El todavía secretario general de Junts y expresidente del Assemblea Nacional Catalana, Jordi Sànchez, ha revelado cómo era el método que seguía el ataque informático que recibieron a los líderes independentistas para espiarlos a través del programa israelí Pegasus. Sànchez ha asegurado que ha sufrido "más de veinticinco" ataques que fueron fallidos, pero que otros cuatro consiguieron entrar en su dispositivo móvil. Los ataques de espionaje se han producido en un lapso de cinco años, primero con el gobierno del Partido Popular y después con el gobierno del Partido Socialista y de Podemos, "coincidiendo con permisos penitenciarios", ha explicado al político de Junts. Una investigación de Citizen Lab ha puesto a la luz que más de sesenta han sido afectados, aparte de Sànchez, entre ellos tres presidentes de la Generalitat (Pere Aragonès, Quim Torra y Artur Mas), por las cloacas del Estado español. Todas las sospechas apuntan a que han sido los servicios de inteligencia españoles, que no han tenido ningún miramiento para jugar sucio y espiar los dispositivos electrónicos de todo el entorno soberanista, desde partidos, asociaciones, periodistas, empresarios...
El exvicepresidente de la Mesa del Parlament, Josep Costa, también ha publicado los mensajes con los cuales le espiaron el móvil. Se trata, como se ve, de SMS personalizados que intentan imitar notificaciones de diarios con noticias de interés del destinatario. El primer ataque lo recibió cuando estaba esperando el presidente Puigdemont y el consejero Toni Comín en Estrasburgo y el segundo, un día más tarde, cuando estos estaban decidiendo si atravesar la frontera. Costa asegura que, por las fechas señaladas y por la importancia de las decisiones que estaban tomando, "es evidente el que pretendían".
El largo reportaje, titulado 'Como las democracias espían a sus ciudadanos' y firmado por Ronan Farrow, empieza explicando como el eurodiputado de ERC Jordi Solé, que sustituyó Oriol Junqueras, sospechó que estaba siendo víctima de espionaje a través del móvil y contactó con el investigador de seguridad Elies Campo, colaborador del Citizen Lab, un grupo de investigación con sede en la Universidad de Toronto que se centra en los abusos de los derechos humanos de alta tecnología. Es esta entidad la que ha podido corroborar que, efectivamente, el móvil de Solé había sido rastreado, así como el de más de sesenta políticos independentistas, entre los cuales el presidente Pere Aragonès.
Según el texto de 'The New Yorker', "más de sesenta teléfonos, propiedad de políticos catalanes, abogados y activistas a España y de toda Europa han sido espiados con Pegasus". Entre los espiados habría tres eurodiputados catalanes, y por eso se acuerda de que los políticos catalanes siempre han creído que detrás había funcionarios españoles, Según la revista norteamericana, la investigación del Citizen Lab "sugiere que el Gobierno ha utilizado Pegasus".
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, uno de los tres presidentes independentistas espiados, ha sido de los primeros a mostrar su indignación con el caso de espionaje y lo ha hecho a través de un hilo en Twitter. "La operación de espionaje masivo contra el independentismo catalán es una vergüenza injustificable. Un ataque a los derechos fundamentales y a la democracia extremadamente grave. Un ejemplo más de la represión contra un movimiento pacífico y cívico. Llegaremos hasta donde haga falta". El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, también ha respondido rápidamente al caso de espionaje que se atribuye a los servicios de inteligencia españoles. Con contundencia, ha denunciado que "Hemos sido espiados de manera masiva e ilegal a través de un programa que solo pueden tener los Estados. Políticos, abogados y activistas, víctimas de la guerra sucia del Estado español para luchar contra una idea legítima".