El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, se ha mostrado decepcionado con el discurso del candidato de ERC, Pere Aragonès, en la primera sesión del debate de investidura, y ha reiterado que se mantendrán en la abstención. Sànchez ha insistido que Aragonès no ha tenido interés en mostrar complicidades.
"Todo el mundo ha visto el poco interés del candidato a president para buscar complicidades con Junts. Es legítimo, nada a recriminar. Quizás se entiende mejor nuestra abstención. Plena disposición a seguir negociando con lealtad, respeto y discreción para dar sentido al 52% independentista", ha indicado.
Eso confirma que Aragonès no será elegido hoy president, si bien Junts mantendrá las negociaciones para intentar llegar a un pacto de legislatura.
Aragonès ha pedido a Junts —y también en los comunes— "salir de la zona de confort", "evitar los diálogos de sordos que no aportan nada" y centrarse en "los denominadores comunes, que están." Y ha hecho un llamamiento a "superar desconfianzas con quien compartimos trayecto". Precisamente la desconfianza cultivada a lo largo de la pasada legislatura es el gran obstáculo que enturbia las conversaciones entre los dos principales actores independentistas. Y aunque desde su entorno más próximo reconocen a ElNacional.cat que no son optimistas de cara a conseguir que Junts se mueva de aquí a martes, Aragonès ha querido ser positivo, sin más concreciones. "Si hay voluntad, estamos a tiempo, hoy mismo, ahora mismo", ha concluido.
El objetivo de los republicanos es construir "un gobierno amplio, fuerte, cohesionado, plural y con una mayoría parlamentaria sólida". Si finalmente acabaran gobernando juntos, ERC y Junts estarían en minoría, con 65 diputados. Por lo tanto, en la frase iba implícita la invitación a la CUP para que entre al ejecutivo, una opción remota, cuando menos de entrada, pero que no se descarta que pueda producirse a lo largo de la legislatura. En este sentido, Aragonès ha afianzado su compromiso, suscrito en el acuerdo con la CUP, para someterse a una cuestión de confianza a medio mandato, el año 2023.
El líder de ERC ha explicado un programa que ha definido como de gobierno de izquierdas, independentista y comprometido con la autodeterminación. Sin perder la esperanza de que la negociación con la formación que encabeza Carles Puigdemont llegue a buen puerto en los próximos días, ha ofrecido la mano de forma genérica.