Los agentes de la Guardia Civil que trasladaron al concejal de la CUP de Vic Joan Coma a la Audiencia Nacional "ven con buenos ojos que se haga un referéndum". Así lo ha explicado él mismo en RAC1, donde ha vuelto a hacer un relato como el que ya hizo para El Nacional de las 24 horas que pasó detenido viajando desde Vic a Sant Andreu de la Barca y después hasta Tres Cantos (Madrid). Un relato que, visiblemente emocionado y con la voz rota, ha acabado agradeciendo a todo el mundo que le dio apoyo.
Entrevistado por la radio citada y también por Catalunya Ràdio, el concejal de la CUP ha insistido en que "nuestra línea es seguir con la desobediencia para seguir desnudando al Estado" porque, recuerda, "no tenemos ningún tipo de vergüenza". El juez, que le dijo que tenía que ir cuando se lo citara, ya sabe que Coma no lo hará a no ser que lo vayan a buscar otra vez. "Ya saben dónde pueden encontrarme", los ha soltado en el aire, "siempre estoy en el mismo lugar".
Los huevos y la tortilla
Coma, que ha explicado que hoy ha desayunado tortilla, se ha lamentado que tanto el juez Ismael Moreno como el fiscal Vicente González Mota "volieb que argumentara en favor de la violencia" cuando le insistieron por activa y por pasiva que explicara claramente qué quería decir "romper los huevos para hacer la tortilla".
De hecho, esta fue la primera pregunta que le hicieron. "Fue esperpéntico y sorprendiendo que la primera pregunta fuera que si para romper un huevo se tiene que utilizar la fuerza", ha puesto sobre la mesa todavía visiblemente sorprendido por el interrogatorio un toque surrealista al cual fue sometido ayer.
Eso, según su opinión, "es un claro síntoma del carácter antidemocrático del estado español actual", que tendrá que acabar decidiendo "si seguir haciendo el ridículo o que alguien ponga juicio".