El diputado y miembro de la ejecutiva de Junts Joan Canadell (Barcelona, 1967) considera que la polémica provocada por el trato "incorrecto" que el vicepresidente de su partido Francesc de Dalmases dispensó a una periodista de TV3 ha quedado cerrado con la decisión de que abandone la vicepresidencia de la formación y la comisión de control de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales del Parlament. En una entrevista con ElNacional.cat, el diputado quita hierro a las divisiones internas que han salido de nuevo a la luz a raíz de este asunto y que han tenido como protagonistas al sector afín a la presidenta del partido, Laura Borràs, del cual Dalmases es una pieza clave. Con todo, admite que si alguien del partido defiende la necesidad de un congreso extraordinario, se hará. Canadell, una de las voces más contundentes a la hora de defender la culminación del procés, considera que ante la posibilidad de una moción de censura del PSC contra Pere Aragonès, Junts tendría que apoyarla siempre y cuando sirva para convocar elecciones.
¿Qué piensa de la polémica sobre el comportamiento del diputado Francesc de Dalmases y el informe de Magda Oranich censurando su actitud?
Ya ha presentado su dimisión tanto de la vicepresidencia del partido como de la comisión de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales del Parlament. Todo el mundo, por unanimidad, aceptó esta dimisión.
¿Con abandonar la vicepresidencia del partido y de la comisión del Parlament ya es suficiente?
Eso es lo que hemos decidido entre todos. Lo que todo el mundo aceptó por unanimidad y, por lo tanto, sí, es suficiente.
El asunto Dalmases es una crisis que se ha superado y ahora tenemos que continuar adelante
Hay voces que reclaman que renuncie al escaño. ¿Tendría que abandonar Dalmases el Parlament?
No. No entiendo que eso se pueda plantear. Este tema es una crisis que se ha superado y ahora tenemos que continuar adelante.
A raíz de este incidente en TV3, han salido dos diputadas de Junts que han denunciado que también ha recibido presiones. ¿Sabía que existía esta situación en su grupo parlamentario?
No. La verdad es que no. En todo caso, insisto en que la situación la damos por superada. No podemos encallarnos en este tema.
Pero los hechos de TV3, las dos diputadas afectadas... ¿no tendría que provocar una reflexión más en profundidad y ver qué hay que hacer?
Dimitiendo de la vicepresidencia del partido y, por lo tanto, saliendo de la ejecutiva y, además, saliendo de la comisión del Parlament. Es un coste bastante alto y ya está. No veo porque tenemos que seguir rascando en este punto que no nos aporta nada, sinceramente.
Diferencias internas siempre encontraremos. No somos una secta
Este asunto, de rebote, ha puesto en evidencia que en el partido hay dos sectores claramente enfrentados. ¿Podrán recomponer los consensos?
Sí. Cuando digo que se toman las decisiones por unanimidad, y hace meses que pasa eso, es que en el fondo hay un consenso para sacar adelante este país. En los partidos siempre ha habido divisiones, pero al final siempre hay una cosa que une y hace avanzar; y en el caso de Junts es el 1-O y la voluntad de culminar el procés. Diferencias siempre encontraremos. No somos una secta, lo ha dicho nuestro secretario general varias veces. Creo que lo define muy bien.
Pero hasta el punto de que un miembro de la ejecutiva, como Jaume Alonso Cuevillas, diga que con el asunto Dalmases hay dirigentes de Junts que han convertido a Laura Borràs en una pieza de caza mayor?
Las opiniones de los compañeros las valoro como cualquier otro. Pero insisto en que no hay unos y otros, hay un proyecto. Si me dices quiénes son unos y quiénes son los otros, yo no les sé identificar. Es lo que se quiere poner desde los medios. Parece que alguien quiere ver a un partido dividido. En otros partidos también tienen divisiones y no pasa nada. Hay mucho más en común, que es el proyecto de país, que no divisiones.
Pero ahora mismo en otros partidos no hay un dirigente que denuncie una caza mayor contra la presidenta por parte de otros miembros de la ejecutiva...
No sé exactamente en qué contexto se ha dicho, o si se ha amplificado. En todo caso, yo no veo que sea así. Yo he venido a la política para culminar el procés y eso es mucho más importante que lo que estamos hablando que no nos lleva a ningún sitio.
Lo que sí se habla en los medios es del perfil de Twitter de una supuesta periodista desde donde se lanzaban acusaciones contra el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, y al exsecretario general, Jordi Sànchez, y detrás de la cual ha aparecido una persona del entorno de Borràs, como Rai López...
Que hoy se hable es lógico, pero de aquí a 15 días no se hablará. La sociedad quiere que avancemos y que salgamos adelante y que nos centremos en temas importantes. Y de aquí no me sacarás.
Pero quizás a Junts le tocaría una autocrítica...
La autocrítica es la dimisión, que no está nada mal, de un vicepresidente. Otros partidos han tenido situaciones similares -estos días corren vídeos- de las que no se han asumido responsabilidades. Dalmases ha asumido la responsabilidad.
La tensión de estos días, además, empalma con el debate previo sobre si había que salir o no del Govern. Cuando se habla de estrategia también aparece una división muy profunda. ¿Se ha superado?
¿Por qué miramos sólo la parte negativa? La parte positiva es que ante una decisión que era muy importante hemos consultado a las bases, ha habido más democracia que nunca, más participación que nunca, 500 altas de afiliados... Que al que pierde le cuesta más de digerirlo, pero lo acaba digiriendo. Y el consell nacional del sábado hicimos limpio. La mejor solución para estas supuestas crisis es poner una hoja de ruta que nos haga remar a todos juntos.
¿Viendo estas situaciones, cree que fue un error ir al congreso de Argelers con una candidatura única para la ejecutiva, liderada por Laura Borràs y Jordi Turull, para evitar una confrontación entre los respectivos sectores?
No, porque allí había un consenso, unas ganas de ir conjuntamente, y yo fui de los que valoré positivamente este hecho. Probablemente, si no, yo no hubiera ido. Y quizás, como yo, otros tampoco lo habrían hecho. Fue un acierto ir juntos. La decisión de salir del Govern viene de Argelers y, para mí, es una decisión acertada. Si alguna autocrítica tenemos que hacer es que hemos tardado mucho en tomar esta decisión.
Si alguien cree que hay que hacer un congreso extraordinario, se hará
¿Viendo las tensiones internas cree que será necesario un congreso extraordinario en Junts?
Creo que no, pero los mecanismos democráticos son los que son. Y, por lo tanto, si alguien cree que se tiene que hacer, se hará, y continuaremos adelante. Lo que tengo ganas es que volvamos a reemprender el camino para el cual se nos votó, que es para culminar el procés de independencia.
¿El congreso de Argelers marcó la marcha de Carles Puigdemont de la presidencia del partido y ya se plantearon dudas entonces sobre cómo afectaría a la cohesión interna, cree que, ante las tensiones internas, tendría que volver a asumir el liderazgo?
No. Puigdemont decidió que él tenía que estar en otro nivel. Sigue siendo una referencia para todos nosotros. Este es el partido del 1-O, de Carles Puigdemont, del exilio... Que él esté ahora en otro plano, que es el Consell per la República, es bueno para el procés. Es muy necesario para la etapa que nos viene.
Estábamos hundidos, y no íbamos a ningún sitio. Ahora nos dicen que menos mal que nos hemos marchado del Govern
Junts no está en el Govern y Aragonès no se someterá a una cuestión de confianza, pero, además, el partido se está peleando con una tensión interna evidente. ¿Visto en perspectiva, fue un acierto abandonar el Govern?
Sí. Yo lo defendí. Y sigo pensando que sí. Yo, que me muevo por el territorio, notaba desde hacía tiempo que me decían que no íbamos bien. Ahora nos dicen que menos mal que hemos hecho lo que hemos hecho. Ha habido un cambio radical. Yo he vuelto a ver los ojos brillar a la gente. Estábamos hundidos, y no íbamos a ningún sitio. Tanto es así que la ANC pone sobre la mesa la posibilidad de hacer una lista cívica, porque ve que los partidos no hacemos lo que nos comprometimos a hacer.
Pero los conflictos internos de Junts incluso están eclipsando la debilidad en que ha quedado el Govern de Pere Aragonès y que se hizo evidente el miércoles de la semana pasada en el Parlament...
No es justa esta afirmación. Han pasado quince días ha habido un caso concreto, que viene de hace dos meses. No es verdad eso. En todo caso, lo que se ha visto en el Parlament es que han perdido algunas de sus propuestas, en cambio, nosotros hemos ganado, y se está viendo que el juego de mayorías no será el que el president Aragonès se pensaba. Otros países, como Dinamarca, Inglaterra o Portugal, claramente democráticos, han demostrado los últimos quince días qué es la democracia, puedes gobernar si tienes la fuerza suficiente para gobernar. Con 33 diputados, se ha demostrado con un solo pleno que ya no hay esta mayoría.
El Govern ha engañado a una parte de los votantes: se presentó con la idea de culminar la independencia y no lo está haciendo
Pero Aragonès ya ha dicho que no piensa convocar elecciones. Y a final, perder votaciones dejará de ser noticia...
Bien, veremos si la sociedad saca esta alma democrática y presiona para que haya elecciones o no. Un gobierno tan inestable, lo que tiene que hacer es buscar la estabilidad cuanto antes mejor. Ahora estamos en un gobierno que ha engañado a una parte de los votantes, se presentó con la idea de culminar la independencia y no lo está haciendo. Tenemos que volver a ir a elecciones y que todo el mundo diga qué piensa hacer. Si vuelve a decir ERC que quiere culminar la independencia en las próximas elecciones, la gente ya no se lo creerá. Supongo que dirá que quiere la independencia por la vía del diálogo con España.
¿Y Junts?
Nosotros diremos que la única manera de conseguir la independencia es la confrontación y que, a veces, con la confrontación acabas en el diálogo, pero sin confrontación no hay diálogo real. Si vamos a las elecciones con estas dos hojas de ruta espero que la gente decida que la única vía es la confrontación, sino, si vuelve a dar la mayoría a ERC, tendremos que aceptar que esta es la mayoría.
¿Cuando dice aceptar, quiere decir que aceptarían volver a un gobierno de ERC?
Si la gente decide a favor nuestro, haremos un gobierno para la confrontación; si ERC quiere venir, que venga. Si la gente decide mayoritariamente diálogo con el Estado, tendremos que decir que la confrontación, con este gobierno, no se puede hacer; y ya decidiremos si tenemos que estar en el gobierno mientras no hay una mayoría para la confrontación. Insisto en que aquí está la ANC que juega un juego que ya veremos donde lleva. La ANC dice o independencia o elecciones. Yo estoy de acuerdo.
Entre un gobierno socialista y un gobierno de ERC que no quiere avanzar hacia la independencia tampoco habrá tantas diferencias
¿Si el PSC presentara una moción de censura, como ha apuntado algún responsable socialista, qué tendría que hacer Junts?
Dar apoyo. Siempre y cuando sea para convocar elecciones. No descarto que la manera de convocar elecciones sea esta, que alguien haga una moción de censura para convocar elecciones. Si es una moción de censura para gobernar con un gobierno unionista, no podemos dar apoyo a eso. No tiene sentido. No obstante, entre un gobierno socialista y un gobierno de ERC que no quiere avanzar hacia la independencia tampoco habrá tantas diferencias. En todo caso, nos lo tendremos que pensar muy bien. Ahora, lo que sí puede pasar es que alguien convoque una moción de censura para convertirse en president y convocar elecciones. Eso creo que es la mejor vía para convocar elecciones, si el president no las quiere convocar.
Y Junts debería apoyarla?
Es mi opinión. No se ha hablado, pero creo que es una vía posible.
La legislatura del 52% acabaría con el independentismo más dividido que nunca, ruptura entre los tres partidos, Junts con problemas internos... ¿Qué tendría que motivar a los votantes a ir a votar listas independentistas?
Percibo las próximas elecciones como un doble plebiscito. Un plebiscito porque cada elección tienen que ser un plebiscito para la independencia. Por lo tanto, tendremos que decir a todo el independentismo que tiene que ir a votar a un partido independentista, y aquí pongo a ERC, para crecer y superar el 52%. El segundo plebiscito es para decidir si queremos alcanzar la independencia por la vía de la confrontación o la vía del diálogo. Este segundo plebiscito es muy importante. Tenemos que trabajar para que las opciones de confrontación crezcan y para que la suma de todas también crezca. Yo soy optimista. Esto puede dar un vuelco. Tenemos que dar un vuelco. Esta línea es posible y tenemos que hacer que pase.
¿Ve un riesgo de escisión en Junts?
Yo soy de unidad, no tiene ningún sentido una escisión. No le veo el sentido.
¿Pero ve el riesgo?
No. Una escisión en este momento no ayuda a nadie. No tiene aliciente para nadie. Supongo que todo el mundo lo madurará muy bien y verá que no hay ninguna alternativa. Esto no quiere decir que en las próximas elecciones alguien decida que este no es su proyecto. Si hay alguien que lo decide que haga lo que crea conveniente. Este es el proyecto del 1-O, el del president Puigdemont.
¿Y usted es laurista o turullista?
Yo canadellista (ríe). Bromas aparte, insisto en que de almas los partidos no tienen dos, tienen muchas. Todo el mundo tiene su opinión. Los dos, para mí, representan lo que es el partido. Pleno apoyo a la presidenta y pleno apoyo al secretario general.
¿Cuando entró en la lista de Junts se lo pensaba que sería así?
¡No! Sin duda. ¿Si me lo llegan a decir, qué hago? No sé qué haría. Sin embargo, creo que lo sabremos superar y que eso acabará bien. Los procesos de independencia no son nunca fáciles.