Se repite el guion del president Quim Torra. Este jueves, en su reunión, la Junta Electoral Central (JEC) ha acordado la retirada de la credencial de Pau Juvillà, diputado de la CUP y secretario de la Mesa del Parlament de Catalunya, condenado por desobediencia sin sentencia firme por parte del TSJC. El órgano administrativo ha rechazado las alegaciones de la cámara y ha declarado vacante su escaño, a fin y efecto de que la cámara catalana proceda a cubrirlo con el siguiente de la lista. De esta manera, el árbitro electoral da la razón al PP, Vox y Ciudadanos, que fueron los que lo elevaron. La pelota está en el tejado de la presidenta de la cámara, Laura Borràs, que tiene que decidir si acata la resolución o la desobedece.
Ahora hace un mes, después de la condena y el recurso de la triple derecha, el árbitro electoral reclamó a la presidenta de la cámara catalana que informara de la situación del parlamentario anticapitalista por su "inhabilitación sobrevenida", un informe de veinte páginas que llegó la semana pasada. Y ahora la JEC vuelve a erigirse en ejecutor de sentencias.
Una vez analizadas las alegaciones, la JEC concluye que "concurre" en Juvillà "la causa de inelegibilidad sobrevenida" contemplada en el artículo 6.2 de la ley electoral estatal por haber sido condenado en sentencia no firme a inhabilitación especial para el ejercicio de cargos públicos electivos y de funciones de gobierno y administración. En este escenario, el árbitro acuerda, según la resolución, "dejar sin efecto la credencial de diputado electo al Parlament de Catalunya", "declara su vacante" y ordena "expedir la credencial al siguiente candidato" de la lista de la CUP en la demarcación de Lleida, por la que fue escogido.
La JEC ha trasladado la resolución tanto al diputado Pau Juvillà como al Parlament de Catalunya y las formaciones que presentaron la denuncia. Ahora el acuerdo se puede recurrir ante la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo en el plazo de dos meses desde su notificación. El caso es muy similar al que dejó sin escaño al president de la Generalitat Quim Torra, también condenado por desobedecer a la JEC. De hecho, en su fundamentación, la junta electoral lo cita como precedente.
Procedimiento en un mes
Hace poco más de un mes, el 14 de diciembre del 2021, Juvillà fue condenado por el TSJC a seis meses de inhabilitación a cargo público por desobediencia, precisamente a la JEC, porque no retiró los lazos amarillos de la ventana del despacho que el grupo anticapitalista tenía en la Paeria de Lleida, en periodo electoral en 2019. Juvillà defendió que ejercía su derecho a la libertad de expresión. Después de la condena, la comisión del estatuto del diputado y el pleno de la cámara catalana ―con los votos de ERC, Junts per Catalunya, la CUP, el PSC y los comuns― acordaron mantenerle el escaño hasta que la sentencia no fuera firme. Pero el PP, Ciudadanos y la extrema derecha de Vox elevaron denuncia hasta la JEC, que el pasado 22 de diciembre dio un plazo de diez días a Borràs para informar de la situación del diputado.
Estas alegaciones del Parlament de Catalunya llegaron la semana pasada encima de la mesa de la JEC. La cámara defendía que Juvillà mantuviera el acta de diputado porque el secretario tercero de la Mesa no tiene ninguna causa de incompatibilidad, ninguna de las causas de la pérdida de la condición de diputado, ni se encuentra en ninguna situación incluida en el Reglamento del Parlament que haga modificar la condición de diputado. Pero estas alegaciones no han sido aceptadas.
La derecha lo celebra
Si horas antes se escondían después de que el Supremo tumbara sus recursos contra los indultos a los presos políticos, los mismos partidos no han tardado en celebrar la decisión de la Junta Electoral Central. Ha sido el caso del portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, que se ha colgado la medalla en Twitter: "Igual que Torra en su día, el diputado de la CUP Juvillà tiene que dejar su escaño y a Borràs ya no le quedan triquiñuelas para evitarlo. La JEC, a instancias de Cs, lo deja claro. Una vez más el estado democrático de derecho para los pies a los totalitarios".