Jordi Sànchez, hoy que se acaban las fiestas de Navidad, asegura que a pesar de pasar estos días de nuevo en la prisión, han sido mejor que el año pasado gracias a toda la gente que ha acompañado a los presos políticos "desde el llano de Lledoners".
En su cuenta de Twitter ha publicado este mensaje de agradecimiento enlazándolo con el tuit que publicó hace justo un año, cuándo hacía tres meses que estaba en la prisión d'Estremera, en Madrid. Entonces, Sànchez manifestaba que aquel, había sido la "Navidad más lenta de mi vida, lejos de Catalunya y separada de mi familia y amigos". Por el contrario, auguraba un futuro mejor: "Pero vendrán muchos mas en libertad", acababa el mensaje.
En los dos tuits les acompaña una imagen esperanzadora. Se trata de una ilustración de Roser Calafell donde se ve una aglomeración de personas en los pies de un muro. Una de ellas transporta un farolillo en forma de cometa fugaz, que sujeta en una ventanilla del muro.
Centenares de personas se han reunido esta Navidad en la explanada de Lledoners para mostrar a los presos políticos que no están solos. También ha habido acontecimientos similares a la prisión de Puig de les Basses, en Figueres, donde está la consellera Dolors Bassa, y en la de Mas de Enric, en el Catllar, donde está la expresidenta del Parlamento de Catalunya Carme Forcadell.
El 25 de diciembre, decenas de personas llevaron la Navidad a Lledoners. Desde diferentes puntos de Catalunya, se se concentraron en el llano de delante del centro penitenciario para cantar unánimemente villancicos. El 25 de diciembre, Allí encima de la montaña y Santa noche son algunas de las piezas que se cantaron desde la explanada. También se versionó el Bona noche de Els Pets, con una nueva letra dedicada a los presos políticos.
El 29 de diciembre, miles de personas se reunieron en el exterior de Lledoners para oír el concierto del Mesías de Georg Friedrich Händel. La actuación iba a cargo de más de 450 músicos y cantantes profesionales y empezó a las 12 del mediodía en la explanada, aprovechando que los presos eran fuera de las celdas y podían escuchar como mínimo la primera media hora.
La acción se repitió multitudinariamente el día de Fin de Año, el 31 de diciembre, donde centenares de personas pasaron la última y la primera noche del año en el llano de Lledoners. Las doce campanadas las dedicaron a los presos y a los exiliados, y corearon cada nombre con gritos de "Libertad".
Al día siguiente a la noche, día 1 de enero, el presidente y conseller en el exilio, Carles Puigdmeont y Toni Comín, intervinieron por vídeoconferència a la concentración que se había convocado al mismo lugar. El momento álgido lo protagonizó el activista Joan Bonanit, que deseó buena noche a cada uno de los presos, llamándolos por el nombre a través de su megáfono. Todos respondieron.
Joan Bonanit, el joven que cada noche está en la prisión de Lledoners para decir buena noche a los presos, no ha faltado en la explanada ningún día de esta Navidad.