Joan Subirats ha afirmado que no hay ninguna operación de Estado para impedir que los independentistas lleguen a la alcaldía y que se quede Colau. "Yo no he visto el Estado por ningún sitio en estos días de negociaciones". Subirats, Comisionado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona y uno de los principales ideólogos de Barcelona en Comú, en una entrevista a El Suplement de Catalunya Ràdio, se ha mostrado decidido a no retirar la propuesta de investidura de Colau como alcaldesa, alegando que las bases de su formación aprobaron esta iniciativa: "entendemos que es la persona que mejor representa la posibilidad de acuerdo que iría muy bien para la ciudad y para el país". Y ha desvinculado la negociación de la composición del Ayuntamiento de Barcelona con negociaciones con otras instituciones: no habría ningún "intercambio de cromos" con los socialistas.
Subirats se ha mostrado esquivo sobre el hecho de que Manuel Valls haya ofrecido, incondicionalmente, sus votos a Colau para que sea investida, para evitar que la alcaldía recaiga en los independentistas. En primer lugar ha apuntado que Valls "parece que está intentando marcar distancias" con la política oficial de Ciudadanos. Pese a todo, Subirats ha querido dejar claro que "no ha habido ninguna conversación con Manuel Valls" y ha añadido que "no es una cuestión de aceptar o negar votos", dejando entender que si algunos concejales de Cs votan en favor de Colau esto es independiente de la voluntad de los comunes. "No hay compromiso político", ha dicho, desentendiéndose del tema. Preguntado sobre la posibilidad que Josep Bou, de los populares, vote por Colau para vetar el acceso al Ayuntamiento de los independentistas, también ha afirmado que "no pienso hablar con él para ver qué hará". En realidad, ha dejado la puerta abierta a que Colau fuera nombrada alcaldesa con los votos de populares y Ciudadanos a partir del hecho de que "el voto es secreto".
Subirats ha asegurado que antes del día 15 no habrá un acuerdo bilateral con el PSC: o Colau se presenta en solitario o con un pacto tripartito que incluya PSC y ERC. Ha insistido en que para los comunes el tripartito "no es una propuesta táctica, sino una propuesta estratégica, a largo plazo".
Subirats ha insistido en qué todavía no descarta la posibilidad de un tripartito, y ha afirmado que se niega demasiado la posibilidad de que exista: "se dice que las cosas son imposibles hasta que se hacen posibles". Incluso ha asegurado que "en privado", los líderes de PSC y ERC reconocen que el tripartito sería la mejor solución para la ciudad pero que "ahora no es el momento".
Subirats ha reconocido, de forma implícita, que los comunes se sienten más próximos al PSC que en ERC. "Las relaciones de contacto personal, de piel, acaban siendo importantes", y ha resaltado que Colau y Collboni han mantenido estrechas relaciones de colaboración. Además de los "acuerdos entre personas", también ha apelado al "trabajo hecho" conjuntamente entre PSC y comunes para apostar por un gobierno conjunto.
Subirats ha reconocido que hay diferencias con el PSC con respecto a la cuestión territorial, pero ha apuntado que no se pueden mantener bloqueadas "las políticas de ciudad" por el hecho de tener un "conflicto", aunque este implique "pérdidas importantes de libertades" y el hecho de que haya "personas encarceladas injustamente". A pesar de todo, se ha comprometido a que los comunes, desde el Ayuntamiento, seguirán defendiendo "los derechos y las libertades" y que apostarán por la defensa de los presos políticos.