La Junta Electoral Central (JEC) ha resuelto con una multa de 3.000 euros el expediente sancionador que abrió el pasado 6 de mayo al presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, por el sondeo que hicieron de urgencia cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, paró su agenda cinco días para reflexionar si continuaba al cargo. En concreto, la sanción se debe a que la encuesta incluía datos de estimación de voto, coincidiendo con los inminentes comicios al Parlament de Catalunya del 12-M y las subsecuentes elecciones al Parlamento Europeo del 9-J. El organismo arbitral argumenta que esta encuesta se elaboró en pleno periodo electoral y en estos periodos el CIS está obligado a informar de sus estudios de intención de voto, cosa que no se hizo.
"Es notorio que el CIS ha incumplido con esta obligación de comunicar previamente la decisión de realizar este estudio, en el cual se incluye un apartado dedicado a la intención de voto de los electores, a pesar de realizarse durante el periodo electoral de las elecciones al Parlament de Catalunya y al Parlamento Europeo", señala la resolución de la JEC. Por eso, el organismo concluye que el sociólogo "incurrió en la infracción tipificada en el artículo 153.2 de la Ley Electoral" y desoyó la instrucción sobre encuestas electorales que el organismo arbitral había aprobado este año.
Las infracciones al régimen de encuestas electorales pueden dar lugar a multas de 3.000 a 30.000 euros, pero el CIS opta por el tramo más bajo, el de 3.000 euros, porque "tuvo escasa incidencia práctica para las entidades políticas concurrentes". La presente resolución es firme en la vía administrativa-electoral, aunque Tezanos tiene dos meses para decidir si recorre delante la Sala del Tribunal Supremo de este orden jurisdiccional.
Cinco días de reflexión
La multa de la JEC en Tezanos remite a los cinco días de reflexión que Sánchez se tomó a abril para dirimir si seguía o no al frente del Gobierno, parando completamente su agenda y estando aislado de la vida pública e incluso de dirigentes de su partido. Lo hizo después de que un juez admitiera la denuncia de la agrupación ultraderechista Manos Limpias contra su mujer, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Una denuncia sustentada en recopilaciones de prensa de digitales derechistas que Sánchez tildó después de "la máquina del fango", defendiendo la inocencia de Gómez y prometiendo una "regeneración democrática" en España. Paralelamente a la "reflexión" de Sánchez recluido, el PSOE celebró un comité federal excepcional para transmitir su apoyo a su secretario general y miles de militantes y simpatizantes socialistas se reunieron en las puertas de la sede estatal del partido, en la calle Ferraz de Madrid.