Condensar en 15 minutos, como máximo, sus últimas palabras antes de que el Tribunal Supremo baje la persiana y deje el juicio donde se enfrenta a 16 años de prisión visto para sentencia seguro de que no debe ser fácil. Durante su alegato final, a Joaquim Forn se le han notado los nervios, sobre todo al principio, pero ha mantenido la firmeza. Se ha colocado las gafas, ha tragado saliva y ha declarado con contundencia que "pongo en duda que no se persigan ideas políticas", aunque la fiscalía haya insistido en esta afirmación, "la realidad de los hechos les desmienten".
Para justificar este postulado, Forn ha recordado a la sala que el 2 de febrero de 2018 el juez instructor, Llarena, decidió mantenerlo en prisión preventiva aunque él optó por renunciar a su acta de diputado en el Parlament, argumentando que todavía tenía "ideas políticas soberanistas". Es más, ha citado parte de la resolución, que decía explícitamente que "en un contexto en el cual no existe la certeza de que haya desaparecido la intención de alcanzar la independencia de Catalunya" debía permanecer entre rejas.
Quien fue conseller de Interior hasta la aplicación del 155 ha aprovechado su alegato final para volver a exigir su liberación, ha agradecido el trabajo de todos los abogados defensores y el apoyo de quienes le han acompañado a lo largo de más de 600 días de encarcelamiento, ha negado haber dado nunca ninguna orden al cuerpo de Mossos para que desobedecieran las órdenes judiciales y ha afrimado que "nunca comprometí la seguridad de los ciudadanos". A la vez, ha afianzado que "después de 19 meses en prisión me mantengo fiel en mis ideales, no creo que eso sea delito".
En este sentido ha expresado que "sigo creyendo y luchando por la democracia, la libertad y la justicia, sigo defendiendo el derecho a la libre determinación de Catalunya, el diálogo y el respeto a la pluralidad como única vía para la resolución de los conflictos". Ha insistido en dejar claro que "rechazo la intolerancia y cualquier actitud y acción violenta" y, como Junqueras, ha asegurado que "estoy más convencido que nunca de que sólo desde el diálogo seremos capaces de resolver el conflicto político que tenemos planteado". Forn no se ha ahorrado reproches a los sucesivos gobiernos españoles, de quienes "desgraciadamente nunca hemos obtenido respuesta" a pesar de "haber manifestado reiteradamente la voluntad de pacto; son innumerables los intentos por nuestra parte".
Dentro de 24 horas, Joaquim Forn volverá a pisar Catalunya. El jueves será trasladado para poder hacer los trámites necesarios para tomar posesión como concejal del Ayuntamiento de Barcelona. La burocracia la hará el viernes. El sábado asistirá al pleno de constitución.