El expresident Jordi Pujol y su esposa Marta Ferrusola han dado positivo en coronavirus, según ha adelantado El Món y ha confirmado ElNacional.cat. Los dos están confinados y con síntomas leves.
Pujol, de 90 años, vive retirado de la vida pública desde que se conoció que había mantenido escondido en el extranjero dinero de un legado de su padre. Ferrusola, de 85 años, todavía no se ha recuperado de un accidente doméstico que sufrió el verano pasado que le provocó una fuerte contusión en la cabeza.
El positivo de Ferrusola se confirmó el viernes, después de uno de los controles a los que se somete la esposa del expresident en el Hospital de la Vall d'Hebron dentro del procedimiento rutinario que se sigue dentro del tratamiento para la recuperación de su accidente.
La afectación de la enfermedad no es grave, según fuentes próximas, que subrayan que los síntomas son leves pero condicionados por la edad.
La salud de Ferrusola
Marta Ferrusola fue dada de alta del Hospital Vall d'Hebron a finales de octubre después de estar ingresada casi tres meses a causa de una caída en la residencia familiar de Queralbs. Sin embargo, ahora seguía con el proceso de rehabilitación.
Ferrusola ingresó en estado grave en el centro la tarde del 1 de agosto después de una caída en el interior de la casa de la localidad gerundense. Después de ser atendida, primero por el mismo expresident, que es médico de formación, y posteriormente por los servicios de emergencias médicas, Ferrusola fue trasladada al Hospital de Campdevànol. Con la evaluación de las heridas, los médicos le diagnosticaron una hemorragia interna y varios traumatismos y fracturas y optaron por trasladarla en helicóptero al Vall d'Hebron, donde fue intervenida.
Según relató el mismo expresident a ElNacional.cat, el accidente se produjo cuando Ferrusola resbaló por unas escaleras estrechas y se dio un fuerte golpe en la cabeza. A consecuencia del impacto, Ferrusola perdió el conocimiento durante unos momentos.
Este es el segundo accidente que Ferrusola tiene en tres años. El 31 de julio de 2017 tuvo que ser atendida de urgencias en el Hospital de Campdevànol después de caer también en la casa de veraneo de Queralbs y recibir un fuerte golpe en el tórax. Aquella vez, fue dada de alta el mismo día, pocas horas después del ingreso.