La adjudicación en 2012 del contrato del AVE entre Medina y la Meca a empresas españolas implicó el desembolso de millones y millones de euros en comisiones, de las cuales se habría beneficiado el rey Juan Carlos I y por las cuales está siendo investigado por la Fiscalía. Según la documentación de la Fiscalía Anticorrupción, hay al menos tres comisiones: una de 100 millones de dólares, una de 120 millones de euros y una tercera de 98 millones. Un total de 280 millones en comisiones.
Esta documentación, a la cual han tenido acceso El Confidencial y ABC, está ahora en manos de la Fiscalía del Tribunal Supremo, que esta semana se ha hecho cargo del caso, ya que afectaría al rey emérito, que ahora que no ocupa la jefatura del Estado ya no es inviolable aunque tiene la condición de aforado.
Ingreso en un banco suizo
En el año 2008, en plenas negociaciones por las obras del AVE, fue transferida la comisión de 100 millones de dólares, (64 millones de euros de la época) por el gobierno de Riad a una cuenta del banco suizo Mirabaud a nombre de una sociedad instrumental Lucum Foundations, de la cual era beneficiario el rey emérito y la familia real española.
Este ingreso se destapó gracias a las investigaciones de la Fiscalía de Ginebra y provocó que el rey Felipe VI anunciara en marzo pasado, en pleno estado de alarma, que renunciaba a la herencia. Lo hizo después de que se hiciera público que hacía más de un año que sabía de la existencia de este dinero.
En septiembre del 2010, dos años después, el consorcio de empresas españolas que acabó construyendo el AVE a la Meca abona 100 millones de euros al príncipe de Arabia Saudí Abdulaziz bin Mishal, creador de la empresa Al-Soula, que tenía el 7% del consorcio hispano-saudí que va construyó el AVE.
Un año después, la iraní Shahpari Azzany Zanganeh, exmujer del magnate Adnan Kashoggi y que fue comisionada por el rey Juan Carlos para hacer gestiones en su nombre cuando se empezó a gestar el proyecto ferroviario, recibió la tercera comisión. El consorcio hispano-saudí modificó el contrato con la iraní, persona de confianza de Juan Carlos, a fin de que cobrara una comisión fija de 95 millones de euros.