente de la Sociedad Norteamericana del Cáncer confirma la mencionada tendencia. En él, los investigadores concluyeron que la edad media en que se les diagnosticó este tipo de cáncer a los pacientes desde 1989 hasta a principios de la década de 2000 fue de 72 años, pero se redujo a 66 en el 2016.