Explica Joan Báez que quiso "cambiar el mundo" antes de saber cantar, un espíritu combativo sólido que, después de 60 años de carrera musical, lo acompaña en una última gira mundial que pasará esta semana por España. La cantant no tiene pelos en la lengua a la hora de denunciar lo que considera injusto.
"Sí, sigo pensando que en España hay presos políticos", dice a Efe en una conversación telefónica al recordar su última actuación en el festival de Cap Roig, en el 2018, cuando les dedicó una versión de Viatge a Itaca de Lluís Llach.
Esta no es la primera vez que Baez muestra su apoyo a los presos políticos i al movimiento independentista catalán en las últimas semanas. Hace unas semanas aseguró que quería visitar a los Jordis en la prisión y en un concierto en Bélgica mostró su apoyo a Puigdemont dedicándole una canción.
"Estoy muy satisfecha con todo lo que he hecho en mi vida, estaré muy feliz de estar en España y lo estaré también cuando acabe esta gira", subraya la artista norteamericana de orígenes mexicanos, que ha destacado tanto por su faceta de música como por la de activista por los derechos humanos.
Al respecto, relata precisamente que el otro día rescató una carta dirigida a sus padres con unos 14 años, cuando todavía no había aprendido a cantar, en la cual ya les manifestaba "lo importante que era cambiar el mundo".
"De alguna manera hubo cambios que provoqué y cambios de los cuales "fui parte, como todo el movimiento de los derechos civiles", explica orgullosa, al rememorar por ejemplo su implicación en la lucha "del doctor (Martin Luther) King", cuando rechazó actuar en recintos que discriminaran en la población negra y ofreció una gira por el sur de los EE. UU. que sólo ofreció en universidades de negros.