La Junta Electoral Central (JEC) la integran los diferentes directores repartidos a lo largo del territorio catalán que están gestionando el alud de solicitudes de la ciudadanía que alega no poder asistir como miembros de la mesa electoral. Uno de ellos, el director de la JEC de Reus, Diego Álvarez, ha admitido que si un miembro se contagia durante la jornada del 14 de febrero y justifica que tiene la Covid-19 por pasar toda la jornada dentro de un centro electoral, puede denunciar a la JEC: "Si alguien se contagia el día de las elecciones, lo podrá denunciar, pero siempre lo tendrá que alegar".
A pesar de todo, no le ha tocado más remedio que admitir la cuestión que le ha planteado la periodista Gemma Nierga en TVE, pero quiere restar relevancia al hecho para evitar un efecto llamada: "Estamos en el mismo escenario que si se contagia en un hospital o una prisión, no creo que pudiera sacar nada". Y reitera, en la línea del director de Procesos Electorales Ismael Peña-Lopez, "que ir a votar no será más peligroso que ir a comprar al supermercado".
Las excusas de los miembros
El catálogo de excusas para no ser miembro de una mesa electoral es amplio y variado. La opinión pública se ha centrado en los motivos de salud, pero Álvarez admite que hay muchos más: "El abanico es enorme. Se priorizan las razones médicas, y en anteriores elecciones ganaban las vacaciones o viajes ya pagados". Pero también hay, y son aceptables, otros motivos como: vivir fuera, por motivos de trabajo como los médicos o los periodistas, tener menores a su cargo, personas dependientes o por convicciones religiosas. A modo de ejemplo, los testigos de Jehová.
Proporcionalmente, el no a asistir a una mesa se ha replicado en un gran impacto en Barcelona, pero también en otras ciudades. En Reus han recibido 600 alegaciones, pero Álvarez no ve problemas: "La revisión es muy rápida y nos puede llevar un minuto cada excusa. Lo que hacemos es responder con un sí o un no por correo electrónico o con una llamada. En una mañana puedes resolver 200 o 300 excusas y también avisarlos. Posteriormente, lo trasladamos a los ayuntamientos para que vuelvan a hacer un sorteo".
¿Y si no hay bastantes miembros?
Desde la JEC están confiados que sacarán a los miembros de donde sea. En Reus, Álvarez asegura que "de momento hay gente de sobra", pero si se produce un escenario apocalíptico, ¿qué?: "Si no hay nadie más, se tendrá que quedar el que llegue a primera hora. Y si, a pesar de todo, no se puede constituir la mesa, habrá una en 48 horas y se tendrán que hacer [las votaciones] entre el lunes y el martes".
Esta excepción tan sólo se aplicaría en aquellas mesas concretas que no hayan podido tener una salida a la ausencia de personal. La vía de los voluntarios también está descartada, porque la ley no lo contempla y la JEC tampoco la tiene en mente. Así pues, podemos hablar de unas elecciones ensanchadas en el tiempo que irían más allá del 14 de febrero y como tarde hasta el 16.